INGROIA: “EL ESTADO HA NEGOCIADO CON LA MAFIA PARA DEFENDER A LA CASTA”
La respuesta del ex Fiscal a los “prejuicios” de Salvatore Lupo y Giovanni Fiandaca
Por Giorgio Bongiovanni y Lorenzo Baldo - 19 de Febrero de 2014
Palermo. Después de la publicación de los primeros fragmentos del libro “La mafia non ha vinto. Nel labirinto della trattativa” (La mafia no ha ganado. En el laberinto de la negociación) comenzaron las ásperas polémicas en contra de los autores que han llegado a definir como “legítima” la negociación entre Estado y mafia ya que habría protegido “la vida de los ciudadanos”. Le pedimos al ex Fiscal del pool que instruyó el
Jurista Giovanni Fiandaca Foto www.sentierierranti.Com
proceso judicial sobre la negociación, Antonio Ingroia que despeje el campo de “lecturas apresuradas y superficiales de los hechos históricos”.
-Según los autores del libro “La mafia non ha vinto”, el jurista Giovanni Fiandaca y el historiador Salvatore Lupo, después del homicidio de Salvo Lima y del atentado de Capaci habría sido plausible invocar el “estado de necesidad” porque el Estado estaba en jaque, por lo tanto esto habría justificado “eventuales intervenciones o decisiones extra legem del Poder Ejecutivo”.
Usted ha trabajado en calidad de magistrado en la investigación sobre la negociación ¿cómo considera estas observaciones?
-La hipótesis de ambos autores parece ser el fruto de una lectura apresurada y superficial de los hechos históricos y de la esencia jurídica del proceso judicial y de la imputación. Como se trata de estudiosos muy preparados: un jurista y un historiador, que normalmente en otras oportunidades están muy atentos, hay que decir que esta aproximación en la reconstrucción de los aspectos históricos y judiciales del caso tiene las características de un prejuicio. El mismo que inspira a una parte muy consistente de la información, de la política y hasta incluso de la magistratura. Habría que preguntarse también cuáles son las razones de este prejuicio. Que decididamente son muy alarmantes si razonamos en base al estado de la Democracia de nuestro País.
Historiador Salvatore Lupo Foto www.babelio.Com
-¿Cuáles son las razones de este prejuicio?-Una está representada precisamente por el rechazo prejudicial de una magistratura que investiga sobre lo incognoscible. De hecho hay una aceptación generalizada por parte de la gran mayoría de los italianos (en una medida diferente: o más visceral, o más refinada), un verdadero rechazo prejudicial a que la magistratura tenga el derecho de superar los límites considerados insuperables. Uno de estos límites es el relativo a una supuesta “razón de Estado” que tendría que inhibir la acción judicial de esclarecimiento de la verdad. Y probablemente es la misma matriz que ha inspirado, además, el conflicto de atribuciones planteado por el Presidente de la República*. No sé si este conflicto de atribuciones ha sido inspirado por otras razones más secretas y que nosotros no conocemos plenamente, pero seguramente existe también esta componente político-cultural.
El segundo factor que determina este prejuicio (que a su vez desencadena esta especie de ofuscamiento y nebulosidad de la habitual capacidad de análisis y de profundización por parte de los estudiosos más meticulosos) queda representado por un cierto conformismo en la lectura de los casos judiciales que se contrapone a una verificación que habría que realizar para comprobar si la verdad judicial, propuesta por una oficina judicial, tiene algún fundamento. En cambio, con una actitud del todo conformista – en la época del conformismo berlusconiano del cual, lamentablemente, incluso Lupo y Fiandaca terminaron por ser contagiados – se llega a decir que la magistratura realiza determinadas investigaciones por delirio de omnipotencia.
Historia de la mafia de los orígenes hasta nuestros dias otro libro de Lupo Foto www.bibertjoseph.Com
-De hecho el mismo Fiandaca apunta el dedo sobre el pool que investiga sobre la negociación, que según su opinión es culpable de tener una “actitud prejuiciosa y criminalizadora”.-La actitud “prejuiciosa” y “criminalizadora” de Lupo y de Fiandaca hacia la Fiscalía de Palermo se explica únicamente con la involuntaria y desinteresada criminalización. Y eso es mucho peor. Una cosa es la criminalización interesada de la magistratura de alguien que quiere evitar ser investigado (como Berlusconi o sus amigos), otra cosa en cambio es la que no es ni intencional ni interesada. Que es la de Lupo y Fiandaca. Así como he dicho anteriormente son tan infundadas las afirmaciones de ambos autores que la única explicación de esta clamorosa y errada postura suya es la del prejuicio.
-Vayamos al centro de la cuestión planteada por los autores del libro.
-Fiandaca y Lupo hacen una superposición de una cuestión ética y otra jurídico-judicial. Que en realidad tendrían que mantenerse separadas. Como magistrado considero que la conducta de los hombres del Estado que han negociado con la mafia es condenable desde el punto de vista ético. Pero considero ambas cosas bien distintas y separadas. Comencemos por el aspecto jurídico-judicial: nadie ha sido imputado en este proceso judicial por el simple hecho de haber negociado con la mafia. El proceso cuenta con varios imputados: los mafiosos que han amenazado al Estado para obtener beneficios (varias veces lo hemos definido como una especie de “extorsión” al Estado), así como hombres del Estado que han ayudado a los mafiosos a hacer llegar a destino la amenaza y a beneficiarse con los resultados. Existe una jurisprudencia de Casación, bien consolidada, que dicta que al igual que alguien que extorsiona a un comerciante responde por el mismo delito quien es cómplice de extorsión, es decir, quien cumple el rol de intermediario entre quien extorsiona y quien es víctima de la extorsión. Y esto en la medida en que el intermediario ayuda a quien extorsiona a llevar a cabo la extorsión en contra de un comerciante. El comerciante – que es la víctima de quien extorsiona – tiene la obligación de decir la verdad, y si no dice la verdad será acusado de falso testimonio. Es exactamente lo que hemos aplicado en el juicio en cuestión. También en este caso – con las debidas especificaciones – tenemos al mafioso “quien extorsiona” que ha realizado una extorsión de tipo político-criminal; al empresario, que está representado por el Estado y por el Gobierno, mientras los intermediarios son los hombres políticos y los de los organismos que han cumplido un rol de intermediación. Por lo tanto, los intermediarios, de la misma manera que tienen que responder por el delito de concurso en extorsión, por principio de igualdad tienen que responder por el delito específico de amenaza al Estado. El destinatario final de la amenaza, representante del Gobierno, tiene la obligación de decir la verdad, si no la dice será acusado de falso testimonio como en el caso de Nicola Mancino y de Giovanni Conso. Estamos ante un “ente criminal” que tiene tal fuerza intimidatoria que puede llegar a intimidar incluso al estado para que cometa y omita determinadas cosas. Hablamos de un Estado y relativas medidas legislativas o administrativas – que hay que aplicar o no – a favor de la mafia. En el proceso judicial en cuestión se responde precisamente a este delito específico y quien ayuda a quien amenaza debe responder por el delito de concurso en amenaza. De hecho estas son las acusaciones que han recibido los mafiosos del calibre de Totò Riina así como los mismos Mario Mori, Giuseppe De Donno, Antonio Subranni, Marcello Dell’Utri y Calogero Mannino.
Lorenzo Baldo periodista Foto Twitter.Com
-Hace poco se cita además la cuestión ética ¿cuál es el punto neurálgico al que hay que prestarle mayor atención?-No es cierto que la negociación se llevó a cabo con el buen fin de salvar al Estado y para salvar a los ciudadanos ya que el Estado estaba de rodillas. Y tampoco es cierto que por razones de orden público todo sea justificable. Esta es una negociación que nació para defender a la casta: un círculo restringido de hombres políticos que habían sido condenados a muerte por la mafia. La movida con la que Cosa Nostra fue instigada a dar un paso al frente con la amenaza (recordemos cuando Riina dijo: “se hicieron encima”) se concreta precisamente cuando el Estado “se hizo encima” preguntando qué es lo que la mafia quiere a cambio. Así es como se llega al “papello” (lista de solicitudes de la mafia) - esto es al menos lo que surge de la reconstrucción de la Fiscalía, que luego el juicio establecerá si queda comprobado o no – y al papel de Calogero Mannino. Queda claro que el mismo Mannino, completamente aterrorizado por las amenazas recibidas, no se mueve para salvar a los ciudadanos italianos, sino para salvarse a sí mismo. Una vez dicho esto es errado proyectarse en la historia de la falta de prórrogas del 41 bis de 1993* separándola del origen de todo. Lo que ocurrió en el ’93 fue el cumplimiento del pagaré que había sido firmado en el ’92, porque de hecho en ese mismo pagaré se salvaron
los hombres políticos.
-¿Quién los salvó?
-Hasta que no contemos con la prueba real de quienes fueron los ideólogos políticos de esa negociación – que ciertamente los hubo – no lo podemos decir...
Coronel Mario Mori Foto www.19luglio1992.Org
-Es un dato objetivo que hubo ideólogos políticos...-Claro. Es impensable que Mannino haya actuado solo, aquí estamos hablando de los más altos cargos del estado. De la misma forma que es impensable que los oficiales de carabinieri hayan podido hacer todo solos. Pero aún no se ha demostrado toda la verdad por la sencilla razón de que hemos llegado a la mitad del camino.
-En cambio según los autores del libro “la decisión político-gubernamental de hacer concesiones a los mafiosos a cambio del cese de los atentados resultaría ser legítima porque era legitimada, precisamente, por la presencia de una situación imperiosa que impone a los organismos públicos la protección de la vida de los ciudadanos”.
-Fiandaca y Lupo también caen en la “trampa” de creer que la negociación fue llevada a cabo para salvar al Estado. ¡No! En lo que tiene que ver con el 41 bis no quedan dudas de que también hubo un componente contingente relativo a la cuestión del endurecimiento de este régimen carcelario. Por lo tanto puede que haya habido motivos contingentes que influyeron para “defender” al Estado. Pero la negociación, el proceso judicial que se está celebrando, hay que observarlo en forma global, no se puede seccionar simplemente un hecho ocurrido en el ’93. Hay que reconstruir todo el lapso de tiempo y la relativa concatenación de los acontecimientos. La negociación nace y por lo tanto mantiene su marca original: para defender a una casta que de hecho fue salvada. Por ello me refería a un pagaré firmado: los políticos que tenían que ser asesinados fueron salvados, la estrategia sufre una desviación que encuentra en su camino otras vidas humanas, comenzando por Paolo Borsellino, hasta llegar a las víctimas de los atentados del ’93.
Paolo Borsellino Foto.www.Youtube.Com
-Un escenario decididamente escalofriante...-Es como decir que una clase dirigente, una clase política, ha puesto en el platillo de la balanza nuevas vidas humanas, dándolas de comer a la mafia, para salvarse a si misma. Esa clase dirigente es responsable de estos atentados. Según mi opinión es responsable sobre todo en el aspecto ético, pero también hay responsabilidades penales, que otras Fiscalías más allá de la de Palermo tendrán que comprobar. De hecho es imposible que quien hizo saber que Borsellino era un obstáculo para la negociación (que fue la causa desencadenante por la cual Borsellino fue asesinado) no sea además penalmente responsable, porque no podía no prever que la consecuencia sería la de su eliminación. Es plausible que el mismo tipo de razonamiento se pueda aplicar a los atentados del ’93.
Nino Di Matteo amenazado por Toto Riina Foto TrnNews.It
-Según su opinión ¿la aceleración del atentado de Via D’Amelio es imputable al hecho de que Borsellino se había enterado de la negociación entre Estado y mafia y que se había convertido en un obstáculo, o de todos modos formaba parte de un plan de desestabilización ideado por esos poderes fuertes del “gran juego”? -Lamentablemente esta es una de las preguntas para las que todavía no hay respuestas. Igualmente demuestra la derrota de la justicia porque no hemos sido capaces de descubrir toda la verdad. De todos modos creo que hay elementos como para poder afirmar con suficiente certeza que Paolo Borsellino fue asesinado no solo por manos mafiosas, sino también con complicidades penalmente relevantes de hombres del Estado. Luego, si el mismo fue ordenado anteriormente en el marco de un plan subversivo estabilizador – no subversivo desestabilizador – para mantener el sistema criminal incluso por parte de hombres del Estado, es una hipótesis más que plausible, y es sobre la misma que hemos dado forma a otra investigación denominada “Sistemas criminales”. Pero lamentablemente hasta el día de hoy no se ha llegado al umbral probatorio como para poder iniciar un juicio. De lo contrario se podría pensar que en este caso también se trata de una corresponsabilidad intencional en el asesinato de Borsellino, dirigida simplemente a facilitar y a preservar la negociación, pero lamentablemente no contamos con las pruebas para decir cuál de las dos opciones es la convalidada. Aunque, si queremos ser consecuentes, dado que la negociación de todos modos tenía como finalidad mantener el orden, de un pacto de convivencia entre Estado y mafia, ambas hipótesis son incompatibles entre ellas.
-Siguiendo este hilo de pensamiento lógico, la decisión de negociar parece cada vez más infausta...
-Repito una vez más el concepto inicial: el Estado italiano jamás negoció con la mafia para defender a los ciudadanos indefensos, siempre intervino para defender a la casta. El único caso de negociación a parte de este, esclarecido y comprobado, fue el relacionado con el secuestro de Ciro Cirillo (ex Asesor Regional de Obras Públicas de la región de la Campania, secuestrado por las Brigadas Rojas en 1981, n.d.r.), en el que el Estado se puso en marcha desde sus más altos cargos para salvar a otro hombre político. Lamentablemente es una historia que se repite. La diferencia es que en ese caso de todos modos la vida de ese hombre político no tuvo como efecto inmediato (como máximo habrá sido un efecto indirecto) el fortalecimiento de la asociación mafiosa y por lo tanto nuevos muertos. En el caso específico de la negociación Estado-mafia tuvo un efecto inmediato, desde Borsellino en adelante. Y por lo tanto me pregunto en qué medida tendríamos que estar casi agradecidos a estos hombres del Estado como aparentemente Fiandaca y Lupo nos quieren decir.
Calogero Nannino Foto rnkItaliabit.Net
-De hecho los mismos autores intitulan su libro de una forma completamente optimista. -El título del libro es otra falsedad histórica: la mafia no ha ganado. Lamentablemente no es así. Lo único que puedo concederles a Lupo y a Fiandaca es que Riina no ha ganado. Pero quienes han perdido son además los hombres del Estado más intransigentes como Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, quienes fueron asesinados. Y este es un hecho. Es cierto que algunos miembros del mundo mafioso han perdido, Riina seguramente si, pero no se puede decir lo mismo de la mafia representada por Bernardo Provenzano. La mafia de los negociados y de la convivencia, así como la clase dirigente estatal de los negociados y de la convivencia con la mafia son las que han sobrevivido y han ganado.
-Por lo tanto si Falcone y Borsellino han perdido en ese momento también perdió la parte sana de nuestro país.
-Si observamos ese período así fue. La temporada de la negociación es aquella en la que los italianos intransigentes perdieron y ganó la Italia de los pactos y de la negociación. Es una de las razones por las cuales esta verdad es negada, una verdad grave y dura. Y es por ello que se rechaza esa misma investigación que intenta aclarar los hechos, porque es como un golpe en el estómago de los italianos. Aunque afortunadamente junto con Falcone y Borsellino no murió esa otra Italia. Paradójicamente, a partir de su sacrificio el espíritu de intransigencia se transmitió a las generaciones que vinieron después, a las de los jóvenes magistrados de aquellos años y a los jóvenes (que en aquella época eran niños) que identificaron a Falcone y a Borsellino como modelos de referencia y como modelos de ciudadanos. Por lo tanto hoy esa Italia de la intransigencia sigue aún vivaz y fuerte, pero no tiene ni voz ni poder, a pesar de ser numerosa. La derrota de la Italia de la intransigencia, que ocurrió hace veinte años, no fue de Falcone y Borsellino, sino nuestra, de los demás, de quienes no pudimos hacerles de escudo y de apoyo. La sobre exposición de Falcone y Borsellino terminó por convertirse en aislamiento para aislarlos y derrotarlos en ese momento. Hoy es muy importante que no se repita el mismo mecanismo. No podemos repetir el mismo modelo creando nuevas sobre exposiciones y nuevos aislamientos, es por ello que hay que actuar no solo desde dentro de la magistratura, sino también desde fuera, en el país y en la sociedad, tratando de unir y de organizar a esa Italia de la intransigencia. En el momento que logremos darle a esta Italia de la intransigencia los justos derechos y el poder – en el mejor sentido de la palabra – podremos hacer ganar aunque sea post-morten a Giovanni Falcone y a Paolo Borsellino.
Toto Riina fortalecido entre rejas y amenazante Foto www.siete24.Mx
-Según su opinión ¿cómo tenemos que interpretar las recientes “observaciones” de la DNA (Dirección Nacional Antimafia) en cuanto al proceso sobre la negociación?-Para pronunciarme debidamente tendría que leer el contenido integral del documento de la DNA. Me atengo a las declaraciones del Procurador Franco Roberti, quien ha afirmado que no hay ninguna intención crítica en contra de la Fiscalía de Palermo. Se me ocurre decir: ¡Faltaría más! Sería el colmo de la DNA si surgiera una crítica en lugar de un apoyo a una posición de la Fiscalía sobre un caso tan delicado, que ya ha tenido una ratificación por parte del Juez de audiencias preliminares con el reenvío a juicio. El fragmento que he leído, publicado en una primicia de la prensa, hace alusión a unos nuevos problemas de naturaleza jurídica de los hechos que han sido presentados ante el Juez. Es cierto que hay nuevas problemáticas jurídicas y que ese procedimiento penal tiene características inéditas en el planteo jurídico. Pero la Fiscalía no ha planteado el problema, incluso lo ha resuelto, es decir, que se encontraba ante un hecho del cual tenía que evaluar su relevancia penal y lo hizo en el marco de la configuración de un caso específico muy poco utilizado. Creo que la Fiscalía de Palermo sentará un precedente sobre esto y naturalmente supongo que la DNA se adecuará al planteo que hará la Fiscalía. De la misma forma creo que por parte de la Fiscalía Nacional Antimafia no puede haber ninguna voluntad de desmentir, pero se adecuará y sostendrá su posición. Si hiciera lo contrario sería algo absurdo y paradójico.
-¿Cómo hay que interpretar la condena a muerte que lanzó Totò Riina en contra de Nino Di Matteo que fue interceptada en la cárcel de Opera?
-Este asunto tiene que ser tomado muy seriamente, según mi opinión el objetivo de Riina no es solo el de transmitir su condena a muerte a Nino Di Matteo, sino que se trata de un mensaje dirigido a varios destinatarios más. El destinatario principal no es el pueblo de Cosa Nostra, al que de todos modos le manda señales para tranquilizarlo sobre el hecho de que él sigue siendo el jefe y que está en forma, sino al mundo político y a los garantes de la negociación. Y es precisamente a ellos a quienes se dirige haciéndoles entender que está cansado y aburrido de pagar por todos. Es por ello que demuestra estar bastante enojado además con Nino Di Matteo porque este último representa al Estado que está dejando mal parada la figura de Riina como si fuera una marioneta de titiriteros oscuros que han quedado fuera de la escena. Y por lo tanto Riina afirma: “vosotros estáis fuera de la escena, yo estoy pagando por vosotros, estoy muy enojado con Di Matteo, pero indirectamente lo estoy con vosotros”. En contra de estos personajes oscuros Riina cuenta con una única arma, que no es el trotil, sino la verdad. Queda claro que Riina nunca dirá toda la verdad ya que es algo que va en contra del ADN de Cosa Nostra, pero todos saben que él puede encontrar miles de canales y miles de instrumentos como para hacer conocer la verdad de forma directa sobre los atentados y sobre la negociación. Ya he dicho que para mi es una especie de nuevo “papello” de Riina. Por otro lado cuando se refiere a Napolitano que no quiere ir a declarar o que de todos modos está intentando evitar ese interrogatorio (le expresa “solidaridad”, a su modo) y de la misma forma hace declaraciones de venganza en contra del ex Primer Ministro Silvio Berlusconi.
No olvidemos que según nuestra reconstrucción Berlusconi es quien al final había cerrado la negociación y que se había asumido la responsabilidad del cumplimiento de los compromisos que el Estado se había tomado con la mafia. Así mismo en las palabras del boss de Cosa Nostra también hay una referencia velada a Renato Schifani (en una forma mucho más explícita como nunca antes lo había hecho). No olvidemos además que lo que estamos atravesando es una fase política de pasaje y de transición. Al comienzo de toda nueva República siempre ha tenido lugar una negociación. Por lo tanto esta amenaza latente de recomenzar una eventual estrategia terrorista, comenzando probablemente con un magistrado, para luego continuar con los políticos (como ocurrió la vez pasada, atacando a magistrados y a políticos indistintamente), de lo contrario no queda más que sentarse alrededor de una mesa para volver a sellar un nuevo pacto.
-El problema es que mientras tanto alguien puede aceptar esta orden a nivel militar...
-Claro que si. Cuando entra en campo algo tan grave, tan enfatizado a nivel mediático, es como una pelotita de flipper que salta del tablero, y es difícil prever qué tipo de reacción en cadena puede llegar a provocar. Y esto porque estamos en una fase magmática dentro del mundo político y dentro del mundo criminal. El riesgo que se corre es que pueda haber fugas más adelante, incluso desde dentro de las organizaciones criminales. En fin, puede haber muchas variables, así como juegos de rebote dentro del mundo más turbio de los Servicios Secretos “desviados”, de la Masonería “desviada” y así sucesivamente que, en un juego de tiro de reja, pretenden atribuirle a Riina la responsabilidad de un eventual hecho terrorista. Se está calentando tanto la atmósfera que la tentación del “golpe” puede existir.
-Hasta el día de hoy la pregunta sobre si los atentados del ’93 podrían haberse evitado sigue inmutable, pero de todos modos surge otro interrogante que es aún más lacerante, es decir, si el Estado “quería” evitar dichos atentados o si en cambio los consideraba “necesarios”. ¿Cuál es su idea al respecto?
-Creo que podían haberse evitado y que alguien, dentro del Estado los provocó conscientemente, hasta incluso tengo mis dudas sobre si no lo han hecho con el dolo específico, es decir, con la específica premeditación. El tema es si hubo incluso una premeditación o si solo fue una determinación consciente de los atentados.
Ciro Cirillo secuestrado por las Brigadas Rojas Foto ArchiviofotoUnita.It
-A finales de este año usted regresará oficialmente al proceso judicial sobre la negociación en su nueva calidad de abogado de la asociación víctimas del atentado de Via dei Georgofili que se ha constituido como parte civil ¿qué representa esta nueva etapa a nivel profesional y humano?-Espero ansiosamente este momento porque considero que ese juicio es una criatura mía (que ahora ya es adulta y que por lo tanto puede sostenerse con sus propias piernas), y como siempre uno tiene ganas de estar cerca de sus criaturas para asistirlas. Más allá de este aspecto casi afectivo que cada uno de nosotros siente inevitablemente hacia los compromisos profesionales (que en este caso también son éticos y morales) que absorben las propias energías y el propio tiempo, también hay una convicción de poder dar un modesto aporte a la comprobación de la verdad. Un aporte efectivo en un momento cúlmine como será claramente la etapa del debate, en el que el Fiscal puede ser ayudado por las demás partes, sobre todo por las partes civiles que tienen su mismo interés a que se compruebe la verdad, en un momento neutral e imparcial como el que se presenta al estar ante un Juez que por otro lado es tan competente como esta Corte de este proceso judicial.
-Desde hace tiempo usted es además el abogado de la familia de Attilio Manca, junto al abogado Fabio Repici. A lo largo de estos años la familia Manca ha luchado siempre por buscar la verdad sobre la muerte de su pariente. Una muerte que en muchos aspectos parece estar relacionada con el período que permaneció prófugo Bernardo Provenzano. El pasado 3 de Febrero se llegó al reenvío a juicio de Monica Mileti, la única acusada por la muerte del jóven urólogo. ¿Cuáles son los indicios indagatorios a partir de los cuales hay que partir y cuáles son las perspectivas que existen para llegar a una verdad judicial?
-Antes que nada hay que identificar dos aspectos: los porqué de la verdad aparente y los ribetes de la verdad oculta. Los porqué de la verdad aparente con respecto a los desvíos de información. Que son evidentes y que tienen que ser verificados en profundidad. Luego hay que saber porqué se desarrollaron; identificar el móvil del despistaje puede servir además para esclarecer la verdad oculta. El segundo dato sobre el que hay que concentrarse en la verdad oculta es el viaje a Francia que realizó Attilio Manca, porque no hay duda de que los indicios con respecto a la coincidencia de su viaje paralelamente al de Bernardo Provenzano son muchos y esto se convierte en una clave para aclarar el misterio. En realidad esta investigación nunca ha sido realizada, se ha reconstruido el viaje a Francia de Provenzano, pero nunca se ha investigado sobre el de Attilio, creo que es algo fundamental sobre lo que hay que investigar.
Procurador Franco Roberti Foto InternacionalElPais.Com
-Recientemente ha dicho que, más allá de algunos errores cometidos, sigue creyendo que tiene que hacer lo correcto por su país. ¿Qué significa “hacer lo correcto” en un país a la deriva como el nuestro? -Creo que quienes como yo han dedicado toda su vida y su esfuerzo por un ideal de justicia a través de instrumentos e intereses – por más de 25 años como magistrado, hoy como abogado pero también en una actividad política en la sociedad civil que apunta sobre todo a la reafirmación del sentimiento de justicia – significa intentar seguir sirviendo este ideal tratando de poner de pie a un país que lamentablemente tiene al contrario su nota característica de la injusticia. Italia es un país profundamente injusto, en todo sentido: injusticia legislativa, jurídica, judicial, económica, social, ambiental y hasta incluso fiscal. Hay injusticias de todo tipo. Se han verificado demasiadas injusticias, sobre todo en los veinte años del gobierno de Berlusconi, los que dieron espacio a los verdaderos “desvalores”: el de la ilegalidad, de la impunidad, y de los privilegios antitéticos al concepto de justicia. Por lo tanto creo que hace falta un compromiso de todos para tratar de volver a poner de pie a nuestro país. Ya no son suficientes las pequeñas señales, ni siquiera los grandes esfuerzos de personas individuales. Lo que hay que hacer es crear un sentido de comunidad, una colectividad amplia de esta parte de la Italia de los justos y de los honestos que tiene que liberarse de ser aplastada y que tiene que ser dueña de su país.