sábado, 15 de febrero de 2014

Japón permite entrada de armas nucleares de EEUU a su territorio


El Gobierno de Japón ha roto con su imagen pacifista en el mundo y ha dado la luz verde a Estados Unidos para llevar armas nucleares a su territorio en el caso de una eventual amenaza grave contra su seguridad.
Según el periódico japonés ‘Japan Times’, el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Fumio Kishida, informó el viernes de las condiciones en las que el premier nipón, Shinzo Abe, podría hacer excepciones en la postura de ese país contra la posesión, producción o permiso de tener armas nucleares dentro de sus fronteras.
Al asegurar la lealtad de Tokio a los principios antinucleares de gobiernos anteriores, Kishida ha recalcado que la Administración de Abe tiene como prioridad la seguridad de sus nacionales, empero, como “el futuro no se puede determinar de antemano”, no ignora las amenazas contra su seguridad.
Esta decisión de Japón se produce en medio de las disputas y conflictos que vive este país con China en reclamo de la soberanía de algunas zonas en el mar de China Oriental.
La semana pasada, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se reunió con su par japonés en Tokio para reiterar el apoyo de su respectivo Gobierno a Japón en el caso de que se intensificaran las tensiones y hostilidades.
La historia de las relaciones estadounidense-japonesas está marcada por un acto similar, pues en 2010, el exministro de Relaciones Exteriores Katsuya Okada, del opositor Partido Demócrata de Japón, reveló el establecimiento de acuerdos similares entre Tokio y Washington durante la Guerra Fría.
Por medio de esos acuerdos, expirados a principios de 1990 tras el fin de la Guerra Fría, la parte asiática permitiría a la contraparte llevar submarinos con armas nucleares a puertos japoneses en una aparente violación de la política no nuclear.

Los daños nucleares nunca se extinguen

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=180880

15-02-2014 
Los daños nucleares nunca se extinguen

IPS


Durante décadas, el silencio carcomió a Yasuaki Yamashita sobre sus vivencias como sobreviviente del ataque nuclear que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad japonesa de Nagasaki el 9 de agosto de 1945.Yamashita, un artista plástico de 74 años que reside en México desde 1968, rompió los sellos que apresaban su boca en 1995, para contar lo que había vivido aquella mañana que cambió el destino de Nagasaki y del mundo entero.
“Tenía seis años, y vivíamos a 2,5 kilómetros de distancia del punto cero (lugar de detonación de la bomba). Normalmente iba a la montaña cercana para cazar insectos con mis amigos, pero ese día estaba solo frente a mi casa, cerca de mi madre, que preparaba la comida”, relató a IPS este hombre de hablar pausado, pelo blanco y rasgos bien delineados.
Yamashita, que en 1968 vino a México como corresponsal para cubrir los Juegos Olímpicos y se quedó en este país latinoamericano, se sumerge en el pasado para rescatar la escena de su madre llamándolo para entrar al refugio instalado en su casa.
“Cuando entramos vino una tremenda luz cegadora. Mi madre me jaló al suelo, me cubrió con su cuerpo, vino un tremendo ruido, escuchábamos volar muchas cosas encima de nosotros”, describió.
En derredor solo había desolación, todo ardía, no había médicos, enfermeras ni comida. Era apenas el principio de una tragedia que aún perdura.
A los 20 años, Yamashita empezó a trabajar en el hospital de Nagasaki que trataba a los sobrevivientes de la bomba, al cual renunció años después.
Este hombre estremeció con su relato a los asistentes a la Segunda Conferencia sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, que comenzó este jueves 13 en Nuevo Vallarta, centro turístico del noroccidental estado de Nayarit, con la participación de delegados de 140 países y de más de 100 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo.
El propósito de la conferencia de dos días, que sigue a la de Oslo en marzo de 2013, es avanzar hacia la abolición de las armas nucleares, pues constituyen una amenaza económica, humanitaria, sanitaria y ecológica para la humanidad y el planeta.
En el mundo hay al menos 19.000 ojivas atómicas, la mayoría en manos de China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia –autorizados a poseerlas por el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares—, además de Corea del Norte, India, Israel y Pakistán.
La Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores de México estima que hay más de 2.000 armas nucleares en “alerta operativa alta”, listas para lanzarse en cuestión de minutos.
“Estas armas son inaceptables. Deben prohibirse, como ha ocurrido con las biológicas y las químicas. No hay capacidad de respuesta nacional o internacional para abordar los daños”, dijo a IPS el investigador y activista Richard Moyes, de Artículo 36, una entidad sin fines de lucro con sede en Gran Bretaña que denuncia los efectos indeseables de ciertos armamentos.
En febrero de 2013, la institución divulgó un estudio sobre el impacto que tendría una detonación nuclear de 100 kilotones en la ciudad británica de Manchester que, con su área metropolitana, es hogar de unos 2,7 millones de personas.
El estallido provocaría la muerte inmediata de al menos 81.000 personas, más de 212.000 heridos y lesionados, la destrucción de puentes y carreteras y un perjuicio severo a los servicios de salud. Ello haría imposible acciones de remediación, con graves derivaciones a largo plazo.
La Ciudad de México y su zona metropolitana, donde viven más de 20 millones de personas, también realizó una medición similar. La explosión de un artefacto de 50 kilotones dejaría un área afectada de 66 kilómetros alrededor de la zona cero, con unos 22 millones de perjudicados, entre muertos y heridos, pues la conflagración se extendería a puntos aledaños en el centro de este país.
“Las consecuencias serían graves: pérdida de facultad operativa del sistema de emergencia, eliminación de recurso humano de rescate, de salud, hospitales, clínicas”, explicó a IPS el funcionario Rogelio Conde, director general de Vinculación, Innovación y Normatividad en Materia de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (ministerio del interior).
“Necesitaríamos ayuda de otros estados mexicanos e internacional como equipo, personal operativo y especializado”, advirtió.
El desastre ecológico y los daños a la infraestructura equivaldrían a una pérdida de 20 por ciento de la economía del país.
Los lugares del planeta que se convirtieron en laboratorios atómicos, como las islas Marshall del océano Pacífico, han padecido diversos daños.
Ese conjunto de decenas de atolones de coral e ínsulas soportó 67 pruebas nucleares entre 1946 y 1958.
“Ha habido problemas ambientales y de salud, aunque no hay estimaciones. Muchos de nuestros sobrevivientes se convirtieron en cobayos humanos en los laboratorios y casi 60 años después aún estamos sufriendo”, denunció el senador de las islas, Jeban Riklon.
El legislador tenía dos años de edad y vivía con su abuela en el atolón Rongelap, cuando Estados Unidos efectuó la prueba Castle Bravo en el atolón Bikini, el 1 de marzo de 1954: una bomba 1.000 veces más poderosa que la detonada en Hiroshima en 1945.
De inmediato, Estados Unidos realizó además un estudio médico secreto para investigar las consecuencias de la radiación en humanos.
Un informe especial del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas constató en 2012 violaciones al derecho a la salud, a una remediación efectiva y a la rehabilitación ambiental, además de desplazamiento forzado y otras graves omisiones de Estados Unidos.
Los promotores de la conferencia de México aspiran a que el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe, firmado en 1967, sea la base de una futura convención mundial contra esos dispositivos, aunque para ello deben vencer décadas de inmovilismo diplomático.
En virtud de ese pacto se creó en esta región la primera de las cinco Zonas Libres de Armas Nucleares (ZLAN), que abarcan actualmente a 114 Estados.
Las otras cuatro ZLAN corresponden al Pacífico Sur, África, el Sudeste Asiático y Asia Central.
La Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares quiere lograr una hoja de ruta clara que conduzca a un mundo libre de este armamento para 2020.
Este tratado ya tiene 161 Estados partes, pero su entrada en vigor depende de que lo firmen y ratifiquen China, Corea del Norte, Egipto, Estados Unidos, India, Irán, Israel y Pakistán.
En la conferencia de Nuevo Vallarta no hay representantes de las cinco grandes potencias nucleares: Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
“No sé cuántas generaciones tienen que pasar para que esto termine. ¿Por qué hacer sufrir a tanta gente inocente? No hay ninguna necesidad… Por eso, tenemos que hacer muchos esfuerzos para abolir las armas nucleares”, concluyó Yamashita.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/02/los-danos-nucleares-nunca-extinguen/

Dos muertos y 200.000 evacuados por la erupción del volcán Kelud

http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/14/52fd7b58ca474187318b4590.html

Dos muertos y 200.000 evacuados por la erupción del volcán Kelud

  • Kelud afecta a unas 36 poblaciones en 10 kilómetros, asentadas en la ladera del monte

  • La lluvia de cenizas, arena y rocas alcanzó hasta 15 kilómetros desde el cráter

  • Han sido cerrados hasta nuevo aviso los tres aeropuertos internacionales

Volcán Kelud ATLAS
ELMUNDO | AGENCIAS
Actualizado: 14/02/2014 09:55 horas
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Al menos dos personas han muerto y 200.000 tuvieron que ser evacuadas por las autoridades locales la noche del jueves ante por la erupción del volcán Kelud, considerado uno de los volcanes más peligrosos de la isla indonesia de Java, informan hoy medios locales.
Un hombre y una mujer de sesenta años murieron bajo los escombros de sus casas cuyos techos se derrumbaron bajo el peso de los escombros del volcán, informa AFP
La peligrosidad del Kelud se debe a la densa población, unas 36 poblaciones en unos 10 kilómetros, asentada en la ladera del monte, que se encuentra en el distrito de Kediri, en el este de Java. Tras la erupción, la lluvia de cenizas, arena y rocas alcanzó hasta 15 kilómetros desde el cráter del volcán, apuntó el portavoz de la agencia nacional de desastres, Sutopo Purwo Nugroho, al diario "Jakarta Post".
La mayor catástrofe registrada por una erupción del Kelud data de 1568 cuando los ríos de lava, nubes de ceniza y rocas causaron la muerte de unas 10.000 personas. Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, un área de gran actividad sísmica y volcánica, y alberga más de 400 volcanes, de los que al menos 129 continúan activos y 65 están calificados como peligrosos.

Aeropuertos cerrados

Tras la erupción del volcán Kelud, en la isla indonesia de Java fueron cerrados hasta nuevo aviso los tres aeropuertos internacionales."La ceniza del volcán cubre los aeropuertos y es demasiado peligroso volar", dijo Bambang Ervan, portavoz del Ministerio de Transporte en Yakarta.
A causa de la ceniza, se vio limitada ya considerablemente la visibilidad en la ciudades de Yogyakarta, Surabaya y Solo.

Una ojeada al terrorismo nuclear

Escrito por Xavier Bohigas   
Jueves, 13 de Febrero de 2014 14:59
1. Qué es el terrorismo nuclear
El 6 y 9 de agosto de 1947 los EE.UU. lanzaron dos bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las consecuencias sobre la población civil fueron terribles, causaron más de 250.000 muertes antes de que trascurrieran dos meses, otras 500 mil víctimas a raíz de su exposición a la radiación posterior, además de más cuatro millones de afectados entre los heridos y enfermos a causa de las explosiones. Las víctimas supervivientes del bombardeo (hibakushas) siguen padeciendo las consecuencias de la radiación. Aún hoy hay gente que sufre enfermedades de tipo cancerígeno debido a la radiación.
Al poco tiempo de estas explosiones, la clase política norteamericana empezó a plantearse la posibilidad que otros estados pudiesen construir bombas nucleares y amenazasen con utilizarlas contra los EE.UU. y, por otro lado, también se especulaba con la posibilidad de que actores no estatales consiguiesen usar bombas nucleares contra la población civil o contra intereses norteamericanos. Las discusiones sobre terrorismo nuclear se reactivaron en la década de los 70, como consecuencia del incremento de actos de terrorismo internacional.
El término "terrorismo nuclear" indica el uso o la amenaza de utilizar materiales  radioactivos, o usar dispositivos fabricados con ellos, de forma intencionada en actos de terrorismo, también incluye los ataques convencionales a instalaciones nucleares.
El término “terrorismo nuclear” lo asociamos, normalmente, a la utilización de una bomba nuclear por parte de un grupo o agente no estatal. Pero también puede tomar otras formas diferentes. No es necesario hacer explotar una bomba nuclear para provocar consecuencias similares a una explosión nuclear. Los expertos apuntan que, en el caso que un agente no estatal quisiese provocar un desastre atómico, la opción más probable sería la utilización de las llamadas bombas sucias. Una bomba sucia es una bomba accionada con explosivo convencional cargada con material radioactivo que se esparce a consecuencia de la explosión. A esta posibilidad hay que añadir el ataque con armamento convencional a un polvorín que tenga armas nucleares, un almacén de residuos nucleares, un almacén de combustible nuclear o a una central nuclear de producción de energía eléctrica en funcionamiento. En estos casos también se podría producir una importante emisión de radiación.
La construcción de una bomba nuclear no representa una gran dificultad tecnológica, un grupo de ingenieros la podrían diseñar sin excesivas dificultades. El principal problema, para un grupo no estatal que quisiese construir una bomba nuclear, seria la obtención del material necesario para conseguir una explosión nuclear. Para ello se necesita el material fisible conveniente (uranio o plutonio altamente enriquecidos). No existe un mercado libre de estos materiales, por lo que el grupo debería obtenerlo en el mercado negro o robarlo. Así pues, la principal dificultad para construir una bomba nuclear reside en la adquisición del material nuclear adecuado.
El Belfer Center de la Universidad de Harvard  publicó un informe  muy completo sobre seguridad nuclear y señalaba cuatro puntos a tener en cuenta. La primera es que Al-Qaeda ha intentado obtener material nuclear si bien no lo ha conseguido hasta el momento. Segundo, si un grupo terrorista hubiese sido capaz de obtener suficiente material radioactivo podría construir una bomba. Tercero, a pesar que los grupos terroristas no puedan obtener material nuclear altamente enriquecido, sí que tienen la posibilidad de robarlo. Y cuarto, que el contrabando nuclear es muy difícil de combatir.
2. Incidentes relacionados con el terrorismo nuclear
Existe la idea que las instalaciones nucleares, tanto civiles como militares, son recintos que cuentan con enormes medidas de seguridad que los hace muy seguros, por no decir invulnerables. Pero la realidad dista de este punto de vista, pues se han dado diversos incidentes relacionados con ataques a instalaciones nucleares. Por otro lado, diversos informes apuntan que grupos terroristas han hecho pasos para conseguir material nuclear, incluso bombas. Otro dato a tener en cuenta es el tráfico ilícito de materiales nucleares, que harían posible que un grupo no controlado adquiriese el material necesario para construir una bomba. A continuación comentamos algunos de estos incidentes.
Personas acusadas de planear ataques nucleares
En noviembre de 2006, The Guardian  informaba que el servicio de inteligencia británico creía que Al-Qaida intentaba obtener la tecnología para atacar a Occidente y que una célula planeaba usar armas nucleares contra ciudades del Reino Unido. Un ciudadano británico fue encarcelado por planificar estos ataques, según el mismo diario. En algunos de los documentos  secretos obtenidos por WikiLeaks se relata que comandos de Al-Qaida aseguraban que disponían de una bomba nuclear que podría hacer explotar en caso que se capturara o matara a Bin Laden . En 2007, la FBI dice en una nota de prensa que una persona planificaba hacer explotar bombas nucleares en diferentes ciudades de EEUU.
Ataques a instalaciones militares
En 2007, cuatro personas entraron en la instalación de investigación nuclear de Pelindaba en Sudáfrica, desactivando diversas barreras de seguridad. En la instalación se almacenaban centenares de kilogramos de uranio útil para usarlo en armas nucleares (se podrían construir 25 bombas). Los asaltantes llegaron hasta el centro de control de la instalación, robaron un PC y escaparon después de un tiroteo con un guarda de seguridad.
Entre 2007 y 2008 hubo, al menos, tres ataques a instalaciones nucleares paquistaníes. Uno de ellos se realizó en el almacén de misiles nucleares de Sargodha, otro en la base aérea de Kamra y un tercero en el principal complejo de armamento nuclear en Wah  . Estos ataques incluso sorprendieron a los expertos en terrorismo. Estos ataques se produjeron después que Pakistán hubiese tomado medidas para mejorar la seguridad de sus instalaciones contra posibles ataques, sobre todo por parte de los EEUU o India.
En agosto de 2012, la base de la fuerza aérea pakistaní de Kamra, cerca de la capital Islamabad, donde expertos occidentales consideran que se almacenan armas nucleares, sufrió un ataque por parte de ocho personas. Esta misma base había sido atacada anteriormente en tres ocasiones, en 2007 cuando un suicida atacó un autobús cerca de la entrada, en 2008 cuando militantes dispararon varios cohetes, y en 2009, cuando un atacante suicida en bicicleta se inmoló en una carretera de acceso . El último ataque, el de 2012 ya citado, fue similar al asalto perpetrado a una base militar en Karachi, en mayo de 2011, en el que se destruyeron al menos dos aviones y 10 personas murieron. No hay evidencia de que en esta base hubiese armas nucleares. Este ataque tuvo una gran repercusión en los medios de comunicación, pues evidencia las débiles medidas de seguridad de las instalaciones militares paquistaníes. Después del ataque, las autoridades paquistaníes insistieron que sus bases militares, y en particular las que almacenan armas nucleares, son seguras.
Las instalaciones nucleares paquistaníes siempre han despertado preocupación debido a sus débiles medidas de seguridad. Cuando Pakistán empezó a desarrollar su programa nuclear, en las décadas de los 70 y 80, consideró que el riesgo principal de ataque vendría de la India. Por esta razón, con pocas excepciones, situó la mayoría de las infraestructuras nucleares en el este y el norte del país. Según muchos especialistas  esta preocupación se ha visto incrementada, porque la zona donde se hallan las instalaciones militares nucleares está actualmente dominada por militantes talibanes que podrían estar interesados en llevar a cabo ataques contra estas instalaciones . No se descarta que extremistas islámicos intentasen robar alguna arma nuclear en Pakistán.
Según los expertos, la probabilidad de que grupos terroristas obtengan una bomba nuclear es pequeña, pero añaden que el lugar del mundo donde hay mayor probabilidad de que se produzca una crisis nuclear es Pakistán , pues es una región de gran inestabilidad política con grupos extremistas en la zona (algunos, como Lashkar-e-Taiba con estrechas relaciones con miembros del ejército ).
El ataque a las instalaciones nucleares militares en Pakistán ha puesto de manifiesto, por un lado, la realidad de un posible ataque por parte de actores no estatales a instalaciones militares nucleares y, por otro lado, la débil protección de estas instalaciones en Pakistán. Ambas constataciones se consideran una amenaza a la seguridad mundial. Un estudio del Servicio de Investigación del Congreso de los EEUU señala que, a pesar de que Pakistán ha adoptado diferentes medidas para mejorar la seguridad de sus instalaciones en los últimos años, estas no parecen que sean suficientes.
Contrabando nuclear
Existen dos bases de datos que recogen los casos de contrabando nuclear: la Illicit Trafficking Database del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y la Database on Nuclear Smuggling, Theft, and Orphan Radiation Sources de la Universidad de Salzburgo. Ambas coinciden en señalar a Rusia como el origen del material de contrabando y a Turquía como su destino preferido. La región del Mar Negro es, pues, el centro mundial del mercado negro nuclear. En la mayoría de los casos, han sido los trabajadores de un programa nuclear quienes han robado el material nuclear. Hasta la fecha, los intentos conocidos de contrabando nuclear no han tenido éxito. Y, en estos casos, se ha descubierto a los culpables por su poca experiencia en encontrar un posible comprador o por desconocimiento de los métodos para sacar el material del país . Algunos especialistas señalan que Corea del Norte podría ser una fuente potencial de materiales y tecnología para grupos terroristas.
Es de destacar el caso  de Abdul Qadir Kahn, el impulsor del programa nuclear paquistaní. En 2004 reconoció haber participado en una red de contrabando nuclear y haber vendido tecnología y conocimiento nucleares a Corea del Norte, Irán y Libia. Fue encarcelado y posteriormente puesto en libertad en 2009.
El OIEA puso en marcha en 1995 un sistema para recoger información sobre incidentes y tráfico ilegal de materiales nucleares. Tiene registrados 2.164 incidentes entre los años 1993 y 2011. Hay que destacar que 16 casos estaban relacionados con la posesión o tráfico de uranio o plutonio altamente enriquecido (material adecuado para la fabricación de bombas nucleares). Durante 2011, se registraron 147 incidentes, cuatro de los cuales relacionados con material radioactivo altamente enriquecido . De estos datos se deduce que los estados no tienen medidas de control y seguridad suficientemente efectivas para evitar el tráfico ilegal de materiales radioactivos, incluido el uranio altamente enriquecido (HEU) que se usa en la fabricación de bombas nucleares. Y, por otro lado, el hecho de que exista este tráfico ilegal demuestra que existen actores interesados en adquirir éstos materiales.
Parece difícil que un grupo terrorista pueda robar una bomba nuclear, aunque ya hemos dicho que el caso paquistaní genera muchos recelos. La amenaza más plausible radica en el robo de materiales nucleares altamente enriquecidos, con los que se podría construir una bomba nuclear -se necesitan entre 25 y 50 kg de uranio o plutonio altamente enriquecido-. La reserva actual mundial de uranio altamente enriquecido y plutonio asciende, aproximadamente, a unas 2.300 toneladas (suficientes para fabricar 200.000 bombas nucleares) . Este material se encuentra en centenares de edificios en más de 40 países, con unas medidas de seguridad que van desde “excelentes” en algunos sitios, hasta “horribles” en otros .
En el informe Securing the Bomb 2010¸ del Centro Belfer, se dice que es urgente que todos los estados adopten normas claras, y que se apliquen correctamente, con el objetivo de proteger las amenazas en materia de seguridad nuclear.

3. Una bomba nuclear en manos de terroristas
Existen diferentes maneras para que un grupo no estatal pueda realizar un ataque terrorista con bombas nucleares.
Robo de una bomba nuclear operativa
Una posibilidad sería que el grupo robase una bomba nuclear operativa. Esta opción parece poco probable, pues las armas nucleares están bajo la protección de las fuerzas armadas estatales y suelen estar almacenadas bajo estrictos controles de seguridad, con la salvedad del caso paquistaní que ya hemos comentado. A pesar de ello, un grupo podría hacerse con un arma nuclear aprovechando errores en su vigilancia, sobretodo en su transporte entre destinos diferentes o bien aprovechando un accidente. Recordemos dos casos en que ello hubiera sido posible. Uno tuvo lugar en agosto de 2007, en EEUU, cuando un bombardero que debía transportar misiles sin cabezas nucleares, fue cargado (cabe pensar que por error) con seis misiles con cabezas nucleares. El avión voló hasta su lugar de destino y los misiles quedaron olvidados en la pista de aviación durante más de veinticuatro horas . Y el segundo es  el incidente de Palomares donde, en 1966, cayeron cuatro bombas nucleares desde un avión que estaba repostando combustible en vuelo . Tres de ellas fueron localizadas y recuperadas en pocas horas, pero la cuarta no se recuperó hasta pasados 80 días después del accidente. En ambos casos, un grupo hubiese podido aprovechar la situación para hacerse con alguna de esas armas nucleares. Por tanto, a pesar de que se considere esta opción altamente improbable, no se debe descartar.
El informe del Centro Belfer advertía que Pakistán es el país que tiene más posibilidades de ser atacado por un grupo extremista (islámico, aclara el informe) que quiera conseguir una arma nuclear, debido a sus débiles medidas de seguridad. Los expertos indican que el peligro ha aumentado a causa de la carrera armamentística entre India y Pakistán. Antes hemos comentado algunos incidentes en instalaciones nucleares paquistaníes. Por tanto hemos de considerar que el robo de un arma nuclear no se trata de una simple hipótesis sino de un peligro real.
Fabricación de una bomba
La fabricación de una bomba nuclear requiere, por un lado, un cierto grado de sofisticación en su diseño y, por otro, es necesario disponer del material fisible adecuado (que puede ser uranio, o plutonio, altamente enriquecidos, por encima del 90%) en cantidad suficiente para asegurar la explosión nuclear. Construir una bomba nuclear fiable, compacta y eficiente -como las que mantienen los estados nucleares-, o que se pueda montar en un misil, representa un reto tecnológico importante. Pero fabricar una bomba nuclear casera, sin las prestaciones sofisticadas que  requieren las armas que tienen los estados nucleares, está al alcance de cualquier ingeniero interesado en el tema. La dificultad mayor a que se enfrentaría un grupo no estatal que quisiese fabricar una bomba nuclear sería la obtención del uranio o plutonio altamente enriquecidos necesario para asegurar su explosión. Entre los numerosos casos de contrabando nuclear que comentábamos, algunos corresponden a uranio o plutonio altamente enriquecido. No se puede descartar, pues, que un grupo terrorista adquiera o robe suficiente material para construir una bomba nuclear.
Seguramente, la opción más asequible para un grupo terrorista sea la construcción de una bomba sucia. Una bomba sucia es una bomba convencional que disemina material radioactivo. La complejidad tecnológica de la fabricación de una bomba de estas características no es muy grande. El principal problema consiste en obtener el material radioactivo necesario. Una bomba de este estilo no necesita uranio o plutonio altamente enriquecido. Sería efectiva equipándola con cualquier tipo de material radioactivo (cesio-137, cobalto-60, iridio-192, estroncio-90, uranio o plutonio). Así, no se produciría una explosión nuclear como la de Hiroshima, pero la diseminación del material radioactivo provocaría un desastre humanitario y medioambiental de gran transcendencia, parecido a los desastres nucleares de Chernóbil y Fukushima que, sin que hubiese ninguna explosión nuclear, provocaron catástrofes de grandes dimensiones.
El material radioactivo para montar una bomba sucia se podría obtener del combustible utilizado en las centrales nucleares de generación de electricidad, que se almacenan en las piscinas de refrigeración situadas dentro de la misma central nuclear, o en almacenes temporales de materiales radioactivos. El transporte desde la central de origen al almacén de destino proporciona una ocasión de relativa facilidad para la obtención del material radioactivo por parte de grupos no estatales. Los reactores nucleares de aplicación médica utilizan materiales radioactivos de mayor pureza que los usados en las centrales de generación de electricidad. Estos también se podrían utilizar para fabricar una bomba sucia.

4. Ataque a una central nuclear
Un ataque a una central nuclear de generación de electricidad podría provocar  una fuga radioactiva, con el consiguiente desastre medioambiental, humano y económico, de una magnitud similar a la de la explosión de una bomba nuclear (si no contamos el efecto inmediato debido a la explosión). Dos son las partes más sensibles: el núcleo del reactor de la central y las piscinas de almacenamiento de combustible gastado.
El contenedor del núcleo del reactor de las centrales nucleares de generación de energía eléctrica está construido de forma que pueda soportar el impacto de un avión comercial. Pero un estudio del Argonne National Laboratory muestra que el edifico contenedor del reactor difícilmente podría resistir el fuego provocado por el combustible derramado . No es, pues, imposible que un ataque pudiese dañar no solo el edifico del reactor sino incluso la protección del contenedor del reactor, lo cual podría provocar la fuga radioactiva y un desastre nuclear de gran magnitud.
Se llegaría a un desastre similar mediante la interrupción de algunos servicios auxiliares del reactor, como por ejemplo el circuito refrigerante del reactor. El accidente de Fukushima fue debido, en última instancia, a la interrupción del sistema eléctrico que hacía funcionar el sistema de refrigeración de los reactores afectados.
Pero no es necesario destruir la protección del reactor nuclear para provocar un desastre atómico. El combustible nuclear, una vez gastado, es altamente radioactivo, por lo que debe permanecer almacenado en grandes piscinas en la misma central nuclear, con el objetivo de disminuir su actividad radioactiva. La destrucción de estas piscinas ocasionaría la liberación a la atmosfera de parte de dicho material radioactivo, con la consiguiente repercusión medioambiental, sanitaria, humana y económica.
Las centrales nucleares de generación de energía eléctrica no han sido inmunes a incidentes reivindicativos. Así, recientemente , en 2012, un activista de Greenpeace sobrevoló la central de Bugey (Francia) con un paramotor  y lanzó una bengala sobre el edifico del reactor. Otro activista entró en la central de Civaux (Francia) y permaneció escondido durante una hora dentro del recinto. En 2011, un grupo de activistas entraron al amanecer en la central nuclear de Cofrentes (País Valencià), llegaron hasta la torre de refrigeración donde pintaron el mensaje “peligro nuclear” y permanecieron hasta las cuatro de la tarde cuando fueron detenidos. En 2003, 30 activistas entraron en la central de Sizewell (Gran Bretaña).
Anteriormente, en 2002, 40 activistas irrumpieron en la central nuclear de Zorita (España), seis de ellos escalaron la cúpula del reactor. En 2001, treinta activistas entraron en una central nuclear en Australia . La lista de ocupación pacífica de centrales nucleares es mucho más larga, aquí citamos algunos casos a modo de ejemplo. Estas acciones demuestran la vulnerabilidad de las centrales nucleares. Si activistas pueden entrar sin demasiados problemas en una central para denunciar el uso de la energía nuclear y las escasas medidas de seguridad de estas instalaciones, también lo podrían hacer fácilmente otros grupos con objetivos diferentes.
Por otro lado, actores no estatales han realizado varios ataques a centrales nucleares. En ninguno de ellos se produjo una fuga radioactiva. En 1973 se llevó a cabo un ataque contra la central nuclear argentina de Lima cuando aún no estaba acabada. En 1977, ETA hizo explotar varias bombas que dañó la cubeta del reactor de la central en construcción de Arminza (Euskadi). En 1982 se lanzaron cuatro cohetes antitanque contra el reactor de la central en construcción de Malville en Francia, que resultó dañado. Y también en 1982 fue atacada la central en construcción de Melkbosstrand en Sudáfrica.
Pero también actores estatales han atacado instalaciones nucleares de varios países. Así, Irak ha sufrido varios ataques contra sus instalaciones nucleares. Durante la guerra entre Irán e Irak de 1980-88, Irán bombardeó instalaciones nucleares iraquíes. En 1981, Israel bombardeó el reactor casi acabado de Osirak situado cerca de Bagdad. Y en 1991 y 2003 fue EEUU quien atacó las instalaciones iraquíes. Israel atacó, en 2007, la central nuclear siria de al-Kibar. Las autoridades israelíes argumentaron que Siria podría llegar a fabricar una bomba nuclear . Parece ser que Corea del Norte había ayudado a Siria en la construcción de ese reactor. Cualquiera de estos ataques hubiese podido provocar un desastre atómico en el caso que el reactor hubiese estado cargado de combustible y en funcionamiento.
La Nuclear Threat Initiative evaluó los estados atendiendo a las condiciones de seguridad de sus almacenes nucleares. Se evaluaron 32 estados, aquellos que tenían, como mínimo, un quilogramo de uranio o plutonio altamente enriquecido. El último lugar correspondía a Corea del Norte, precedido de Pakistán, Irán y Vietnam (tiene un reactor de investigación). Los anteriores eran India, China e Israel. El mejor clasificado fue Australia.
Todos estos incidentes demuestran que las actuales centrales nucleares pueden sufrir ataques y que sus medidas de protección y seguridad son insuficientes para evitar un ataque intencionado. Tengamos en cuenta que, actualmente (principios de 2013), hay 437 reactores nucleares operativos conectados a la red eléctrica en 30 estados, según los datos de la Agencia de Energía Nuclear. Por lo que la posibilidad de que se pueda realizar un ataque a una central nuclear es alta.

5. Consecuencias de un ataque nuclear
Si la explosión nuclear se produjera en un centro urbano, como en el caso de Hiroshima y Nagasaki, las consecuencias serían  terribles. El Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU ha calculado que los daños producidos por una bomba de 10 kT (similar a la lanzada sobre la población de Hiroshima)  lanzada sobre Washington mataría entre 15.000 y 30.000 personas de forma inmediata, heriría o mataría más de 200.000 personas a causa de la exposición a la radiación a corto plazo y causaría unos 50.000 casos de cáncer, de los cuales 25.000 serían mortales a causa de la exposición a la radiación a largo plazo. La explosión de una bomba de 300 kT en Trafalgar Square, en Londres, en un día laboral podría causar 240.000 muertos y 420.000 heridos.
Otro artículo  hace el cálculo de las consecuencias de la explosión de una bomba nuclear de 12,5kT en el puerto de Nueva York. La explosión y los efectos térmicos supondrían 52.000 muertes de forma inmediata, 44.000 casos de enfermedades provocadas por la radiación directa, de los cuales 10.000 podrían ser mortales. La nube radiactiva podría matar otras 200.000 personas y provocar muchos cientos de miles de casos de enfermedades. En un ataque de estas características, la ayuda a los sobrevivientes sería muy limitada. Alrededor de 1.000 camas de hospital quedarían destruidas y 8.700 estarían expuestas a la radiación. Las instalaciones médicas quedarían fácilmente sobresaturadas.
El ataque a una central nuclear de generación de energía eléctrica podría provocar una situación parecida a la sufrida por la población y el medioambiente a consecuencia del desastre nuclear de Fukushima o de Chernóbil. En Fukushima el tsunami provocó la fuga de radiación de los reactores que obligó a las autoridades a establecer una zona de seguridad de 20 km de radio, y a evacuar a todas las personas que vivían dentro de esa zona (cerca de 200.000). Se produjeron importantes vertidos radioactivos al mar y a la atmosfera que han provocado una enorme contaminación radioactiva de animales y plantas. Pero las consecuencias no son únicamente a corto plazo, como siempre sucede con los incidentes relacionados con la energía nuclear. Así, por ejemplo un reciente informe de la OMS afirma que el riesgo de padecer un cáncer de tiroides a lo largo de la vida entre las niñas que resultaron expuestas a la radiación es un 70% mayor que entre las que no estuvieron expuestas.
También en la central de Chernóbil hubo, en 1986, otro accidente nuclear clasificado con el  nivel 7 (el máximo de la  Escala Internacional de Eventos Nucleares), el mismo que el accidente de Fukushima. El accidente se produjo por un sobrecalentamiento del núcleo del reactor que provocó una fuga radioactiva que, se estima, fue unas 200 veces superior a la radiación provocada por las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Las consecuencias del desastre fueron gigantescas. Unas 135.000 personas fueron evacuadas. Actualmente aún existe una zona de exclusión de un radio de 30 km alrededor de la central nuclear. El Chernobyl Forum (un grupo de agencias de la ONU) afirma que la catástrofe ha causado alrededor de 9.000 muertes y cerca de 200.000 personas enfermas, otras organizaciones dan un número mayor. Hasta la fecha el gobierno de Ucrania lleva gastados más de 12 mil millones de dólares en trabajos para hacer frente a las consecuencias del accidente de la central.
Está claro que la explosión de una bomba atómica, además de las pérdidas humanas y las consecuencias sobre la salud de la población a corto, medio y largo plazo (muertes y lesiones que afectarían a centenares de miles de personas), tendría enormes consecuencias sociales y económicas. Y desde el punto de vista económico, los gastos para limpieza y descontaminación radioactiva serían enormes. Los trabajos de reconstrucción serían ingentes. A todo ello debemos añadir las incidencias sobre el medio ambiente a corto, medio y largo plazo.
6. Medidas internacionales para combatir el terrorismo nuclear
Por parte de las Naciones Unidas
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en 2001 la  resolución 1373 en la que decide que los estados prevengan y repriman los actos de terrorismo. En 2004 aprobó la resolución 1540 que se centra en la amenaza terrorista por parte de agentes no estatales y dicta una serie de medidas que los estados deben cumplir para evitar la proliferación del terrorismo nuclear, químico y bacteriológico. Exhorta a los estados a adoptar medidas que aseguren el cumplimiento de los tratados internacionales e insiste en la necesidad de la cooperación internacional para combatir el terrorismo.
Actualmente existen en vigor 16 instrumentos jurídicos de lucha contra el terrorismo. Uno de estos instrumentos es el “Convenio internacional para la represión de los actos de terrorismo nuclear”, aprobado en 2005 y que entró en vigor en 2007. Actualmente forman parte de él 71 estados. El Convenio contempla una amplia gama de actos y posibles objetivos terroristas, incluidas las centrales nucleares. Alienta a los estados para que cooperen en la prevención con el intercambio de información y la asistencia mutua en las investigaciones penales. Y contempla tanto las situaciones de crisis (asistencia a los estados para resolver la situación) como las situaciones posteriores a la crisis (mediante el Organismo Internacional de Energía Atómica).
El Secretario General de la ONU creó en 2005 el Equipo Especial sobre la Ejecución de la Lucha contra el Terrorismo (CTITF) con el objetivo de coordinar y dar coherencia a las actividades de la ONU contra el terrorismo. El CTITF tiene diferentes grupos de trabajo, uno de ellos el de la prevención de ataques con armas de destrucción masiva. Se estableció para fortalecer el intercambio de información y conocimientos entre las diferentes organizaciones relacionados con la respuesta a ataques terroristas con armas de destrucción masiva.
Por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica
En marzo de 2002, el OIEA puso en marcha su primer programa integral de lucha contra el riesgo del terrorismo nuclear, ayudando a los estados a reforzar su seguridad nuclear. En septiembre de 2009, la Junta de Gobernadores aprobó un nuevo Plan de Seguridad Nuclear  para el período 2010-2013. El nuevo plan prioriza el asesoramiento sobre la aplicación de los instrumentos internacionales, la elaboración de directrices y documentos; la revisión y evaluación de las necesidades; y la prestación de apoyo a los estados para la aplicación de las recomendaciones de seguridad nuclear, y la divulgación y el intercambio de información.
Las Cumbres de Obama
En abril de 2009 el presidente Obama anunció, en su famoso discurso en Praga, que quería parar la proliferación de armas nucleares, reducir los arsenales nucleares y  asegurar los materiales nucleares. Para ello convocaría a los jefes de estado para conseguir acuerdos para combatir la amenaza que supondría que grupos terroristas o criminales obtuviesen materiales nucleares. El objetivo principal de dicha cumbre sería asegurar las existencias de materiales nucleares, susceptibles de ser robados, así como reforzar la cooperación internacional para combatir el tráfico de materiales y tecnología nuclear.
 En mayo de 2010 se celebró la primera cumbre en Washington, donde se reunieron líderes de 47 estados y el OIEA. Estaban representados todos los estados que disponen de armamento nuclear excepto Corea del Norte. De los estados que disponen de tecnología nuclear destacaba la ausencia de Irán. Sorprende que estos dos estados no asistieran a la reunión si el objetivo real era la colaboración entre todos los estados nucleares. Dos años más tarde, se celebra otra cumbre en Seúl. En este caso participan 53 jefes de estado y de organizaciones internacionales, sin la presencia de Irán y Corea del Norte. Está previsto realizar una tercera cumbre en los Países Bajos en 2014.
En las conclusiones finales de ambas cumbres    se reafirman las buenas intenciones de todos los participantes en trabajar por el desarme nuclear, la no proliferación nuclear y el uso pacífico de la energía nuclear; se pide la colaboración entre ellos y se reconoce el papel principal de la ONU y del OIEA.
En definitiva, las resoluciones de las cumbres se reducen a intenciones muy genéricas en la línea de los documentos habituales de las diferentes organizaciones internacionales. Da la impresión que las cumbres intentan fortalecer el papel preponderante de los EEUU, y en particular del presidente Obama, en la gestión del tema nuclear.
Otras iniciativas
La Global Initiative to Combat Nuclear Terrorism (GICNT) es una asociación de estados y de organizaciones internacionales con el objetivo de prevenir, detectar y responder al terrorismo internacional. Los estados y organizaciones se comprometen voluntariamente a la aplicación de los principios de la GICNT. Actualmente forman parte de la GICNT 85 estados y cuatro observadores oficiales (la Unión Europea, la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la Interpol y la Oficina para las Drogas y el Crimen de la ONU). Los EEUU y Rusia son los copresidentes. El grupo de evaluación e implementación de la GICNT considera que la detección y el análisis forense nuclear son las principales prioridades. La GICNT reconoce el papel que la OIEA puede hacer para conseguir sus objetivos.
Proyecto Vinca, la colaboración es posible
En 1948 se fundó el Instituto de Ciencias Nucleares de Vinca cerca de Belgrado. El instituto contaba con dos reactores nucleares de investigación que operaban con uranio enriquecido al 2%, pero en 1976 los dos reactores se modificaron y usaron uranio altamente enriquecido. Uno de  los reactores fue suspendido en 1984, mientras el otro siguió operativo .  En 2002, existían 48kg de uranio altamente enriquecido, suficiente para fabricar varias bombas nucleares. Las condiciones de seguridad eran deficientes y funcionarios norteamericanos consideraban que este material podía ser robado por terroristas. Para resolver la situación la Nuclear Security Project, el Departamento de Defensa de los EEUU, el OIEA, Serbia y Rusia trabajaron conjuntamente para transferir esta material a un lugar seguro en Rusia para su posterior eliminación. El Proyecto Vinca se presenta como un modelo de colaboración para proteger material nuclear.

7. Qué podemos hacer
Ante la situación esbozada más arriba -respecto a los peligros asociados al terrorismo nuclear-, nos podemos preguntar ¿qué hacer? Dentro de la lógica del sistema imperante, la respuesta se define con bastante claridad. El objetivo sería aumentar las medidas de seguridad de los almacenes de materiales radioactivos y de las instalaciones nucleares, tanto civiles como militares. A la vez que se debería aumentar el control sobre los movimientos de materiales o dispositivos nucleares. Control que deberían realizar algunos estados y organismos internacionales. De esta manera, presumiblemente, se evitaría que los materiales radioactivos pasasen a manos no deseadas y las instalaciones estarían a salvo de posibles ataques. De hecho todos los acuerdos internacionales van en esta dirección: políticas para conseguir mayor seguridad y concentración de capacidad de decisión en manos de unos pocos estados.
Parece razonable; frente a un peligro hay que reaccionar con medidas correctivas que reduzcan éste. ¿Pero no hay otra opción? Creemos que sí. El terrorismo debe abordarse con medidas políticas que aporten soluciones a las causas que lo originan. Éstas medidas políticas deben complementarse con la eliminación total de las armas nucleares y la supresión de la energía nuclear como fuente de generación de energía eléctrica (dos reivindicaciones históricas, la primera del movimiento pacifista y la segunda del ecologista).
Después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, gente de todo el mundo tomó conciencia del peligro que representaban las armas nucleares. Las acciones, protestas y campañas en contra de las armas nucleares se multiplicaron por todo el planeta. Al finalizar la Guerra Fría, con el colapso y la desmembración de la URSS, parecía que los estados podrían iniciar un desmantelamiento de sus arsenales nucleares. Hubo ciertamente una reducción de los arsenales, pero el peligro nuclear sigue siendo enorme. Así, actualmente, se estima que existen más de 20.000 armas nucleares activas que representan una amenaza inmediata. En 1995 varios expertos prepararon un borrador de convención internacional para la eliminación de las bombas nucleares que dió lugar a una campaña internacional para abolir las armas nucleares. En la revisión del Tratado de No proliferación de armas nucleares (TNP), realizada en el 2010, 130 estados pidieron una convención que condujese a la eliminación de las armas nucleares. No se aprobó, los estados que poseen armas nucleares y forman parte del TNP, excepto China, se resistieron a esta convención.
La eliminación de las armas nucleares en todo el mundo, además de evitar su utilización por parte de los estados que las poseen, representaría un ahorro en el gasto de defensa de los estados que se podría dirigir a satisfacer las necesidades de la población. Pero, por otro lado, en un mundo sin armas nucleares, la posibilidad que un grupo terrorista se hiciese con ellas, sería imposible.
Por lo dicho más arriba, parece claro que uno de los mayores peligros relacionado con el terrorismo nuclear, es que algún grupo realice un ataque convencional a una central nuclear de generación de energía eléctrica. Este ataque no tiene porque estar dirigido al reactor, el objetivo podría ser cualquiera de los elementos más accesibles, como por ejemplo las piscinas donde se almacena el combustible gastado o, incluso, las instalaciones que suministran la energía para el funcionamiento de los sistemas refrigerantes del reactor, provocando un desastre similar al de Fukushima. Es evidente que si no existiesen las centrales nucleares no se podría realizar un ataque de este tipo y no habría consecuencia alguna.
El cierre de las centrales nucleares se ha reivindicado desde el movimiento ecologista desde hace muchos años. A esta reivindicación se van incorporando otros colectivos y personas con una sensibilidad hacia sistemas de producción de energía eléctrica más sostenibles. Durante muchos años el lobby nuclear nos intentó convencer que la opción nuclear era la única opción posible (recientemente nos dicen que, además, es ecológica) para mantener el nivel de bienestar. Afortunadamente la opción nuclear tiene cada vez menos adeptos y la población (que no los gobiernos) tiene más claro que la alternativa es una reducción del gasto de energía y la producción de energía mediante sistemas de producción renovables y sostenibles.
Así, el cierre de las centrales nucleares de producción de energía eléctrica permitiría, por un lado, colmar las aspiraciones de una gran parte de la población para tener fuentes de energía eléctrica más limpias y, por otro lado, impediría que fuesen utilizadas como objetivo de ataques terroristas, con consecuencias catastróficas.
Un mundo sin armas nucleares y sin centrales nucleares para la generación de energía eléctrica minimizaría la amenaza del terrorismo nuclear. Únicamente debería asegurarse la eliminación, de forma segura, de los materiales radioactivos que se utilizan en las aplicaciones médicas. Reunir la cantidad de material radioactivo suficiente para provocar una catástrofe nuclear sería muy difícil en esta situación.

Más de un centenar de niños de República Centroafricana han muerto o han sido mutilados

Más de un centenar de niños de República Centroafricana han muerto o han sido mutilados

  • Unicef confirma casos de decapitación y mutilación de menores de manera intencionada

  • 'Cada vez hay más niños que son objetivo de los ataques por su religión', detalla

Un niño, junto a un avión en desuso en un campo de refugiados para...Un niño, junto a un avión en desuso en un campo de refugiados para desplazados en el aeropuerto de Bangui. Efe
Europa Press
14/02/2014 13:20 horas
Al menos 133 niños han muerto o han sido mutilados en los dos últimos meses en República Centroafricana (RCA), según ha denunciado este viernes el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), cuyo personal en la zona está "horrorizado por la crueldad y la impunidad con la que estos niños" están siendo víctimas de la violencia en el país.
Según UNICEF, en las últimas semanas se han registrado niveles de violencia contra los niños "sin precedentes" durante los ataques sectarios y las represalias producidas entre las milicias 'antibalaka', principalmente cristianas, y los excombatientes Séléka, predominantemente musulmanes, "actos que constituyen una grave violación de los derechos de los niños".
"Cada vez hay más niños que son objetivo de los ataques por su religión o por su comunidad", ha denunciado el director regional de UNICEF para África Occidental y Central, Manuel Fontaine, en un comunicado. "La violencia sectaria en República Centroafricana se ha intensificado, tanto en la capital Bangui, como en el oeste y centro del país", ha precisado.
UNICEF ha confirmado que se han producido casos de decapitación y mutilación de niños de manera intencionada y es consciente de que hay niños que han sido heridos en el fuego cruzado, a los que se les ha tenido que amputar extremidades debido a que la inseguridad les impedía llegar a tiempo al hospital para recibir tratamiento.

Evacuación de comunidades enteras

Sólo en la ciudad de Boali, al noroeste de la capital, una de cada cuatro víctimas ha sido niños, contabilizándose 22 muertos y 42 heridos desde principios de diciembre, precisa el comunicado.
La agencia de la ONU ha subrayado que si bien la violencia se produce desde todos los grupos, "recientemente las poblaciones musulmanas están siendo el principal objetivo de los ataques", provocando la evacuación de comunidades enteras y un aumento significativo en el número de niños no acompañados, separados de sus familias. "Estos niños están particularmente en riesgo", ha alertado UNICEF.
Así las cosas, ha hecho "un llamamiento al Gobierno, la comunidad, líderes de la sociedad civil y religiosa que cuentan con la confianza de sus comunidades para que ayuden a poner fin a esta violencia y para trabajar juntos hacia la reconciliación".
"No hay futuro para un país en el que los adultos pueden atacar con violencia a niños inocentes con total impunidad", ha advertido Fontaine, defendiendo que "todos los niños en República Centroafricana deben ser protegidos".

Investigar los casos

Según UNICEF, las graves violaciones contra los niños deben ser investigadas, juzgadas y penadas por la ley. Además, los grupos armados y las milicias deben ser desarmados inmediatamente, y se debe permitir que la asistencia humanitaria imparcial llegue a los menores en mayor riesgo.
Asimismo, las fuerzas nacionales, las fuerzas de la Unión Africana y las tropas francesas deben restablecer la seguridad para que las familias puedan regresar a sus hogares, y se debe trabajar para promover la reconciliación. En este sentido, según UNICEF, el Gobierno de transición, la sociedad civil, religiosa y organizaciones de jóvenes tienen que trabajar juntos para "inclinar la balanza del miedo hacia la reconciliación.
"Los ataques contra los niños deben ser denunciados sistemáticamente por la sociedad civil, el Gobierno de transición, las organizaciones internacionales y los medios de comunicación", ha remachado Fontaine, recalcando que "la impunidad debe terminar".

http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/14/52fdfd01e2704e52548b4575.html

Evacuan a 100.000 personas ante la erupción del volcán Kelud en Indonesia

Evacuan a 100.000 personas ante la erupción del volcán Kelud en Indonesia


Volcán Kelud en Indonesia
Foto: SIGIT PAMUNGKAS / REUTERS
MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
 

Las autoridades indonesias han evacuado a más de 100.000 personas en la isla de Java y han cerrado cinco aeropuertos en la zona por la actividad del volcán Kelud, que en la noche del jueves al viernes ha registrado erupciones que han lanzado cenizas al aire hasta unos 17 kilómetros.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, ha anunciado en un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social Twitter que visitará la zona del monte Kelud este viernes.
La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres ha ordenado la evacuación de todas las familias que viven en un radio de diez kilómetros de distancia del volcán Kelud. Este monte está situado a 90 kilómetros al sur de la mayor ciudad de Indonesia, Surabaya, que es importante centro industrial.
"Más de 100.000 personas han sido evacuadas", ha indicado el portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Sutopo Nugroho, en conversación telefónica. El portavoz ha explicado que las erupciones han cesado por el momento pero que las cenizas han llegado a alcanzar distancias de 500 kilómetros al oeste y el noroeste, lo que ha provocado problemas en la gestión del tráfico aéreo.
El monte Kelud es uno de los 130 volcanes activos en el cuarto país más poblado del mundo. La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres estima que hasta 200.000 personas que viven en el entorno del volcán podrían verse afectadas por su actividad. Algunas de las familias todavía están en el proceso de evacuación.
La nube volcánica ha provocado el ciere de los aeropuertos de Surabaya, Yogyakarta, Solo, Malang y Semarang, en las provincias de Java Oriental y Java Central.
Las erupciones del Kelud llegan después de que a comienzos de febrero murieran once personas en el norte de la isla de Sumatra por la actividad del monte Sinabung, que ha estado expulsando lava y cenizas durane meses.

El Vaticano sigue encubriendo los abusos sexuales de religiosos

El Vaticano sigue encubriendo los abusos sexuales de religiosos 

por Roberto Montoya
Viernes, 14 de Febrero de 2014 10:48

El Vaticano sigue encubriendo los abusos sexuales de religiosos
Pederastia: Demoledora crítica de la ONU al Vaticano. La Organización de las Naciones Unidas acusa al Estado Pontificio de seguir encubriendo los abusos sexuales de religiosos.
Dos semanas atrás la comunidad internacional y numerosos medios de comunicación aplaudieron la iniciativa del Vaticano de enviar por primera vez un representante a Ginebra, el arzobispo Silvano Tomasi, para declarar ante la Comisión sobre los Derechos del Niño de la ONU sobre los incesantes casos de pederastia en los que se ven involucrados sacerdotes. Se lo vio como un síntoma más del aire fresco que aportaba el papa Francisco a la Santa Sede.

Pero ni bien abrió la boca el arzobispo Tomasi, todas las esperanzas se derrumbaron. "Son sin duda hechos especialmente graves", reconoció el religioso ante la Comisión, pero, acto seguido añadió: "Pero abusadores hay entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo".

Las palabras del enviado papal desconcertaron a los miembros de la Comisión de Naciones Unidas. Hicieron recordar mucho a aquellas palabras que pronunció sobre el tema en 2002 en una visita a España el cardenal Joseph Ratzinger, quien tres años más tarde sería nombrado papa Benedicto XVI: "Estoy convencido de que la presencia mediática constante de los pecados de los sacerdotes, es una campaña planificada meticulosamente. El porcentaje de esos escándalos no es superior que en otras categorías profesionales, incluso es menor. Se ve que hay un deseo expreso de desacreditar a la Iglesia".

Aquellas palabras, pronunciadas en la Universidad Católica de Murcia en momentos en que se acababan de revelar los escándalos de abusos sexuales de sacerdotes en Estados Unidos, dejaron atónitos a muchos. A otros no extrañó tanto, porque esas palabras provenían de quien fuera durante años Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución supervisora, paradójicamente, de la correcta aplicación de la doctrina de la Iglesia, y heredera nada menos que de la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, de tan siniestra y temible historia.

Sin embargo, no se esperaba que doce años después de aquellas declaraciones del ultraconservador Joseph Ratzinger se escucharan palabras tan similares del enviado de un papa como Francisco, que tanta expectativa ha creado con los cambios promovidos en el seno de la Iglesia.

El papa argentino asumió como el 266º pontífice en marzo de 2013 y poco después ordenaba variaciones importantes en el Código Penal por el cual se rigen la Santa Sede y el minúsculo Estado Ciudad del Vaticano, enclavado en el centro histórico de Roma. Entre esos cambios, decididos tras su consulta con el G-8 papal, el grupo de ocho cardenales elegidos por él como sus principales asesores, figura un endurecimiento de la postura frente al abuso sexual de menores, y a la pornografía infantil, y se aplica tanto a los sacerdotes como a los embajadores -nuncios- y diplomáticos del Vaticano en todo el mundo.

Hace poco más de un mes, el Papa creó también una comisión especial sobre el tema, sin duda la lacra más importante que corroe a la Iglesia católica desde hace tantos años. Esa comisión tiene como cometido investigar cualquier denuncia sobre casos de pederastia en los que se vean involucrados religiosos, y de llevar a cabo pruebas de aptitud para los aspirantes a sacerdotes, controlando sus antecedentes penales y realizando evaluaciones psiquiátricas a los candidatos.

Sin embargo, la ONU encuentra una incongruencia entre esa nueva postura de la Santa Sede y la falta total de colaboración mostrada por el enviado papal en su reunión con la Comisión sobre los Derechos del Niño de la ONU. En el informe se dice: "La Comisión está gravemente preocupada por el hecho que la Santa Sede no haya reconocido la extensión de los crímenes cometidos; que no haya tomado las medidas necesarias para afrontar los casos de abusos sexuales a niños y protegerlos, y no haya adoptado unas prácticas públicas, lo que conduce a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores".
El texto, de una dureza inusual, añade: "Debido a un código de silencio impuesto a todos los miembros del clero bajo pena de excomunión, los casos de abuso sexual a niños rara vez han sido denunciados a las autoridades en los países donde ocurrieron". La Comisión exige a la Santa Sede que "retire inmediatamente a todos los miembros del clero que hayan cometido abusos sexuales a menores, o se tenga sospecha de ello, y los entregue a las autoridades civiles, en lugar de moverlos de parroquia en parroquia para tapar sus delitos".

Pero el Vaticano no está acostumbrado a que una institución civil como la ONU le dé un sermón y le critique públicamente por su incoherencia moral. "Hay que tener paciencia y no meterle prisa al Papa", dijo el cardenal Tarcisio Bertone, el anterior secretario de Estado de la Santa Sede, cuando se le pidió su opinión sobre el informe.

Fue la respuesta más suave de la Iglesia, pero el portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, contestó ofuscado desde las ondas de Radio Vaticana: "Lo más grave es que las observaciones han ido más allá de las competencias de la Comisión de la ONU, e interfieren en las posiciones doctrinales y morales de la Iglesia católica, dando valoraciones morales sobre la contracepción, el aborto o la educación en las familias y la visión de la sexualidad humana".

Y añadió: "El tono, el desarrollo y la publicidad dada a la Comisión y a su documento son absolutamente anómalos respecto del normal procedimiento con otros países".

Para Lombardi, "es grave que no se haya comprendido la naturaleza específica de la Santa Sede, que tiene una realidad totalmente distinta al resto de los Estados". El portavoz del Vaticano sostiene que en el texto de Naciones Unidas se comprueba que "se ha dado mayor atención a las organizaciones no gubernamentales (ONG), con prejuicios negativos hacia la Iglesia católica y hacia la Santa Sede, que a la posición de ésta, que es firmante de la Convención sobre los Derechos del Niño".

Todos los ojos están puestos ahora en Francisco, que no ha comentado todavía públicamente su parecer sobre el informe.

Precisamente, en los días en que se producía esta polémica, estaban reunidos en Roma para definir su futuro la congregación fundamentalista Legionarios de Cristo, envuelta en un macroescándalo de pedofilia del cual fue su principal responsable y protagonista su propio fundador, el mexicano Marcial Maciel, muerto con todas las bendiciones hace seis años. Muchas de sus víctimas, fundamentalmente seminaristas menores de edad, hoy adultos, critican que su sucesor, el también mexicano Eduardo Robles Gil, se haya limitado a hacer un breve mea culpa por "los gravísimos e inmorales abusos" de su predecesor, y que el papa Francisco haya autorizado sin más que los poderosos Legionarios de Cristo sigan en el seno de la Iglesia.
 

Estados Unidos es acusado de financiar manifestaciones en Kenia


El embajador de Estados Unidos en Nairobi, Robert Godec, se defendió este viernes de acusaciones del Ejecutivo keniano respecto al presunto apoyo de Washington a recientes manifestaciones populares contra el Gobierno de este país africano.
Godec calificó de falsas las alegaciones contenidas en una declaración el 12 de febrero del Comité Consultivo de Seguridad Nacional de Kenya (CCSN), en la que se afirmaba que el Gobierno de Estados Unidos pretende debilitar o desestabilizar al keniano.
El embajador estadounidense intentó defenderse del emplazamiento afirmando que su país “es desde hace 50 años un socio de Kenya sólido y dedicado”, en temas como salud, educación, prevención de conflictos, agricultura y otros dominios.
Francis Kimemia, presidente del CCSN, ratificó, por su parte, que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) trata en efecto de desestabilizar al Gobierno keniano mediante el financiamiento a las citadas protestas públicas.
La acusación del también Secretario General del Gobierno se produjo el mismo día en que la Policía keniana dispersó una manifestación en Nairobi que protestaba contra la supuesta mala gobernación del ejecutivo nacional, liderado por Uhuru Kenyyata.
Kimemia aseguró que los órganos kenianos de seguridad del Estado recibieron informaciones que exponen de manera pormenorizada las inversiones de la Usaid en actividades como las que motivaron la acusación de su Gobierno.
Prensa Latina  /  Correo del Orinoco

Empleados de Coca Cola vuelven a protestar en Colombia


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Una nueva protesta realizaron los empleados de la multinacional Coca Cola en Colombia. La empresa se niega a brindar las garantías básicas laborales a los trabajadores.
Hispan Tv

Impresionante Halo Solar en Perú


Este viernes los ciudadanos de la capital peruana recibieron un regalo simbólico e inusual: un impresionante halo brillante que rodeaba el sol.
Alrededor del mediodía los ciudadanos se asombraron al ver en el cielo un arco grande con los colores del arco iris alrededor del sol. Las imágenes del impresionante fenómeno meteorológico capturadas por la gente fueron divulgadas en la Red.
Como explicaron los expertos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), este fenómeno óptico suele aparecer en los días despejados cuando la luz del Sol se refleja y quiebra en los cristales de hielo que hay en las nubes.
“Esas nubes, cuando superan los 7.000 metros de altura, se llaman nubes cirrus. Están compuestas de cristales de hielo y tienen bandas delgadas y finas. El halo ocurre por la reflexión (refleja) y refracción (quiebra) de la luz solar sobre esos cristales”, según la representante de la institución, Raquel Loayza, citada por la agecia peruana de noticias Andina.