Según un nuevo informe publicado el 30 de abril, por Amigos de la Tierra Internacional, el número de países que cultivan transgénicos se está reduciendo y Polonia y Egipto fueron los últimos países en suspender la producción de cultivos genéticamente modificados [1].
El informe “¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos?” revela que el 90% de los cultivos genéticamente modificados es producido solo en seis países por solamente el 1% de los agricultores del mundo.
Un análisis de las cifras publicadas por la industria demuestra que el supuesto aumento de la producción de cultivos transgénicos que tuvo lugar en 2013 se limita a estos seis países. [2]
Asimismo hay poca evidencia que demuestre que las nuevas variedades transgénicas son la manera más adecuada de mejorar la nutrición o potenciar nuestra capacidad de adaptación al cambio climático. El 90% de los cultivos transgénicos disponibles en el mercado han sido modificados para expresar resistencia a plaguicidas o producir sus propios plaguicidas, lo que tiene como resultado un aumento desmedido del uso de estos agrotóxicos. La industria de la biotecnología promueve al “Arroz Dorado” transgénico como solución a la insuficiencia de vitamina A, a pesar de la ausencia de evidencias que demuestren que sea un método adecuado o efectivo.
“Los transgénicos no pueden formar parte de una solución del siglo XXI para la crisis del hambre. A pesar del bombo publicitario que los respalda, los transgénicos siguen estando basados en un modelo agrícola contaminante y desactualizado, y uso excesivo de agrotóxicos”, dijo Kirtana Chandrasekaran, co-coordinadora del programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.
“Las empresas que producen cultivos transgénicos lucran con las aplicaciones de agrotóxicos y a través de los precios de las semillas que controlan. La resistencia del público contra los transgénicos está aumentando en todos los continentes”, agregó Chandrasekaran.
Países como México, Kenia, Egipto y Polonia recientemente suspendieron la producción de algunos cultivos transgénicos. En todo el mundo, los expertos reclaman un cambio en pos de métodos de producción agroecológicos para hacerles frente al hambre y la desnutrición. Se ha demostrado que estos métodos duplican el rendimiento de la producción en África y combaten a las plagas con eficacia. [3]
“Hay soluciones disponibles, menos riesgosas y más efectivas que los cultivos transgénicos para superar el hambre y la pobreza”, dijo Kirtana Chandrasekaran, co-coordinadora del programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.
“La solución a la crisis del hambre no son más transgénicos, sino la agroecología de alto rendimiento –justo el tipo de agricultura que se ve amenazada por los transgénicos”, agregó.
Países como Estados Unidos, Argentina y Brasil, los mayores productores de transgénicos del mundo, entre otros, son testigos de una tendencia al uso creciente de agrotóxicos sintéticos como resultado de haber adoptado a largo plazo la producción de cultivos transgénicos. En Estados Unidos, el 49% de los agricultores denuncian tener problemas con malezas resistentes a los herbicidas [4].
En Argentina se establecieron vínculos entre los altos niveles de uso de agrotóxicos en zonas de cultivos transgénicos, y una mayor incidencia de casos de cáncer y defectos congénitos. Médicos e investigadores exigen que se realicen estudios más rigurosos sobre los efectos de la agricultura transgénica en la salud. [5]
En África, solo tres países producen transgénicos: Sudáfrica, Burkina Faso y Sudán. Sin embargo, la gran presión que ejercen las empresas de biotecnología amenaza con abrir el continente a los transgénicos. Una decisión reciente del gobierno de Kenia de prohibir los cultivos transgénicos fue cuestionada enérgicamente por los grupos de cabildeo de la industria.
En Europa, seis países han prohibido los cultivos transgénicos y la opinión pública en contra de ellos está en ascenso. [6] En 2013, BASF y Monsanto retiraron del mercado europeo algunos de sus cultivos transgénicos claves.
Para más información, comunicarse con:Kirtana Chandrasekaran, co-coordinadora del programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional: + 30 693 8131 226 o correo electrónico:kirtana.chandrasekaran@foe.co.uk
NOTAS[1] El informe de Amigos de la Tierra Internacional “¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos? Una industria fundada en mitos” se encuentra disponible en Internet en: www.foei.org/es/recursos/publicaciones/publicaciones-por-tema/soberania-alimentaria-publicaciones/who-benefits-from-gm-crops-2014[2] Lista de países que cultivaron transgénicos en 2013 y 2012 según el ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas), financiado por la industria.http://www.isaaa.org/resources/publications/briefs/44/executivesummary/ yhttp://isaaa.org/resources/publications/briefs/46/executivesummary/default.asp[3] Un estudio detallado de las Naciones Unidas sobre la agricultura a nivel mundial concluyó en 2008 que los cultivos transgénicos no juegan un papel importante en la reducción de la pobreza y el hambre y que las técnicas agroecológicas son más adecuadas.?El producto de cuatro años de trabajo de la ONU – la Evaluación internacional del papel del conocimiento, la ciencia y la tecnología en el desarrollo agrícola (IAASTD) se encuentra disponible en Internet en:http://www.unep.org/dewa/assessments/ecosystems/iaastd/tabid/105853/default.aspxUn informe presentado por el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, a la 16ª sesión del Consejo de Derechos Humanos celebrada en 2011, Asamblea General de las Naciones Unidas, “Agroecología y el Derecho a la Alimentación” también alude a la agroecología como la mejor forma de aumentar la productividad sin necesidad de semillas caras y químicos costosos. Se encuentra disponible en Internet en:http://www.srfood.org/images/stories/pdf/officialreports/20110308_a-hrc-16-49_agroecology_es.pdf[4] Una encuesta realizada por Stratus Agri-marketing Inc. a miles de agricultoresestadounidenses de 31 estados durante más de tres años concluyó que el 49% de los agricultores encuestados denunciaban la presencia de malezas resistentes al glifosato en sus campos en 2012, mientras que en 2011 esa proporción fue el 34%. Investigación de Stratus Ag (2013). Un millón de acres de malezas resistentes al glifosato en Canadá, http://www.stratusresearch.com/blog/one-million-acres-of-glyphosate-resistant-weedsin-canada-stratus-survey[5] López SL et al (2012). Plaguicidas en la agricultura transgénica de América del Sur: Estudio sobre sus efectos en los seres humanos y modelos animales. Avances en Toxicología Molecular, Vol. 6 pp. 41-75, http://www.keine-gentechnik.de/fileadmin/files/Infodienst/Dokumente/2012_08_27_Lopez_et_al_Pesticides_South_America_Study.pdfy AP (2013). Argentina establece vínculos entre el uso de agrotóxicos y problemas de salud, http://bigstory.ap.org/article/argentines-link-health-problems-agrochemicals-2[6] Polonia se sumó a Austria, Bulgaria, Francia, Grecia, Alemania, Hungría y Luxemburgo. La prohibición de Francia fue impugnada ante un tribunal.
Visto en : Sott.net
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