Pero existe un tipo de polución provocada por la actividad humana de la que realmente se ha hablado muy poco hasta la actualidad.
Ahora por fin, parece que el mundo finalmente está empezando a despertar ante las graves consecuencias que puede conllevar la contaminación farmacéutica, un fenómeno que por sí solo está provocando repercusiones grotescas en el entorno natural.
Aunque sean en pequeñas concentraciones, los productos farmacéuticos están saturando la tierra y provocando transformaciones ecológicas cuya magnitud y profundidad aún no ha sido debidamente comprendida por los científicos.
Se ha realizado muy poca investigación sobre los efectos de la contaminación farmacéutica en la tierra, los lagos, los ríos y los océanos, así como en la fauna que podemos encontrar en dichos hábitats.
Parece que nadie está interesado en ello…o quizás hay gente interesada en que no se aborde el tema en profundidad.
Sin embargo, las primeras investigaciones que actualmente se centran en el impacto de la contaminación por medicamentos, han mostrado resultados sombríos, incluyendo un nivel de destrucción significativo para las aves y la vida acuática.
Concentraciones biológicamente activas de medicamentos están penetrando en nuestro medio ambiente a través de la excreción humana, los desechos animales, los fabricantes de medicamentos, los hospitales y los lodos contaminados con productos farmacéuticos que son utilizados como fertilizantes.
Un estudio reciente publicado en una edición especial de la revista Philosophical Transactions de la Royal Society B, pone de manifiesto el peligro que pueden representar para nuestros ecosistemas la exposición a los medicamentos.
Pero antes, hay un concepto que es importante comprender.
Muchos expertos niegan que la contaminación farmacéutica cause impacto sobre el medio ambiente, escudándose en el argumento de que las concentraciones de dichos productos son muy bajas.
Sin embargo, estos fármacos están diseñados para provocar “efectos biológicos” a muy bajas concentraciones en nuestros propios organismos y por lo tanto, su potencial para afectar el medio ambiente sigue siendo relevante y preocupante.
“Los miles de productos farmacéuticos que se están usando actualmente a nivel mundial, tienen el potencial de provocar efectos muy poderosos sobre la vida silvestre y los ecosistemas”, dice la editora del informe, Kathryn Arnold de la Universidad de York.
Kathryn Arnold
“Si tenemos en cuenta que las poblaciones de muchas especies que viven en entornos directamente alterados por la presencia humana están disminuyendo drásticamente por razones que no pueden ser completamente explicadas, creemos que es el momento de explorar nuevas teorias al respecto”, señala, haciendo referencia a la contaminación farmacéutica.
Algunos estudios han podido concluir definitivamente que la contaminación por fármacos es la causante directa de muerte en algunas especies, así como la causante de extraños y antinaturales cambios en el comportamiento de otras especies.
Por ejemplo, tres especies de buitres de la India casi se extinguieron después de alimentarse de restos de ganado que habían sido tratados con un medicamento anti-inflamatorio llamado Diclofenac, que se utiliza para tratar la artritis y la migraña en las personas. Los efectos secundarios de dicho medicamento incluyen sangrado en el estómago y en los intestinos, que puede llegar a ser mortal.
Por otro lado, también se ha demostrado que los productos farmacéuticos pueden alterar los hábitos y la constitución biológica de algunas especies de peces, lo que ha comportado la extinción en algunos casos.
Un estudio demostró que el estrógeno sintético usado en las píldoras anticonceptivas eliminó una especie de pequeñas carpas en lagos de Ontario. La pérdida de ese pececillo causó otras perturbaciones ecológicas que provocaron hasta una disminución de población del 42% en el máximo depredador de dichos lagos, la trucha de lago, que se alimenta de las pequeñas carpas extinguidas. Además, con la muerte de las pequeñas carpas, la población de insectos de los que se aimentaban dichos peces, se multiplicó.
Todo ello por culpa del uso de simples píldoras anticonceptivas.
Además, otras investigaciones sugieren que los medicamentos que contienen estrógenos han feminizado los peces macho, alterando la proporcion entre machos y hembras en algunas especies, provocando además la aparición de peces hermafroditas que comparten características tanto masculinas como femeninas.
A pesar de no haber sido estudiado a fondo, se han descubierto muchos más efectos de los medicamentos en la conducta, en los hábitos y en la salud de otras especies de peces y aves.
Por si fuera poco, debemos añadir a ello la proliferación de microorganismos cada vez más resistentes a los fármacos, un hecho que podría tener “consecuencias globales”, según múltiples expertos, como el profesor Joakim Larsson, de la Universidad de Gotemburgo.
Joakim Larsson
¿Qué efectos a largo plazo tendrá la contaminación farmacéutica?
De momento nadie conoce la respuesta y dado el inmenso poder de las grandes farmacéuticas, quizás tardemos mucho tiempo en saberlo.
