En varias ciudades españolas, alrededor de 20 mil personas se reunieron el sábado para rechazar las prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia y en el entorno de las islas Columbretes, al este del país.
La ‘marea azul’ más grande de la jornada se produjo en las Islas Baleares, ubicada en el este del país ibérico. Allí se congregaron al menos 16 mil personas, según cifras proporcionadas por la Policía.
Sin embargo, la entidad organizadora de la protesta en Ibiza, “Ibiza dice no”, habla de la presencia de más de 20 mil personas, que gritaron ‘Baleares dice no’ y ‘El Mediterráneo no se vende’, mientras las pancartas exhibían consignas como ‘Oro negro es muerte’ y ‘No al genocidio marino’.
Marc Tur, uno de los representantes de Balears Diu No en Mallorca, convocante de la marcha, aseguró que las prospecciones suponen un “atentado contra el medio ambiente”, considerándolas “un daño en la imagen de Baleares y tener consecuencias económicas y negativas, que pueden ser irreparable”.
Por otra parte, más de 5 mil personas salieron a las calles de la Comunitat Valenciana por el mismo motivo, convocadas por la Federación de Cofradías de Pescadores de la Comunitat Valenciana, en la que también asistieron los pescadores de todo el territorio valenciano, así como representantes de diferentes formaciones políticas.
‘Un mar limpio y con futuro: no al petróleo’, ‘El Mediterráneo no se vende’ y ‘¿Petróleo?, no gracias’, son algunas de las pancartas que portaban los concentrados en la manifestación, que a juicio de los organizadores no es política.
“Las prospecciones autorizadas en el Golfo de Valencia y las que están autorizadas en entre unos 30 y 60 kilómetros del archipiélago balear son autorizaciones hechas durante la etapa del anterior Gobierno” es la respuesta del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria a las marchas.
Y desde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), han solicitado información al Ejecutivo español sobre el proyecto del Golfo de Valencia por el riesgo que representa para Ibiza el perder su condición de ciudad Patrimonio de la Humanidad.
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