domingo, 9 de febrero de 2014

Grocery Manufectures Association peligroso lobby y la FDA quieren llamar a los transgenicos alimentos naturales

La Pagina Hispanidad que también publica artículos con una visión un tanto personal sobre el Nuevo orden mundial nos informa sobre el peligro de los alimentos genéticamente modificados Transgenicos,dando por bueno otra aberración científica, llamar a los alimentos transgénicos alimentos naturales, deformación del lenguaje eufemismo neolenguaje para justificar y hacer valer de cara a la opinión publica los alimentos transgenicos,todo ello basado en una supuesta encuesta popular,y con la inestimable colaboración de las grandes multinacionales que están detrás de la agenda eugenista contra toda la población mundial, uno de los grandes problemas y un ataque directo a la salud de las personas, una guerra silenciosa que no podemos ignorar.
¿Consideramos los alimentos transgénicos como alimentos naturales?
31/01/2014> en Cartas al director
Sr. Director:

La GMA (Grocery Manufacturers Association) ha enviado una carta a la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de EE.UU) en la que anuncia la presentación de una Petición Ciudadana para que se pueda considerar a los alimentos transgénicos como alimentos naturales.
Si saliera adelante, se podría incluir en los envases alimentarios el término ‘natural’ a pesar de contener ingredientes modificados genéticamente.
Alimentos transgénicos naturales.
Las grandes empresas estadounidenses quieren que la FDA proceda a considerar los alimentos transgénicos como alimentos naturales, esta solicitud la realiza concretamente la Grocery Manufacturers Association (GMA), Asociación de Fabricantes de Alimentos que aglutina a muchas de las grandes compañías de alimentos y bebidas de Estados Unidos. 
A esta asociación pertenecen compañías como Basf, PepsiCo, BASF, Nestlé, Bayer Cropscience, Dow Agrosciences, Coca Cola, Conagra, Syngenta, Dupont, Kellogg o Monsanto entre otras muchas.
¿Son los alimentos modificados genéticamente naturales? Para la GMA la respuesta es sí, por ello están presionando a la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de EE.UU) para que así lo determine.
Los miembros de esta asociación tienen un interés especial en utilizar el término natural en las etiquetas alimentarias de sus productos, especialmente en aquellos que contengan ingredientes derivados de la biotecnología.
La verdad es que esta práctica ya la llevan a cabo desde hace años, ahora lo que pretenden es que sea legal y que nadie pueda denunciarlo.
Como sabemos, la FDA no ha definido el término natural y se acepta que las empresas trabajen con materias primas transgénicas y en los envases alimentarios se incluya la leyenda 100% natural.
En principio parece que la FDA se ha basado en el principio de equivalencia sustancial, es decir, un alimento modificado genéticamente es seguro cuando es equivalente en composición y características nutricionales a un alimento tradicional.
La industria alimentaria parece querer acallar a aquellas voces que denuncian que no se puede considerar un alimento o materia prima transgénica como algo natural, el camino más rápido es hacer que la FDA se pronuncie y en la definición que ofrezca, se incluyan a los alimentos biotecnológicos.
El caso es que la Grocery Manufacturers Association mandó una carta a la Food and Drug Administration, en ella se hace referencia a las diferentes denuncias realizadas por los consumidores contra los fabricantes por identificar como alimentos naturales, alimentos que contienen materias primas modificadas genéticamente. La GMA considera que la FDA debería abordar el problema y no evitar posicionarse como ha hecho hasta el momento.
La Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos tiene la autoridad y la experiencia para dar la oportuna definición, si se regula, los fabricantes consideran que se acabarán estas disputas, traerá uniformidad a fabricantes y consumidores (siempre que se considere a los alimentos biotecnológicos como alimentos naturales). La GMA explica que los fabricantes realizan esta solicitud coherente, como tantas otras realizadas y que comulgan con la política de la FDA.
La Grocery Manufacturers Association formaliza la presentación de una Petición Ciudadana a principios del próximo año, para que la FDA resuelva la situación y haga efectivo un reglamento que permita que los envases de alimentos derivados de la biotecnología puedan portar la descriptiva “natural”.
Parece que para mostrar lo importante que es esta asociación, en la carta enviada a la FDA, la GMA explica que aglutina a más de 300 compañías líderes en el sector de las bebidas y la alimentación en todo el mundo, es una asociación que se fundó hace más de un siglo y es firme defensora de todas las empresas que a ella están asociadas.
También destaca que es una fuente confiable de información sobre la industria y los productos que se ofrecen a los consumidores. Asegura que ayuda a producir alimentos y bebidas seguros, que tiene un firme compromiso con la investigación, las pruebas y las evaluaciones oportunas para proporcionar a los consumidores alimentos de calidad enmarcados en una dieta y estilo de vida saludable.
Posiblemente más de uno no se crea nada de estas afirmaciones, si tan transparentes se consideran, ¿por qué han luchado tanto para impedir que los alimentos que contienen materias primas transgénicas sean identificados a través de las etiquetas?, si los alimentos transgénicos no encierran riesgos, ¿por qué tanto mutismo?
Jesús Domingo
La situación es preocupante países no alineados con estas políticas eugenisticas parece que están cediendo a las presiones del lobie globalista del nuevo orden mundial para la producción a gran escala de estos alimentos con son un autentico leviatán contra la poblaicon mundial,esperemos que reconduzcan sus posturas y no acaben siendo un sumidero de comida basura como lo es EXpaña y otros paies de la UE.
EVO MORALES CEDE ANTE EL LOBBY GLOBALISTA DE LOS TRANSGENICOS
La ley y la palabra
Arturo D. Villanueva Imaña *
Al mismo tiempo que las principales organizaciones sociales que sustentan al gobierno se encuentran muy atareadas en las actividades para la campaña proselitista que buscará la reelección presidencial de Evo Morales, o que se encuentran estableciendo acuerdos al mismo tiempo de agradecer la entrega de sedes propias y motorizados, como sucede con la COB y otras organizaciones obreras y fabriles, sobre la base del apoyo a la candidatura oficial, en la Asamblea Legislativa se van considerando y aprobando un conjunto de normas que en varios casos favorecen los grandes intereses empresariales o, en su defecto, responden a un enfoque conservador y hasta reaccionario.
Por ejemplo, es lo que ha sucedido hace algún tiempo con la llamada Ley de Revolución Productiva. Con su aprobación, se dio luz verde al ingreso de transgénicos al país, lo que no solo constituye un fuerte revés a los principios del Vivir Bien y el establecimiento de relaciones armoniosas con la naturaleza, sino que constituía uno de los anhelos más caros para terratenientes y agroindustriales del Oriente, en su afán por expandir la frontera agrícola y la monoproducción extensiva de productos transgénicos.
Posteriormente, para complementar los “incentivos y beneficios” de la anterior norma, y colocándose totalmente en contramarcha de un proceso agrario orientado a corregir la persistencia del latifundismo y la concentración de tierras en pocas manos, también se aprobó la Ley 337 de Apoyo a la Producción y Restitución de Bosques.
Dicha norma no solo despenaliza y otorga un perdonazo a los productores y grandes propietarios de tierras que desde el año 1996 hubiesen provocado grandes incendios y desmontes ilegales de tierras, sino que previa confesión de parte y un pago de aproximadamente 60 dólares por hectárea deforestada (420 bolivianos!), se les libera de culpa y se les autoriza a producir en dichas tierras que se encontraban sujetas a reversión.
Es decir, se convalida la quema y pérdida de bosques y biodiversidad, se consolida la tenencia de la tierra que estaba sujeta a reversión en manos ilegales, y ni siquiera se recupera esas tierras que bien podían haber sido utilizadas para evitar los graves problemas de avasallamientos y distribuirla a campesinos e indígenas que no tienen tierras, o que la tienen en forma insuficiente.
Se calcula que existen 4,5 millones de hectáreas deforestadas y quemadas ilegalmente en todo el país, de las cuales un 80% se encuentran en los departamentos de Santa Cruz y Beni. Ello significa que al margen de un reducido porcentaje que obligatoriamente deberá ser reforestado, restan alrededor de 4 millones de hectáreas de tierra que han sido “beneficiadas” por el perdonazo.
Debe tomarse en cuenta que actualmente en todo el país existen solamente 3.5 millones de hectáreas que se encuentran en producción agropecuaria. La dimensión del incentivo es por demás significativa.
En los ejemplos señalados, llama la atención el sentido de las palabras y el título de las leyes, respecto del contenido de la norma y las implicaciones prácticas de su aplicación, que ciertamente van en contra de lo que se anuncia.
En este contexto de concesiones e “incentivos” a sectores empresariales, más recientemente se han aprobado normas en la Asamblea Legislativa, que estuvieron enmarcadas por hechos de violencia y represión contra sectores directamente relacionados.
Es el caso de los niños, niñas y adolescentes que continúan luchando porque se comprenda su visión sobre el derecho a trabajar, o de los luchadores sociales víctimas de violencia política en periodos dictatoriales, a los que también se pretendió aislar e ignorar en el tratamiento y aprobación de una norma específicamente relacionada con ellos.
Sin embargo en el primer caso se produjo algo peor. Al margen de la incomprensión y desconocimiento que los legisladores han hecho patentes respecto de las circunstancias y la visión del derecho al trabajo de la población infantil y adolescente de nuestro país; el tratamiento y aprobación del nuevo Código del niño, niña y adolescente, ha terminado identificándose y otorgando una de las mayores conquistas a los sectores conservadores y tradicionales, puesto que al incorporar la palabra “concepción” (que hace referencia al momento de inicio para el reconocimiento de derechos desde la gestación y no desde el nacimiento), y nada menos que con el argumento de proteger la vida, echaba por la borda los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las condenaba (junto a su progenitura), a la clandestinidad, la ilegalidad y/o la muerte.
Es decir, se decidió cohonestar indecorosamente y mantener una de las más hipócritas, conservadoras y prejuiciosas visiones sobre el respeto a la vida y la concepción, a cambio de evitarse el sobresalto de “malas interpretaciones” y críticas de los sectores (falsamente) moralistas.
Finalmente, en los primeros días que cursan este febrero de 2014, las noticias dieron curso a otra información relacionada con la Ley de Promoción de Inversiones, a través de la cual se busca promover la atracción de nuevos capitales.
Surgió la sospecha de que ese instrumento normativo podría eventualmente contraer nuevas concesiones a los grandes intereses empresariales y capitalistas. El entredicho y la molestia presidencial se produjo cuando el periódico Página Siete tituló que el Proyecto de Ley “frenaba nuevas nacionalizaciones”.
Al día siguiente, el propio Presidente Evo Morales se encargó de desmentir el titular, señalando que: “las nacionalizaciones están garantizadas”.
Sin embargo, al analizar el artículo 27 del mencionado proyecto de Ley, queda la pregunta e incertidumbre acerca de qué prevalecerá y cómo se pretende, al mismo tiempo, garantizar “que las inversiones que se realicen bajo las regulaciones de la presente ley, no serán nacionalizadas” y que “únicamente se procederá a la nacionalización por razones de interés público, o cuando se comprometa la soberanía nacional” (el subrayado es nuestro). Es decir, ¿en qué quedamos?, ¿se nacionaliza o se protege la inversión?
Desde esa perspectiva y sin dudar en absoluto de la palabra del Presidente, sería muy conveniente que el criterio presidencial, que además implica ejercer y hacer prevalecer la soberanía, la independencia y la dignidad nacionales, no solo quede allí, sino que prevalezca y se traduzca claramente en la letra de la Ley que se encuentra en proceso de aprobación. Al menos quedará el consuelo de no haberse dado curso a nuevas y mayores concesiones.
* Sociólogo boliviano. Cochabamba, Bolivia.
MEXICO Y LA BIOTECNOLOGIA
Viernes, 07 de Febrero de 2014 10:30 BIOTECNOLOGÍA AGRICULTURA
El Centro de Biotecnología Genómica del Instituto Politécnico Nacional, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México, CamBioTec y AgroBIO México presentaron el “Seminario sobre el maíz genéticamente modificado”, donde productores agrícolas e investigadores científicos coincidieron en que la siembra de distintos tipos de maíz transgénico en México, ya evaluados en el país, representará una oportunidad para incrementar los rendimientos de los cultivos y mejorar la producción de alimentos a nivel nacional.
“Actualmente el país importa más de 7 millones de toneladas de maíz, de las cuales por lo menos el 80 por ciento son de origen transgénico”.
La biotecnología agrícola juega un papel cada vez más relevante en todo el mundo, según el Dr. José Luis Solleiro, coordinador de CamBioTec: “hay evidencia científica en documentación accesible y confiable, que demuestra que los cultivos genéticamente modificados liberados desde hace 17 años, permiten un combate eficaz y adecuado de plagas y que han sido analizados y aprobados como alimentos para consumo humano y animal, por diversas agencias sanitarias nacionales e internacionales”.
Durante el seminario, expertos en diversas disciplinas, analizaron la situación que se vive en México, ya que la siembra de maíces genéticamente modificados ya ha superado las fases de experimentación y piloto en algunas regiones del norte del país, por lo que estaría listo para ser comercializado; mientras que en países como Argentina, Brasil, Colombia, Honduras, España, Filipinas y Sudáfrica, el cultivo de maíces transgénicos ha reportado impactos positivos con una mejoría en rendimientos de productividad que oscilan entre un 10% y un 25%, dependiendo de las variedades sembradas, las regiones y las condiciones climáticas.
En este sentido, la Dra. Isabel Saad, bióloga y maestra en biotecnología por la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló durante su intervención que “avanzar en la adopción de biotecnología agrícola, permitirá a México ser más competitivo frente al mundo, así como brindar contar con alternativas de solución para problemas como la ‘huella ecológica’ que deja la agricultura y alcanzar la seguridad alimentaria”.
Luego de la puesta en marcha de los trabajos del Seminario, el cual fue inaugurado por el doctor Miguel Ángel Reyes López, director del Centro de Biotecnología Genómica, productores de la región comentaron que los maíces transgénicos deben considerarse como una alternativa productiva real e inmediata, ya que se está desaprovechado la oportunidad de ser autosuficientes en el abasto de una materia prima indispensable para la agroindustria y la alimentación del país.
Al cierre del evento, el Dr. José Luis Solleiro indicó que la organización de estos seminarios tiene como objetivo informar sobre el potencial productivo, las regulaciones vigentes y difundir los resultados de la siembra piloto en Tamaulipas, en México y el mundo, en relación al uso de maíces genéticamente modificados.
Fuentes

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