Alrededor de ocho mil palestinos han abandonado sus casas en coche, a burro o a pie, en su huída desesperada del norte de la Franja de Gaza, debido a la amenaza lanzada por el régimen israelí de un inminente bombardeo masivo contra la región.
La amenaza cayó del cielo el sábado por la noche en forma de panfletos lanzados por la aviación israelí y advertía a los civiles alejarse, por su seguridad, de los activistas del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y de los lugares desde donde actúan.
El ejército del régimen israelí, en la nota, amenazó que llevaría a cabo un bombardeo a gran escala antes del mediodía de este domingo, a fin de acabar con los bastiones de HAMAS en la región.
“La operación será limitada en el tiempo. Los que no respeten las instrucciones pondrán su vida y la de sus familias en peligro”, advirtió el ejército del régimen de Israel.
Mientras tanto, los palestinos rechazan el alegato israelí diciendo que el bombardeo tiene como objetivo alejarles de sus ciudades para poder ocuparlas sin que nadie oponga la menor resistencia.
“Lo que nos ha sucedido es que no queríamos salir de la casa. Pero ellos dispararon con sus tanques, nos lanzaron bombas desde el mar y desde el aire, así que no había ningún lugar donde esconderse en la casa”, dijo Mohamad Salem, un residente de Gaza.
Desoyendo los continuos llamamientos al alto el fuego por parte de la comunidad internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, no parece tener la intención de poner fin a la ofensiva que dio comienzo la noche del lunes al martes contra los palestinos.
Desde el 8 de julio, fecha en la que el régimen de Tel Aviv empezó a atacar la Franja de Gaza, dicho régimen ha llevado a cabo 1300 ataques con misiles, en los que 165 palestinos han perdido la vida y más de 1000 han resultado heridos, según fuentes médicas; la mayoría de las víctimas son civiles.
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