Más de un centenar de incendios arrasan en estos momentos los montes del norte de España, concretamente, de Cantabria, donde esta tarde permanecían activos un total de 65 fuegos de los 83 que han llegado a coincidir, y de Asturias, donde se han contabilizado 55 fuegos, de los cuales 19 estaban controlados esta tarde.
© Pedro Puente Hoyos EFE
Efectivos de la UME en los montes próximos a Bárcena Mayor.
También se han originado focos en el País Vasco y Navarra. Los bomberos trabajan a destajo, si bien las fuertes rachas de viento, de hasta 130 km/h., están complicando las labores de extinción. [CONSULTE EL MAPA]


Cantabria se enfrenta a una de sus mayores catástrofes ambientales con una oleada de incendios forestales, la mayoría de ellos provocados, que han consumido ya más de 2.000 hectáreas de alto valor ecológico. La situación se ha agravado en los últimos dos días y este lunes llegaban a declararse 83 focos simultáneos, el último de ellos esta misma tarde en el pico de La Capia, en el municipio de Torrelavega (Cantabria), próximo a las vías de Renfe, en el límite con Riocorvo.

Además, se ha apagado un foco en el Alto de las Cruces, en Caseríos, que está siendo controlado por los bomberos debido a la proximidad de una vivienda, informa el Ayuntamiento. Estas actuaciones es suman a las desarrolladas durante la jornada ante los focos detectados en las laderas de Jaido, zona próxima a 'Minas Nieves', que afecta a una considerable masa forestal de eucalipto, y donde el humo está siendo empujado por el fuerte viento y trasladado hacia distintas zonas de Viérnoles, especialmente el barrio de Hoz, y Riocorvo.

Desde los servicios municipales de Protección Civil se asegura que ni las viviendas y caseríos de la zona, ni sus habitantes corren riesgo. Aún así, recomienda a los vecinos de estas zonas que no salgan de sus domicilios, y que mantengan bien cerradas puertas y ventanas, para no verse afectados por la densa humareda que afecta a dichas áreas.

Máxima emergencia

Los recursos de Protección Civil y Medio Rural puestos en acción por el Gobierno regional se vieron desbordados ya el mismo domingo, por lo que hubo que activar el protocolo de Infocant, en su máximo nivel de emergencia, y demandar la presencia del Ejército.

Desde la Navidad pasada Cantabria vive al socaire del viento sur, un viento que impide la lluvia y aviva los fuegos, cuyos focos no tardaron en proliferar entre el sábado y el domingo, de un modo que desbordó los recursos de protección. Más de 400 personas se encuentran combatiendo el fuego, a lo que se han sumado 280 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y seis hidroaviones del Ministerio de Agricultura, así como el helicóptero de Protección Civil, que no pudieron actuar precisamente por las fuertes rachas de viento sur que llevaron a la Agencia Española de Meteorología (Aemet) a activar la alerta naranja en la Comunidad.

Las principales áreas afectadas han sido los parques naturales Saja-Besaya y Collados del Asón, ambos pertenecientes a la Red Natura 2000, y aunque no ha corrido peligrose ha visto en riesgo la vida de nadie, en la noche del sábado al domingo, se pensó en el desalojo de Bárcena Mayor, una localidad de extraordinario valor paisajístico y urbano, dada la proximidad de las llamas.

En esta zona de Cabúerniga-Los Tojos, especialmente en el entorno de la citada localidad de Bárcena Mayor y junto con las cuadrillas y la guardería de la Dirección General del Medio Natural y efectivos del 112, están desplegados 89 militares de la Unidad Militar de Emergencias UME, que desplazaron 12 autobombas, 2 camiones nodriza, vehículos auxiliares y equipos de telecomunicaciones. Otro destacamento de la UME de similares características se incorporó a lo largo del día a los trabajos de extinción en el Valle del Besaya y una tercera unidad, en la zona del Alto Asón.

La lluvia llega a Asturias

La lluvia que ha empezado a caer esta tarde en Asturias se espera que ayude a apagar los fuegos de las últimas horas, después de que el fuerte viento de la mañana, con rachas en algunas zonas de hasta 100 kilómetros por hora, incrementara hasta 55 la cifra de incendios forestales registrados en el Principado a última hora de la tarde, la mayoría en la zona centro y oriental de la región. De ellos 19 ya están controlados según la última información del Servicio de Emergencias del Principado, el (SEPA).

Además de estos incendios hay otros 19 focos que están siendo revisados. En total están trabajando en las labores de extinción unas 200 personas entre bomberos, trabajadores de empresas forestales y agentes del Medio rural a los que desde primeras horas de la mañana se unieron miembros de la Unidad Militar de Emergencias con otros 36 militares con seis autobombas y dos nodrizas.

Sobre el origen de los más de 150 incendios que se han registrado en el Principado desde hace ya 10 días, el Consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, señalaba que no será hasta que los fuegos se den por extinguidos cuando pueda empezar a esclarecerse su origen. Pero desde la Administración ya han pedido la colaboración ciudadana para que si alguien ve un fuego o al posible autor, lo comunique a las autoridades para acabar con una "plaga" que dijo, está poniendo en peligro a las personas y los bienes, además de las masas forestales de la región.
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El fuego desatado en la localidad vizcaína de Berango. 
Además, en las últimas horas la Guardia Civil ha detenido a un vecino de Oviedo por un delito forestal por imprudencia. Fue el hombre el que dio aviso al 112 cuando se encontraba apagando un fuego en el concejo de Villaviciosa. Cuando llegaron los bomberos sospecharon que el fuego había sido provocado por cigarrillos o una quema de rastrojos. Tras prestar declaración, quedó en libertad. Es la primera detención que se produce en el Principado relacionada con los incendios.

En los últimos 10 días se han declarado en montes de distintos puntos de la geografía asturiana decenas de incendios que han arrasado cientos de hectáreas de monte bajo y arbolado, aún por cuantificar por los servicios de emergencia.Los incendios que aún permanecen activos se reparten por gran parte de la geografía asturiana, en los concejos de Langreo, Sobrescobio, Lena, Laviana, Ribera de Arriba, Caso, Bimenes, Aller, Nava, Grandas de Salime, Parres, Llanes, Cangas de Onís, Piloña, Cabrales, Amieva, Ponga, Ribadesella, Tineio, Quirós, Proaza, Peñamellera Baja, Grado, Salas, Candamo y Cangas del Narcea.

Fuego en el País Vasco

En el País Vasco, el principal foco de preocupación estuvo en el municipio Berango, una localidad próxima a Bilbao y limítrofe con Guecho, en la que un incendio forestal declarado a las 20.30 horas del domingo quemó al menos 120 hectáreas de monte. Durante algunas horas, existió incluso el riesgo de que el fuego alcanzara una zona de polígono industrial y el cementerio de la localidad. Como medida de precaución, la noche del domingo se desalojaron varias viviendas de Sopelana, el municipio que limita al norte con Berango, aunque los vecinos pudieron volver enseguida a sus casas.
© EFE Miguel Toña
Medios aéreos tratan de extinguir el la en la localidad vizcaína de Berango.
El metro de Bilbao también sufrió las consecuencias del incendio con retrasos entre las estaciones de Leioa y Larrabasterra, afectado por fallos en el suministro eléctrico. Además una carretera de la red secundaria entre Berango y Sopelana permaneció cortada al tráfico durante todo el día. Ninguna persona fue dañada por el fuego, incluyendo a las que trabajaron en las labores de extinción.

El fuerte viento sur que azotó el País Vasco durante la jornada de el lunes complicó las labores de extinción. Ya antes del incendio se había decretado la alerta naranja por rachas que llegaron a superar los 100 km/h. Además, la zona en la que se originó el fuego es de difícil acceso y muy escarpada. Este incendio quedó prácticamente controlado a primera hora de la tarde. Dos hidroaviones del Ministerio de Medio Ambiente fueron enviados hasta la zona crítica con 5.500 litros de descarga. Los refuerzos aéreos del Gobierno central se sumaron a las más de cien personas, entre bomberos y agentes forestales, que estuvieron trabajando desde la noche del domingo para extinguir el fuego con medios terrestres.

Las autoridades vizcaínas eluden pronunciarse hasta el momento sobre si hay indicios de que el fuego fuera provocado, ya que señalan que la prioridad única es la labor de extinción. El domingo se declararon varios incendios más en Bilbao, Leioa, Ispaster y Ereña en Vizcaya y en el municipio guipuzcoano de Deba, aunque todos ellos fueron extinguidos sin excesivos problemas por parte de los bomberos.

Navarra

Por otra parte, los bomberos han estabilizado el incendio de Arantza (Navarra), donde un dispositivo de unos 60 efectivos continúa trabajando para controlarlo y refrescar el terreno con el fin de evitar que el fuerte viento provoque que pequeños restos incandescentes prendan en nuevas zonas.

Así lo ha señalado en una nota de prensa el Gobierno de Navarra, después de que en la madrugada del lunes se reavivara este incendio, que fue dado por controlado el pasado sábado tras afectar a unas 130 hectáreas, según cálculos provisionales.

Las mismas fuentes explicaban que a primeras horas de esta tarde, el incendio de Arantza no tiene apenas llamas pero cuenta aún con mucha temperatura y varios puntos calientes. A esta situación se le suma el fuerte viento, que podría transportar pavesas incandescentes a otras zonas y propagar de esta manera el fuego, señalan tras advertir de que no se prevé que la situación meteorológica mejore hasta esta medianoche.
Una 'mano negra' tras los incendios

Las altas temperaturas inusuales en diciembre y el viento complican la extinción de incendios en la cornisa cantábrica, pero son elementos insuficientes para explicar su origen, ha afirmado el secretario general del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle, que no descarta que sean provocados. La ola de fuegos en la cornisa cantábrica es la peor de, al menos, los últimos 25 años en esta época del año y De la Calle considera ilógico atribuirla en exclusiva a la quema de pastos y al buen tiempo, y no descarta que detrás exista una "mano negra" que los esté provocando, ayudada por las condiciones meteorológicas inusuales que se registran en Cantabria, Asturias y País Vasco (sopla viento del sur, ausencia de lluvias y temperaturas altas para estas fechas). Al respecto el ingeniero forestal ha tachado de "muy atrevido" afirmar a día de hoy que detrás de los incendios se oculten intereses ganaderos, entre otras cuestiones porque la época de estas actividades de quema se sitúan entre febrero y marzo, en coincidencia con el inmediato comienzo de la primavera. De esa manera los ganaderos consiguen que el pasto salga "más tierno y apetecible para el ganado; por tanto quemar en diciembre es muy chocante, nunca se ha visto hacerlo a finales de año". El calor, el viento y la ausencia prolongada de lluvias dificulta apagar las llamas, pero no explican su origen, ha recalcado el especialista.