La mayoría de los problemas de seguridad mundial tienen su origen en la presencia militar de EE.UU., afirma el mundialmente conocido centro de estudios estadounidense Cato Institute.

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© REUTERS David Mdzinarishvili
El informe elaborado por expertos del centro estadounidense Cato Institute sugiere que en 2015 el Pentágono gastará alrededor de 606.000 millones de dólares, de los cuales 79.000 millones serán asignados a operaciones en el extranjero, principalmente a la guerra en Afganistán.

En este contexto los investigadores dicen que "la cifra de 606.000 millones es solo ligeramente superior a los 611.000 millones que destinó al gasto militar Estados Unidos en el apogeo de la Guerra Fría, en 1985".

Los expertos también señalan que los competidores más cercanos de Estados Unidos están gastando mucho menos en "desarrollo y presencia militar". Por ejemplo, China gastará 169.000 millones (según otros datos, el presupuesto militar chino, que no se publica oficialmente, ronda los 113.000 millones) y Rusia, 68.000 millones de dólares.
"Hay quienes sostienen que EE.UU. no puede permitirse reducir el presupuesto militar dada las situación actual en el mundo, pero muchos de los problemas actuales del planeta provienen de la alta presencia militar de Estados Unidos", recalcan los expertos.


"La guerra liderada por Estados Unidos en Irak sin duda contribuyó al caos actual en Oriente Medio. Esta guerra también socavó la influencia norteamericana al mostrar los límites del poder militar de Estados Unidos. La operación en Libia desestabilizó un país en el que los Estados Unidos ni siquiera tenía un interés vital", explicaron.
"Y el hecho de haber armado a los rebeldes sirios ha prolongado una guerra civil en la que el EIIL [Estado Islámico de Irak y el Levante] obtuvo la fuerza, la experiencia y el equipo necesarios para lanzar una ofensiva exitosa en Irak", añaden.
Por otra parte, "las amenazas a los intereses vitales de seguridad nacional de Estados Unidos son modestos y manejables", afirman expertos del Instituto Cato. "De hecho, si nos curáramos del 'problema del poder' aumentaría nuestra seguridad, porque se limitaría nuestra capacidad de enzarzarnos en guerras innecesarias", concluye el informe.