Los expertos en salud mental denuncian la falta de apoyo público a este sector sanitario y piden medidas con las que mejorar la atención a los enfermos y prevenir enfermedades mentales más graves por la deficiencia actual del servicio
La crisis ha hecho crecer en un 20% el número de personas afectadas por enfermedades mentales, al tiempo que ha disminuido el presupuesto dedicado a Sanidad, según la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES). El ministerio dirigido por Ana Mato ha sido el que más ha visto reducido su presupuesto, con un descenso de un 6,4%, aunque no hay cifras exactas sobre las partidas dedicadas a atender la salud mental.
El pasado fin de semana se reunieron en Madrid unos 70 profesionales del sector en la Jornada en Defensa de la Salud Mental Pública, con el fin de construir medios para combatir "el deterioro progresivo de las prestaciones de la salud mental" y poner remedio a "la reducción de los servicios y prestaciones públicas, y la privatización de la atención a las necesidades sanitarias". "Muchos centros de salud mental, muy necesarios, están siendo absorbidos por los hospitales generales o directamente están desapareciendo" afirma una participante, psicóloga clínica infantil miembro de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), que prefiere que no se mencione su nombre. "Se está prostituyendo el sistema. Todo por la pela".
Las asociaciones relacionadas con este sector, entre ellas AEN y FEAFES, señalan que con estos recortes se pierde en prevención, rehabilitación y reinserción. "Ya lo dijo la OMS: sin salud mental no hay salud. Y es que tienen mayor riesgo de enfermar aquellas personas que estén enfermas mentalmente" afirma la psicóloga clínica infantil.
"Los recortes están disminuyendo la atención primaria, así como las unidades de salud mental" señala José María Sánchez Monge, presidente de FEAFES. Con la crisis "han aumentado algunos trastornos menores", como la depresión o la ansiedad, pero que de no tratarse adecuadamente "pueden convertirse en graves" subraya Sánchez Morge.
El perfil de personas que más acuden a los centros de salud con patologías como depresión, ansiedad o crisis existenciales desde que estallara la crisis son jóvenes que no encuentran trabajo y mayores de 55 años que han perdido su empleo, según elServicio de Salud Mental del Hospital Provincial de Toledo. Por ejemplo, entre 2006 y 2010 han aumentado un 19,4% los casos de depresión; un 8,4% los de ansiedad y un 4,6% los casos de dependencia al alcohol, según un estudio del Institut Universitari d'Investigació en Ciències de la Salut (IUNICS), de la Universidad de las Illes Balears.
La conclusión a la que llega este estudio es que, sobre todo entre las familias que experimentan dificultades para conseguir empleo y hacer frente a pagos de hipoteca, la crisis ha aumentado significativamente la frecuencia de los trastornos de salud mental yabuso de alcohol entre los asistentes de atención primaria en España. De igual forma, las personas que descienden de clase social, así como las paradas, son las que tienen mayores niveles de depresión, según un estudio de la Universidad de Granada llamadoEfectos de la crisis económica sobre la población española.
Prevenir antes que curar
El estudio considera "conveniente crear programas de intervención para aquellas personas afectadas y programas de prevención para evitar el deterioro de salud mental en el colectivo de riesgo, es decir, aquellos que presenten alta probabilidad de sufrir estas consecuencias". El presidente de FEAFES señala que con cuatro medidas se mejoraría la atención e incluso se reducirían futuros costes: "Crear un programa individualizado de atención al paciente, informar a las familias a través de un programa psicoterapéutico, realizar ayudas a domicilio y mejorar las unidades de salud mental".
En 2006, FEAFES realizó otro informe con el Ministerio de Salud y Consumo denominado Investigación sobre la atención en salud mental desde el punto de vista de sus usuarios. En él los entrevistados, usuarios de la sanidad pública, expresan quejas en relación con las listas de espera y demoras en ser recibido en las consultas, el tiempo insuficiente en las consultas y la rotación del personal.
Crisis y reducción de presupuestos
El presupuesto del Ministerio de Sanidad para 2014 es de 1.907 millones de euros, un 35,6% menos que el año anterior, cuando se adjudicaron 2.970 millones. Pero el Gobierno matizó que ese acusado descenso se debe a que las cuentas de 2013 incluían una partida extraordinaria de 1.034 millones para pagar la deuda generada por el "impago" de las cuotas a la Seguridad Social de cuidadores no profesionales en dependencia. Por ello, el descenso del 35,6 % no es real, dado que la citada partida de más mil millones sólo se destinó al pago de esas deudas, generadas entre los años 2007 y 2011.
Eso sí, la partida de Sanidad ha disminuido continuamente desde 2011. En aquel año fue de 2.674 millones de euros, 767 millones más que en este año.
Los recortes han llevado consigo la creación de una Marea Blanca de protestas callejeras y una ola de indignación en el sector sanitario. Comisiones Obreras señaló en un documento publicado en el último diciembre que los recortes han provocado la disminución en 53.000 del número de trabajadores sanitarios en sólo dos años, al tiempo que ha supuesto el fin de la universalidad del Sistema Nacional de Salud.
La crisis ha hecho crecer en un 20% el número de personas afectadas por enfermedades mentales, al tiempo que ha disminuido el presupuesto dedicado a Sanidad, según la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES). El ministerio dirigido por Ana Mato ha sido el que más ha visto reducido su presupuesto, con un descenso de un 6,4%, aunque no hay cifras exactas sobre las partidas dedicadas a atender la salud mental.
El pasado fin de semana se reunieron en Madrid unos 70 profesionales del sector en la Jornada en Defensa de la Salud Mental Pública, con el fin de construir medios para combatir "el deterioro progresivo de las prestaciones de la salud mental" y poner remedio a "la reducción de los servicios y prestaciones públicas, y la privatización de la atención a las necesidades sanitarias". "Muchos centros de salud mental, muy necesarios, están siendo absorbidos por los hospitales generales o directamente están desapareciendo" afirma una participante, psicóloga clínica infantil miembro de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), que prefiere que no se mencione su nombre. "Se está prostituyendo el sistema. Todo por la pela".
Las asociaciones relacionadas con este sector, entre ellas AEN y FEAFES, señalan que con estos recortes se pierde en prevención, rehabilitación y reinserción. "Ya lo dijo la OMS: sin salud mental no hay salud. Y es que tienen mayor riesgo de enfermar aquellas personas que estén enfermas mentalmente" afirma la psicóloga clínica infantil.
"Los recortes están disminuyendo la atención primaria, así como las unidades de salud mental" señala José María Sánchez Monge, presidente de FEAFES. Con la crisis "han aumentado algunos trastornos menores", como la depresión o la ansiedad, pero que de no tratarse adecuadamente "pueden convertirse en graves" subraya Sánchez Morge.
El perfil de personas que más acuden a los centros de salud con patologías como depresión, ansiedad o crisis existenciales desde que estallara la crisis son jóvenes que no encuentran trabajo y mayores de 55 años que han perdido su empleo, según elServicio de Salud Mental del Hospital Provincial de Toledo. Por ejemplo, entre 2006 y 2010 han aumentado un 19,4% los casos de depresión; un 8,4% los de ansiedad y un 4,6% los casos de dependencia al alcohol, según un estudio del Institut Universitari d'Investigació en Ciències de la Salut (IUNICS), de la Universidad de las Illes Balears.
La conclusión a la que llega este estudio es que, sobre todo entre las familias que experimentan dificultades para conseguir empleo y hacer frente a pagos de hipoteca, la crisis ha aumentado significativamente la frecuencia de los trastornos de salud mental yabuso de alcohol entre los asistentes de atención primaria en España. De igual forma, las personas que descienden de clase social, así como las paradas, son las que tienen mayores niveles de depresión, según un estudio de la Universidad de Granada llamadoEfectos de la crisis económica sobre la población española.
Prevenir antes que curar
El estudio considera "conveniente crear programas de intervención para aquellas personas afectadas y programas de prevención para evitar el deterioro de salud mental en el colectivo de riesgo, es decir, aquellos que presenten alta probabilidad de sufrir estas consecuencias". El presidente de FEAFES señala que con cuatro medidas se mejoraría la atención e incluso se reducirían futuros costes: "Crear un programa individualizado de atención al paciente, informar a las familias a través de un programa psicoterapéutico, realizar ayudas a domicilio y mejorar las unidades de salud mental".
En 2006, FEAFES realizó otro informe con el Ministerio de Salud y Consumo denominado Investigación sobre la atención en salud mental desde el punto de vista de sus usuarios. En él los entrevistados, usuarios de la sanidad pública, expresan quejas en relación con las listas de espera y demoras en ser recibido en las consultas, el tiempo insuficiente en las consultas y la rotación del personal.
Crisis y reducción de presupuestos
El presupuesto del Ministerio de Sanidad para 2014 es de 1.907 millones de euros, un 35,6% menos que el año anterior, cuando se adjudicaron 2.970 millones. Pero el Gobierno matizó que ese acusado descenso se debe a que las cuentas de 2013 incluían una partida extraordinaria de 1.034 millones para pagar la deuda generada por el "impago" de las cuotas a la Seguridad Social de cuidadores no profesionales en dependencia. Por ello, el descenso del 35,6 % no es real, dado que la citada partida de más mil millones sólo se destinó al pago de esas deudas, generadas entre los años 2007 y 2011.
Eso sí, la partida de Sanidad ha disminuido continuamente desde 2011. En aquel año fue de 2.674 millones de euros, 767 millones más que en este año.
Los recortes han llevado consigo la creación de una Marea Blanca de protestas callejeras y una ola de indignación en el sector sanitario. Comisiones Obreras señaló en un documento publicado en el último diciembre que los recortes han provocado la disminución en 53.000 del número de trabajadores sanitarios en sólo dos años, al tiempo que ha supuesto el fin de la universalidad del Sistema Nacional de Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario