El número de muertes indirectas causadas por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 en la prefectura de Fukushima, norte de Japón, asciende a 1605, según un informe de las autoridades locales recogido hoy por el diario Mainichi.
Los decesos están relacionados, sobre todo, con la prolongada evacuación que está teniendo lugar en la provincia japonesa a causa de la crisis nuclear provocada por este desastre.
Esta cifra prácticamente iguala a las 1606 personas que fallecieron en Fukushima por causas directas en el suceso, es decir, ahogadas, sepultadas o por el impacto psicológico producido por la catástrofe.
En la prefectura de Fukushima, un año después del terremoto y posterior tsunami, se registraron 761 muertes indirectas, cifra que ascendió a 1000 en agosto de 2012 y a 1500 un año más tarde.
En las otras dos prefecturas costeras más afectadas por estos fenómenos, las de Miyagi e Iwate, el número de muertes indirectas registradas hasta la fecha asciende a 878 y 428, respectivamente.
Según el informe divulgado por la prefectura de Fukushima, la mayoría de las muertes registradas hasta ahora se deben al agravamiento de las enfermedades, por no recibir el tratamiento adecuado o al empeoramiento de las condiciones de vida de los evacuados, lo que ha provocado incluso suicidios.
“En Fukushima hay mucha gente que padece una evacuación muy prolongada”, señaló Fukudome Kunihiro, profesor asociado de la Universidad de Tohoku, al diario Mainichi.
“Por ello, esta situación no se puede comparar con otros terremotos anteriores. Las causas de muerte son muy variadas y, para evitarlas, se necesita mejorar las condiciones de vida de los desplazados”, aseguró.
Los expertos señalan que, con el paso del tiempo, resulta cada vez más difícil establecer con claridad las causas de las muertes indirectas, lo que dificulta la gestión de las indemnizaciones.
En el caso de Fukushima, las autoridades han aceptado el pago del 80 por ciento de las compensaciones reclamadas, que en total pueden llegar hasta los 5 millones de yenes (unos 35 270 euros).
En marzo de 2011, Fukushima se vio gravemente afectada por un terremoto y un tsunami provocado por éste, que sacudió la costa noreste de Japón. A causa del desastre natural, se produjeron explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.
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