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viernes, 25 de noviembre de 2016

Black Friday, consumismo, y los autómatas humanos

Black Friday, consumismo, y los autómatas humanos

Vea bien el video por favor. No se apresure a leer este breve artículo, véalo completo. Son poco más de 7 minutos, un extracto nomás de un fenómeno que puede parecer extraño para algunos, bizarro para otros, e irreal y hasta surrealista para algunos pocos, pero no lo es. Esto es nada más y nada menos que la realidad al desnudo. 


¿Qué vio usted? Déjeme contarle lo que yo vi.

De seguro usted ha tenido la oportunidad de ver películas de zombies ¿no es así? ¿No ve acaso un siniestro parecido entre esas aterradoras producciones cinematográficas y lo que aparece en este grotesco compilado? Pues déjeme decirle que yo sí, yo veo más que un parecido, veo un reflejo, un espeluznante paralelismo.

¿Cuál le parece que es la característica distintiva de un zombie? Quizá sea un comportamiento compulsivo, casi mecánico, como un autómata programado para realizar una cierta tarea, o para perseguir un cierto propósito. En las películas este propósito es alimentarse de seres vivos, sujetos normales (o de sus cerebros). En la realidad es conseguir algo, lo que sea; fíjese que muchos de estos sujetos no saben ni lo que buscan, golpean, aplastan, empujan, sólo manotean desesperados bolsas o cajas y sacan un botín que ni siquiera saben lo que es. Sólo sienten que deben hacerlo. Pero... acaso no nos damos cuenta: es BLACK FRIDAY.

Ese es el nombre del programa que ejecutan, instrucción tras instrucción, sin control, sin conciencia, sin notar qué hay alrededor, sin entender y sin conocimiento de qué es lo que está ocurriendo. "BLACK FRIDAY" fue "descargado" e "instalado" en cada uno de estos sujetos y "BLACK FRIDAY" es el programa que ellos ejecutan.

Un profesional de la informática está familiarizado con esta dinámica, pero nada más que en el reino de los ordenadores, es decir, en un ámbito acotado a dispositivos con un mecanismo definido, que no cuentan con habilidades creativas y que no pueden pensar por sí mismos, sólo seguir instrucciones precisas, paso a paso, sin medir, sin considerar, sin comprender. Pues eso justamente es lo que vemos en este vídeo, máquinas, dispositivos programados para seguir instrucciones.

¿Se puede imaginar un mundo poblado por sujetos así? No necesita imaginación, encienda su televisor, o más sencillo, deténgase unos instantes a mirar a su alrededor. ¿Qué ve? Sí, así es, se ven autómatas a diestra y siniestra ejecutando programas, siguiendo instrucciones. Mire por ejemplo las protestas callejeras15MOcupa Wall Street, ... elija la que quiera. ¿Ve acaso que sobresalen hombres con conciencia, con pleno conocimiento de qué es lo que está ocurriendo? ¿Ve acaso seres humanos coherentes con entero control de sus facultades enfocados en la búsqueda de un objetivo "superior", trascendente? ¿Ve acaso a hombres creando a cada paso nuevas alternativas, nuevos caminos, que no se comportan como ganado arreado al corral?

Pues lamento decirle que yo no veo nada de esto. En cambio, sí se me hace palpable y evidente que estas protestas o marchas, como quiera llamarlas, están plagadas de autómatas que como células de un organismo deben cumplir con lo ya determinado. Un programa ha sido "instalado" en cada uno de estos individuos y este programa está siendo ejecutado. El programa puede llamarse "indignación ciudadana", "estamos hartos", o "abajo el capitalismo",... da igual, es sólo un nombre; las instrucciones son idénticas para cada uno. Apenas existen pequeñas variaciones triviales que poco cambian el curso de los acontecimientos.

Y yo me pregunto, ¿quiénes son los programadores detrás de estos programas? ¿Quiénes son esos sujetos (o grupos, u organizaciones) que conocen a estas máquinas con todo lujo de detalles y diseñan estos programas perfectos que transforman a estos sujetos en verdaderos zombies, verdaderos ejecutores de instrucciones?

Mmmm.... veo que quizá nunca se hizo esta pregunta porque usted es una de esas personas que creen que la realidad es regida por el caos, por la sumatoria de acciones individuales, desconectadas, que todo lo que acontece es el resultado de una ecuación cuyas variables son fundamentalmente humanas y su lógica esencialmente dialéctica, el choque continuo de tesis y antítesis, fuerzas opuestas en pugna y una supuesta síntesis superando la disputa, iterando ad infinitum, en una danza cósmica sin propósito ni sentido.

Si usted piensa de este modo quizá debería reconsiderar su posición, pues es un hecho que las matemáticas y otras ciencias afines han sugerido y argumentado que donde hay patrones regulares (el comportamiento del "autómata" por ejemplo) hay un conjunto de reglas rigiendo este comportamiento, y donde hay reglas hay alguien o algo que las determina, las impone. Es decir, donde hay reglas, existe "un diseño", y ante la presencia de un diseño es posible afirmar con un importante nivel de certeza que ALGUIEN lo diseñó, que en su origen haya un DISEÑADOR.

No se confunda, no estamos hablando aquí de dioses, lo que aquí estamos afirmando es simplemente que cuando estos desconcertantes comportamientos mecánicos y repetitivos se manifiestan en un colectivo de sujetos, es muy probable que exista "algo" o "alguien" que los determine, los imponga, los "instale" en cada individuo que, símil a un ordenador, ejecutará el conjunto de instrucciones destinadas a conseguir una conducta definida.

Considerando lo dicho hasta aquí, es imposible evadir la pregunta de cómo es que estos programas son "instalados" en estos "dispositivos humanos". Bueno, déjeme decirle que esta pregunta no tiene una respuesta sencilla, pero me es posible sugerir que un modo de llevar adelante tamaña tarea puede ser a través de la imposición de ilusiones, de falsas "verdades", de percepciones sesgadas. Sí, si lo piensa sólo un poco podrá darse cuenta de que sin duda las mentiras constituyen auténticos programas que se ejecutan en nuestras mentes y nos transforman en verdaderos autómatas.
Imagen
¿Qué cree usted que ocurre con estos sujetos vulnerables a la programación? ¿Qué determina que estos seres pierdan todo rasgo de individualidad, cualquier atisbo de humanidad? Hay respuesta para estas preguntas. Existen hombres que son extremadamente permeables al manejo y la manipulación. Un especial ejemplo de tales sujetos son los llamados seguidores de autoritarios. Estos son "individuos que básicamente son una pizarra en blanco y que su única estructura de personalidad es la creada por el sistema sociocultural en el que viven. ¡No hay nada más allí! Eso es lo que los hace tan buenos robots, seguidores de tipos patológicos que los utilizan para representar la visión de la mayoría, o al menos, para reforzarla" (extraido de Ley Marcial y el Seguidor de los Autoritarios, de Laura Knight-Jadczyk, ¡recomendable artículo!).

Ahora, ¿qué pensaría usted si le dijera que todos estamos conectados a este colosal "aparato" de programación y que somos vulnerables a sus programas? Una persona mentalmente sana y con ansias de conciencia seguro que se preocuparía y empezaría cuando menos a prestar atención a su comportamiento y al origen del mismo.

Piense en esto. A los sujetos del vídeo se les pudo haber "instalado" un sencillo programa cuyas instrucciones básicas dicen algo así como que "deben aprovechar a como dé lugar las superofertas del BLACK FRIDAY para conseguir cosas que es importante que posean, y que dichos bienes, mayormente de caracter material, cualquiera que sean éstos, son indispensables, fundamentales, esenciales para su vida, su bienestar, y su felicidad". Una vez que se está ejecutando este programa ya no importa si lo que sacan de una caja, una bolsa o un aparador de una tienda es un televisor, una plancha, una XBOX, una moladora, una caña de pescar o una pack de papel higiénico. Tampoco importa si para conseguirlo tuvieron que amasijar al que estaba a su lado, destruir una persiana, atropellar a quien esté en frente, o quizá hasta matar a quien sea de algún modo un potencial obstáculo.

¿Qué significa realmente hoy día tener una buena "calidad de vida" cuando la felicidad se mide según la cantidad de objetos materiales que uno posee, cuando los demás pasan a segundo plano, cuando las relaciones interpersonales, la ayuda mútua, la compasión y el respeto no entran dentro de la ecuación, ya que no tienen valor monetario alguno? ¿Acaso todas esas mentiras y esa programación nos han despojado de lo que significa ser humanos? ¿Acaso lo que yo veo en ese video es un síntoma de la robotización del alma, por así llamarla? ¿Qué futuro promete esto para las nuevas generaciones, para nuestros hijos y nietos?

¿Mucho para pensar no? Hablando de hijos y nietos permítame despedirme con una interesante referencia. No hace mucho tuve la oportunidad de leer un cuento que a mi juicio representa con magistral realismo a través de una sencilla metáfora los tiempos actuales, y más aún, los tiempos venideros. En él se delinea una marcada diferencia entre dos tipos de hombres: aquellos que responden como soldados a la manipulación, y aquellos que con un destello de conciencia vislumbran lo trascendente. Lamento tener que decir que hay una extraordinaria similitud entre el comportamiento de los primeros y los sujetos del video (me tomo el atrevimiento de sugerirle al lector que le eche un ojo al cuento para ver cómo les va a estos sujetos).

Tomando todo esto en perspectiva, lamentablemente me veo sentenciado a pensar que semejante comportamiento no es más que otra "Señal de los tiempos".
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Mauricio Santecchia (Profile)
Nacido en Argentina, Mauricio Santecchia es un Analista de Sistemas Informáticos especializado en consultoría en las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones.
Desde el año 2011 es parte del equipo de editores de SOTT.

miércoles, 11 de junio de 2014

De la comida basura a los alimentos ‘milagro’


Vivimos obsesionados por comer bien y nunca antes habíamos comido tan mal. Los estantes de los supermercados están repletos de patatas fritas, bebidas azucaradas, chocolates, congelados, conservas, bollería. Nos venden una gran variedad de comida desnaturalizada, procesada, con un “max mix” de aditivos varios, que tiene un impacto negativo en nuestra salud. Sin embargo, los mismos que con una mano comercializan dichos productos con la otra nos ofrecen alimentos funcionales, “milagrosos”, para combatir precisamente los efectos perniciosos de este tipo de alimentación “moderna”. El negocio está servido.
Enfermos y gordos
La “dieta occidental”, como señala el periodista Michael Pollan en su bestseller ‘El detective en el supermercado’, es responsable de muchas de nuestras enfermedades. “Cuatro de las diez primeras causas de mortalidad hoy día son enfermedades crónicas cuya conexión con la dieta está comprobada: cardiopatía coronaria, diabetes, infarto y cáncer”, afirma. Una “dieta occidental”, con muchos alimentos procesados, mucha carne, mucha grasa y mucho azúcar añadido, que nos enferma y engorda. A principios del siglo XX, como señala Pollan, un grupo de médicos observó que donde la gente abandonaba su forma tradicional de comer y adoptaba la “dieta occidental”, pronto aparecían enfermedades como la obesidad, la diabetes, los problemas cardiovasculares y el cáncer, que se bautizaron como “enfermedades occidentales”.
El relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación Olivier de Schutter coincide en el diagnóstico: “Las dietas poco saludables son un riesgo mayor para la salud mundial que el tabaco”. Y añade: “Los Gobiernos han puesto el foco en aumentar la cantidad de calorías disponibles, pero muy a menudo han sido indiferentes acerca de qué tipo de calorías ofrecen, a qué precio, para quién son accesibles y cómo se comercializan”. No en vano, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es responsable, en todo el mundo, de 3,4 millones de muertes al año.
Estados Unidos es el máximo exponente de esta deriva: un 75% de los estadounidenses tiene sobrepeso o son obesos, un 25% padece síndrome metabólico, con mayores probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes, y entre un 4% y un 8% de la población adulta tiene diabetes tipo 2, según recoge la obra ‘El detective en el supermercado’. Los datos de la OMS ratifican esta tendencia a escala global: desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo. Actualmente, 1.400 millones de adultos tienen sobrepeso, y de estos 500 millones son obesos.
En el Estado español, la tasa de obesidad infantil no ha hecho sino aumentar en los últimos años convirtiéndose en una de las más altas en Europa. Según el programa Perseo, del Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, se calcula que la obesidad afecta al 20% de los niños y al 15% de las niñas entre 6 y 10 años. En lo que se refiere a la población en general, las cifras son, también, muy elevadas. El estudio Enrica, promovido por el Gobierno, señala que el 62% de la población tiene exceso de peso, y de ésta el 39% padece sobrepeso y el 23% obesidad.
Una situación que no ha hecho sino agudizarse con la crisis. Cada vez más personas con menos ingresos son empujadas a comprar productos baratos y menos nutritivos. El libro blanco de la nutrición en España así lo afirma: “En la actual situación de crisis económica las conductas de los consumidores también se han visto afectadas. Seleccionan opciones más económicas tanto a la hora de decidir el lugar dónde comprar alimentos y bebidas, como el tipo, calidad y cantidad de productos”. Con la crisis, la dieta de quienes menos tienen se deteriora rápidamente. Se compra poco y barato y se come mal. Uno de los productos que más ha aumentado su consumo, por ejemplo, son los dulces envasados (galletas, chocolates, sucedáneos, bollería y pastelería), con un incremento del 3,8% entre 2012 y 2013, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Los gordos, paradójicamente, en general, son los que menos tienen, y, en consecuencia, peor comen. Mirando el mapa de la península queda claro: las comunidades autónomas con mayores índices de pobreza, como Andalucía, Canarias y Extremadura, concentran las cifras más elevadas de población con exceso de peso. La posición de clase determina, en buena medida, qué comemos. Y la crisis no hace sino acentuar la diferencia entre comida para ricos y comida para pobres.
Doctor Jekyll y Mister Hyde
Sin embargo, los mismos que promueven una comida basura, de muy baja calidad, con un impacto negativo en nuestra salud, son quienes nos venden “alimentos milagro” para adelgazar, controlar el colesterol, reducir el estreñimiento, fortalecer el sistema inmunitario, mantener la densidad ósea. Al más puro estilo Doctor Jekyll y Mister Hyde es como actúan las grandes empresas de la industria alimentaria.
Panrico afirma vender pan, con “una miga como la del pan de siempre”. Mis abuelos, creo, no opinarían lo mismo. Más allá de los cuestionables ingredientes y resultado de su pan, ofrece, también, Donuts Original, Donuts Bombón, Donettes, Donettes Rayados, Donettes Nevados, Bollycao Cacaco, Dip Dip, Palmera de Choco, la lista continúa. Pero como toda buena industria de la comida, si nos “pasamos” con tanta bollería, Panrico nos ayuda a combatir esos kilitos de más con su Panrico Línea, “para quien le gusta cuidarse sin renunciar a su delicioso sabor”, como lo define la empresa, o Panrico Integral, con alto contenido en fibras. Panrico tiene pan pá todo.
Nutrexpa, por su parte, nos vende Cola Cao Original, que de padres y madres a hijas e hijos y nietos y nietas, nos repite, es “el desayuno y merienda ideal”. Nutrexpa, siempre pensando en los más pequeños, vende también Nocilla, muy “natural” con “leche, caco, avellanas y azúcar”, ¿recuerdan?, y Phoskitos, con adhesivos y artefactos varios, que ahora saca nueva línea, el tiempo pasa pero el Phoskito no, con Mini Phoskitos Hello Kitty y Phoskitos Bob Esponja. Su gama de productos no acaba aquí, e incluye galletas Cuétara, Chiquilín, Artiach, Filipinos. Aunque con tanto sobrepeso y obesidad infantil, su línea de galletas Fibra Línea o 0% azucares, así como el Cola Cao Cero o, aún mejor, el Cola Cao Cero con Fibra están aquí para echarnos una mano.
Danone es el rey. Vende un gran abanico de yogures de fresa, coco, plátano, macedonia, piña, limón. Aunque lo único que tienen parecido a la fruta es el sabor y el color. En su gama de postres destacan, desde siempre, las natillas de vainilla y chocolate, que nos acompañaron de pequeños, y, más recientemente, las de oreo y choco blanko, para las nuevas generaciones. No sea que con el paso del tiempo se pierdan las costumbres… y se abandone la marca. Sorprendentemente, estos productos se clasifican en su web al margen de los que la empresa incluye en el apartado de “buenos hábitos”. ¿Será que no lo son? ¿Al webmaster le habrá traicionado el subconsciente? Es en esta sección de productos donde Danone despliega toda su, teórica, preocupación por nuestro bienestar y ofrece desde yogures Activia, “la forma más deliciosa -como dicen- de ayudar a tu salud digestiva”, pasando por los Actimel y “su exclusivo L-Casei, que incorpora las vitaminas B6 y D” hasta el Danacol Sin Lactosa que favorece, afirman, “una dieta sana y equilibrada que ayudará a reducir el colesterol”. ¿Qué más podemos pedir?
Modus operandi
Su modus operandi no falla. Primero, la publicidad. Tanto para vendernos lo uno como lo otro. Aunque entre un Danone Fresa y un Danacol no haya tantas diferencias más allá del marketing nutricional. La inversión publicitaria no escatima recursos económicos. En 2005, por ejemplo, la industria alimentaria de Estados Unidos gastó más de 50 mil millones de dólares en publicidad, más que ninguna otra industria del país. Coca-Cola, en concreto, desembolsó 2.200 millones de dólares, un total muy superior al conjunto del presupuesto de la Organización Mundial de la Salud, como recoge el libro ‘Un planeta de gordos y hambrientos’ de Luis de Sebastián. Los pequeños a menudo son su público objetivo principal. Como afirmaba Tim Lobstein director de The Food Commission en un debate en la BBC inglesa: “Vivimos en un entorno que ha sido bautizado como ‘obesogénico’, lleno de estímulos que nos animan a comer, a hacer menos ejercicio y sobre todo a consumir. Se trata de un entorno gestionado comercialmente”.
Segundo, la culpabilización. Somos culpables por comer mal, engordar, enfermar. Si engordas, dicen, es que no tienes fuerza de voluntad. Tienes que sacrificarte, afirman. Nos venden el paradigma de la perfecta mujer y del perfecto hombre, como si fuera tan fácil caber en un talla 38. En definitiva, la culpa es nuestra. Mientras, esconden las causas estructurales de tanta gordura y enfermedad. Aún recuerdo a mi antiguo jefe como, a veces, para desayunar pedía en el bar un chucho de crema, “rebozado” con azúcar blanco, y un café con leche eso sí con sacarina. Nos hartamos de comer mal, para luego sacrificarnos y comer, supuestamente, bien. Todo un negocio, el de culpabilizar a nuestro estómago.
Tercero, el producto “milagro” y el experto. Los mismos que nos venden comida de mala calidad nos dan lecciones de nutrición y nos ofrecen alimentos funcionales, que contienen componentes que -dicen- benefician la salud: leches enriquecidas con ácidos grasos omega-3, ácido fólico, fósforo y cinc; yogures con calcio, vitaminas A y D; cereales fortificados con fibra y minerales; zumos con vitaminas. Aunque tanto producto de qué serviría sin un “buen” experto u organización “especializada” que lo avalara. La Fundación Española del Corazón es una habitual en prestar su imagen para respaldar dichos productos, lo que le ha valido importantes críticas por parte de la comunidad científica. Entre sus “apadrinados” se encuentra la margarina Flora Original con Omega-3 y 6 de Unilever, elDanacol, leche fermentada con esteroles vegetales añadidos, de Danone, el suplemento MegaRedcon Omega-3, el Agua de Firgas con bajo contenido en sodio y alta concentración de calcio y magnesio. Pero, ¿cuánto dinero habrá recibido la Fundación Española del Corazón por sus servicios? Eso, no se sabe. En todo caso, si es una empresa de la industria alimentaria coloque un “experto” en su vida, parece que ganará credibilidad, sea cierto o no lo que cuente, y aumentará las ventas.
¿Cómo alimentarnos bien?
Visto lo visto, ¿qué podemos hacer para comer bien? Como decía Michael Pollan se trata de “comer comida”, lo que no es tan sencillo como parece. “Antes lo único que se podía comer era comida, hoy encontramos en el supermercado miles de otras sustancias comestibles parecidas a la comida” afirma en su libro ‘El detective en el supermercado’. Y añade: “Si le preocupa la salud, quizá debería evitar los productos de los que se hacen afirmaciones de propiedades saludables. ¿Por qué? Porque este tipo de afirmaciones sobre un producto alimenticio hacen suponer que no se trata realmente de comida”. Un sinsentido: se desnaturalizan los alimentos, para luego vendernos otros artificialmente naturales, que nos dicen son mejores.
La industria alimentaria y su publicidad han estigmatizado la comida de siempre. Nos han hecho creer que tomar fruta, verdura, legumbres y cereales era cosa de pobres. ¿Qué sentido tiene exprimir unas naranjas? Si podemos tomar un Bifrutas Mediterráneo Pascual, no solo con naranja sino, también, con melocotón y zanahoria y leche y con 0% de materia grasa y vitaminas A, C, E. ¿Por qué perder el tiempo en pelar patatas, zanahorias y cebolla para una crema cuando puedo comprar un Sopinstant de verduras Gallina Blanca ya preparado y, como dicen, “bajo en grasa, con menos sal y sin conservantes”? Parece que la comida de siempre ya no tienen “glamour”.
Sin embargo, en los últimos tiempos, las cosas han empezado a cambiar. Cada vez son más las personas que se preguntan qué comemos, de dónde viene lo que ingerimos, cómo se ha elaborado. La multiplicación de escándalos alimentarios y el auge de algunas enfermedades han encendido las luces de alarma. El consumo de productos ecológicos, campesinos, locales, de temporada aumenta, aunque representa tan solo un porcentaje pequeño del consumo global. Comer bien implica avanzar en esta dirección, reapropiarnos de aquello que comemos, exigir que la producción de alimentos responda a las necesidades de las personas, tenga en cuenta al campesinado y a la Tierra, y no se supedite a los intereses económicos de la industria de la comida.
Comer bien implica comer natural. Y aunque algunos digan que los alimentos naturales son un timo, lo que sí es un timo es cuando la industria, a través de tanto alimento funcional y “milagroso”, nos quiere vender gato por liebre. Como dice Michael Pollan, “no coma nada que su bisabuela no reconocería como comida”.
Esther Vivas  /  Público.es

miércoles, 26 de febrero de 2014

Los psicópatas en el poder y el inminente colapso de la sociedad global (¡Todo es tu culpa!)



¡Upss!
Realmente no puedo hacer comentarios con conocimiento de causa sobre las sociedades del Este, excepto para señalar a los trabajadores esclavos chinos que producen montañas de basura plástica para que las naciones de Occidente las usen y luego las desechen en la tierra o en el océano; al rol de Medio Oriente como un objetivo de bombardeo, un campo de reclutamiento de "terroristas" y una fábrica de guerras civiles para los belicistas de Occidente; y al Sudeste Asiático y a África como un bloque de nuevas "naciones" nacidas del "afán del hombre blanco" por civilizar a sus habitantes a través de una brutal colonización, y así garantizarles "independencia" en forma de una eterna deuda con los bancos de Occidente.

Por otro lado, en el Oeste, donde vivo, puedo decir con confianza que nuestra moderna sociedad, sus convenciones políticas y sociales, su moral y costumbres, han pasado ya su fecha de expiración y está certera y definitivamente moribunda.

Si yo fuera un caricaturista político o social, la imagen sería la de un enorme cadáver putrefacto con gruesas capas de maquillaje y rociado con perfume barato, manejado como una marioneta por la mano de un codicioso banquero insertada en su trasero haciéndolo hablar y moverse para engañar al público, llevándolos a pensar que efectivamente tienen un futuro por el que vale la pena esperar.

Encabezando el elenco en esta tragicomedia (con énfasis en lo de "tragi") encontramos a nuestros líderes psicopáticos y sus prostituidos medios de difusión tratando con esmero de convencernos de que simplemente todo está bien. Pero el olor, que apesta a mentiras, y la grosera contradicción entre lo que ellos dicen y lo que todos nosotros podemos ver (si vemos), está haciendo cada que sea vez más difícil creerles, a pesar de nuestro pensamiento deseoso.

Considere esto:

La pedofilia, que ha existido en secreto en las "altas esferas", ha salido en los últimos años del ropero en la forma de un amado animador televisivo británico llevado a juicio acusado de haber abusado de miles de niños en los vestuarios de un estudio de TV, en habitaciones de hospitales, y en su casa, durante las últimas décadas. En respuesta a esta revelación, los medios y los "expertos" británicos han buscado proteger a los criminales, o convencer al público de que deberían aceptar la pedofilia como una "orientación sexual normal".

El Reino Unido es uno de los estados más vigilados del mundo, ostentando una cámara CCTV por cada 11 habitantes. Las cámaras CCTV en las carreteras británicas capturan 26 millones de imágenes de civiles en sus automóviles cada día. Hay sólo 34.5 millones de vehículos con licencia para circular en las carreteras británicas. George Orwell es un bebé de pecho.

La mayoría de los niños británicos y norteamericanos no juegan fuera de sus hogares, "juegan" dentro, entregando sus mentes con frecuencia a violentos videojuegos. Esta particular actividad de "esparcimiento" no necesariamente los transformará en niños y adultos violentos, pero ciertamente afectará sus cerebros obstaculizando el desarrollo de la empatíay dejándolos "moralmente inmaduros", al igual que la sociedad en general. EE.UU. y el Reino Unido han sistemáticamente desbaratado los intentos por restringir el acceso de los niños a los videojuegos violentos y, sin embargo, en el aeropuerto Heathrow, por ejemplo, los guardias de "seguridad" confiscan de la mano de los niños figuras de acción, pequeños juguetes violentos y peligrosos hechos de plástico (fabricados en China).
En Francia, un popular comediante con inclinación a señalar la corrupción, los intereses creados y las lealtades divididas de los políticos, ha sido flagrantemente censurado por los políticos mismos. El censor en jefe, el Ministro Francés del Interior Manuel Valls, es un rabioso defensor de los ideales "Sionistas". Los "ideales Sionistas" al desnudo son poco más que la insaciable codicia y sed de sangre de los psicópatas.

© Desconocido
Un terrorista de cosecha propia sin hogar con una frazada ilegal planeando un ataque sobre una gran ciudad norteamericana
En EE.UU., con casi 50 millones de personas viviendo con cupones de comida y la pobreza y el desempleo en un constante aumento, el Estado ha aprobado leyes criminalizando a los sin techo, como la ley aprobada en Florida que prohíbe a los sin techo cubrirse con una manta. Para resolver el embarazoso problema de los cupones de comida en la "tierra de las oportunidades", la élite de EE.UU. decidiórecortar la emisión de 5 billones de dólares en cupones a fines de este año. Mientras tanto, una corte de los EE.UU. ha declarado que una persona rica que mata a una persona pobre no es culpable de asesinato, pues son ellos mismos "víctimas" de su propia riqueza y privilegios que hacen que crean que la ley no se aplica para ellos, y por lo tanto, como el juez declaró, la ley no se aplica para ellos. No debería ser demasiado difícil ver cómo este precedente podrá ser usado por la "élite" criminal de todas las tendencias.

El 33% de los norteamericanos tienen diabetes o prediabetes. En el Reino Unido la cifra es del 17%. La diabetes está directamente relacionada con la dieta típica occidental que es alta en carbohidratos y azúcar. Ambos, diabetes y azúcar (carbohidratos), pueden estar ligados al cáncer. Se predice que el número de cánceres sufridos en todo el mundo se incrementará un 70% en los próximos 20 años. Más allá de los hechos, y de las obvias conclusiones que pueden resultar de ellos, los gobiernos occidentales continúan haciéndoles reverencias a los grandes intereses comerciales y promueven una dieta alta en carbohidratos (azúcar) para todo el mundo.

70 millones de norteamericanos son prescriptos con drogas que alteran la mente. No puedo culparlos, aunque esto no va a beneficiar a nadie exceptuando a las corporaciones farmacéuticas y a sus amigos en el Gobierno. Mientras tanto el tabaco, una substancia que reduce el estrés significativamente cuando no es mezclada con aditivos, sufre el embate de múltiples legislaciones en contra, con el apoyo de millones de ovejas perdidas y desorientadas.

Israel continúa con su experimento de 60 años de gestionar el campo de concentración más grande del mundo en Palestina, y se sale con la suya, constantemente, recordándoles a todos que el sufrimiento judío en los campos de concentración supera a cualquier otro sufrimiento, a pesar de que los números sobre los que insisten tanto, no son tales. El Estado Sionista mantiene en Europa y EE.UU. a los políticos a raya mediante el chantaje (ver red de pedofilia arriba) y el soborno, asegurándose de que todo el mundo acepte que la dominación de "aquel pequeño país de mierda" es necesaria para "salvaguardar la libertad y la democracia" en todo el mundo. "¡Nunca más!" significa "Nunca más a menos que los israelíes y los psicópatas en los gobiernos de Occidente lo hagan", en cuyo caso, ¡abran fuego! Honestamente, ¿cómo podrían obtener el consentimiento de la gente para cometer actos de genocidio si no es provocando un acto previo de genocidio en frente de ellos y de sus conciencias?

El Gobierno de los EE.UU. y la CIA han marcado el comienzo de un nuevo mundo feliz donde los drones militares asesinan indiscriminadamente personas inocentes en "tierras lejanas", mientras que 30 mil variantes "civiles" de esas "parcas flotantes" que fueron repatriadas no serán usadas para asesinar norteamericanos, sino sólo para espiarlos (al menos eso dicen por ahora). ¡Seguro! Pero eche un vistazo a este nuevo juguete psicopático; acercándose a los cielos sobre su cabeza... pronto.

Las fuerzas policiales de EE.UU. han matado a 5 mil norteamericanos civiles desde el año 2001, resultado de la militarización de las mismas fuerzas, la cual fue justificada con el ataque del 11 de Septiembre cuando el Gobierno norteamericano junto a Israel asesinaron 3 mil civiles para justificar la expansión del imperio, la introducción de los drones asesinos, y la militarización de las fuerzas policiales para mantener a los ciudadanos dentro de sus hogares o eventualmente muertos.

© Desconocido
Drones domésticos. ¿Lo ve? Sin misiles... por ahora.
"Al-Qaeda" es un nombre dado a los matones islámicos psicopáticos empleados por la CIA. Ellos son usados alrededor del mundo por la CIA para llevar a cabo actos "terroristas" contra objetivos civiles, los cuales son al mismo tiempo usados para presionar a los gobiernos extranjeros para que se hagan a un lado o acepten las pautas impuestas por el Gobierno de EE.UU. en relación a los "derechos" de corporaciones norteamericanas a la explotación de los recursos naturales de naciones supuestamente soberanas. Es un juego tomado directamente del libro de reglas de los "servicios" de protección de la mafia, ajustado a la "diplomacia" internacional: "Nosotros quitaremos a nuestros los "terroristas islámicos" de sus espaldas si ustedes nos pagan esta protección con dinero en la forma de acceso a los recursos de su nación y nos permiten instalar bases militares en su territorio para proteger nuestros recursos su país de nuestros los terroristas islámicos". ¿Lo ve?

Si lo intenta aunque sea sólo un poco, estoy seguro de que encontrará muchos más ejemplos de cuan alto en la escala de los "patológicamente jodidos" nuestra "civilización" Occidental ha llegado. Pero hay más en esta situación que sólo una sociedad al borde del colapso interno. Mientras que hemos estado ocupados dando permiso a los psicópatas en el poder para que con absoluto descaro destruyan nuestra "forma de vida", el entorno ha estado ocupado mostrándonos cuan jodidos estamos por actuar de un modo tan estúpido y absurdo. (A propósito, estos son términos técnicos).

El "Cambio Climático" está sobre nosotros, pero ese término no hace justicia al nivel de caos que ha estado reinando en nuestra biósfera los últimos 10 años. Erupciones volcánicas; terremotos; huracanes; tornados (y ahora en lugares donde los tornados nunca ocurrieron antes); socavones devorando personas, vehículos, lagos y todo un vecindario; muerte masiva de animales; inundaciones récord; tormentas de nieve de proporciones épicas; y bolas de fuego y meteoritos lloviendo sobre nuestras cabezas (literalmente) que se han incrementado dramáticamente en intensidad y frecuencia en los años recientes. Para complicar el asunto, el rendimiento de los cultivos ha descendido dramáticamente en los últimos años como resultado del "extraño clima", y la escasez de alimentos ya está siendo discutida en la ONU mientras sus miembros degustan una champaña bien fría.
© Desconocido
Sólo las “habituales” tormentas de invierno con olas de 10 metros en el sur de Inglaterra. Pasa todo el tiempo en realidad...
Desafortunadamente, las posibilidades de que estos estremecedores eventos hagan que los seres humanos normales se detengan un momento e intenten comprender que ocurre, han sido seriamente suprimidas por la interferencia de los habituales psicópatas, quienes han montado una decidida campaña para culpar del caos climático y de la amenaza que representa a los seres humanos. Irónicamente, culpar a los seres humanos del desarrollo de un "trastorno de personalidad" de nuestra biósfera no está tan lejos de la realidad, a excepción del hecho de que la fuente del problema no tiene nada que ver con nuestras emisiones de CO2.

El efecto de la ponerización perpetrada por los psicópatas en el poder, ha resultado en premios Nobel, siendo otorgados a mentirosos o a dementes psicopáticos como Al Gore por su patológico entusiasmo en la promoción de la estafa del "calentamiento global", la cual provocó no sólo que la gente no entienda la verdadera naturaleza del "cambio climático" (incluso sobre el nivel de GW, éste es un enfriamiento, no un calentamiento) sino que además las verdaderas causas de éste.

Como es arriba es abajo (o viceversa); así como el modo psicopático de pensar y actuar se apodera y hace metástasis en una sociedad de seres humanos anteriormente normales para que finalmente sobrevenga la muerte, nuestro planeta, del cual como especie somos parte, reacciona de un modo dramáticamente similar. Es difícil decir qué será primero, y quizá es más exacto decir que la relación entre la raza humana y el planeta (o el Universo en general) toma la forma de un bucle que se retroalimenta. A medida que el caos en la sociedad humana se incrementa, más caos sobreviene sobre el entorno, lo cual precipita más caos en la sociedad humana... y así vamos en franco descenso.

El asunto parece ser que, como un experimento llevado a cabo sobre nuestra moderna civilización humana bajo la tutela de los psicópatas, nuestra sociedad global ha ido tan lejos como es posible y ha obtenido los resultados esperables: un colapso completo que se avecina, seguido por un borrón y cuenta nueva planetario.

Espero que todo el mundo disfrute (y quizá incluso aprenda) de la experiencia.

PD: usted ya sabe que las cosas se ven bastante mal cuando se busca "causas de colapso social" en Wikipedia; los resultados se ven similares a la decadencia actual, claramente visible en las últimas noticias.
"Los factores comunes que pueden contribuir a los colapsos sociales son económicos, ambientales, sociales y culturales, aunque ellos manifiestan efectos combinados como si fuera todo un sistema fuera de balance. En algunos casos, un desastre natural (por ejemplo un tsunami, un terremoto, incendios masivos, o cambios climáticos) puede que parezca que es una causa inmediata. Otros factores, como una catástrofe Maltusiana, superpoblación o agotamiento de los recursos podrían ser la causa inmediata de un colapso. Una significativa inequidad puede combinarse con falta de lealtad a un estructura de poder centralizada, y resultar en una oprimida clase social baja levantándose y arrebatándole el Poder a unareducida élite adinerada".
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Joe Quinn
Un reconocido Cyber-ensayista y autor de medios impresos, Joe ha estado escribiendo contundentes editoriales para Sott.net por 8 años y es el autor de los The Sott Report Videos de Sott.net. Sus artículos han aparecido en muchos sitios alternativos y ha sido entrevistado en varios programas radiales de Internet. Sus artículos pueden ser encontrados tambien en su blog personal JoeQuinn.net

jueves, 12 de diciembre de 2013

“Comprar, tirar, comprar”: La historia secreta de la Obsolescencia programada

¿Por qué los productos electrónicos duran cada vez menos? ¿Cómo es posible que en 1911 una bombilla tuviera una duración certificada de 2500 horas y cien años después su vida útil se haya visto reducida a la mitad? 
El documental, dirigido por Cosima Dannoritzer y coproducido por Televisión Española, es el resultado de tres años de investigación, hace uso de imágenes de archivo poco conocidas; aporta pruebas documentales de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo y muestra las desastrosas consecuencias medioambientales que se derivan.
También presenta diversos ejemplos del espíritu de resistencia que está creciendo entre los consumidores y recoge el análisis y la opinión de economistas, diseñadores e intelectuales que proponen vías alternativas para salvar economía y medio ambiente.