Traducido por el equipo de editores de Sott en español

Dile a cualquier niño de Gaza que dibuje algo y lo más probable es que dibuje una casa siendo bombardeada por un avión de guerra. En el enclave palestino devastado por la guerra, miles de niños están sufriendo del trauma de la guerra, pero los recursos para ayudarlos son escasos. 
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© Agence France-Presse/Mahmud Hams
Niños palestinos desalojados refugiándose en un colegio de la ONU en el campo de refugios de Jabaliya, norte de la franja de Gaza, 2 de ago, 2014
En un colegio del pueblo norteño de Jabaliya, que ha sido convertido en un refugio, profesores especialistas dan papel y ceras a un grupo variopinto de niños asustados, diciéndoles que dibujen lo que se les ocurra.

Jamal Diab, un niño de 9 años, con motas rojas en su cabello marrón, dibuja a su abuelo muerto. Debajo del dibujo, escribe en árabe: "Estoy triste por los mártires."
"Hace pocos días, los aviones bombardearon nuestra casa. Tuvimos que salir corriendo y dejar todo atrás. Era peligroso," el chico respira tímidamente mientras enseña su dibujo
El pequeño Bara Marouf de 7 años enseña un dibujo de su abuelo sin piernas. Fue gravemente herido en un ataque aéreo.

En la sala de lecciones, el mismo dibujo aparece de forma repetida: un avión llenando el cielo y bombardeando una casa, subtitulado con la leyenda "Quiero volver a casa."

"¿A quién le da miedo el avión?" el profesor les pregunta a los niños sentados en círculo en una alfombra.

Inmediatamente, pequeñas manos se estiran hacia el cielo y voces agudas clamorean: "a mí," "a mí," "a mí."
"A mí, tengo miedo de los misiles y los aviones. La mitad de nuestra casa fue destruida. La dejamos para venir aquí", explica Itimad Subh, una niña de 11 años de edad, con los ojos chispeantes.

'Se culpan a sí mismos'


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© Agence France-Presse/Mohammed Abed
Palestinian children affected by the war attend a school in Jabalia that is part of the United Nations community mental health programs in the Gaza Strip, on Aug. 2, 2014
Según UNICEF, el fondo para niños de la ONU, alrededor de 300 niños han sido asesinados desde el comienzo de la ofensiva israelí en Gaza el pasado 8 de julio.

Los que siguen vivos intentan no interiorizar demasiado la violencia que han experimentado, visto y oído. 

Dentro del colegio, grupos de jóvenes asisten a sesiones de media hora, uno tras otro.
Las dos profesoras, pacientes y exhaustas, con sus caras encerradas en un velo apretado, dicen a los niños que salten en un mismo punto y que griten, luego que muevan los brazos como alguien bailando en una discoteca, para expulsar pensamientos negativos, frustración y estrés.

"Todos los niños han vivido experiencias extremas," dice el Dr. Iyad Zaqut, un psiquiatra que administra los programas de salud mental comunitarios de la ONU en la franja de Gaza.
"Es muy difícil para los niños comprender lo que está sucediendo, por qué sus vidas están en peligro, por qué tienen que abandonar sus casas, por qué tienen que reasentarse, por qué tienen que ser testigos de escenas tan traumáticas," dijo Zaqut.

"Para prevenir que los niños procesen y piensen demasiado en estas cosas, intentamos distraerles, que vivan un poco de alegría, que se diviertan un poco dentro del refugio."

"A menudo, cuando son expuestos a eventos traumáticos, la manera en que perciben el incidente puede ser distorsionada, se pueden culpar a sí mismos, pueden culpar a sus vecinos y esto de culpar es muy dañino," dijo el psiquiatra.

"Intentamos ayudarles a volver a procesar estas ideas distorsionadas," explicaba, diciendo que ha diagnosticado casos de síndrome post-traumático y depresión adolescente.

No hay terapia en la guerra

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Pero es difícil hacer progreso con la terapia.

En la franja de Gaza, 460,000 personas -- más de la cuarta parte de la población -- ha sido desalojada por la lucha y ha ido a vivir con familiares o ha encontrado refugio en los campos de la ONU.

Menos de 100 profesores especialistas están "tratando" a más de 100,000 niños.

Sólo en casos excepcionales, los niños tienen acceso a reuniones particulares con los psicólogos y psiquiatras. Y aún menos reciben tratamiento de seguimiento.

Gaza ha estado en la línea de fuego de operaciones militares durante 2008-2009 y otra vez en 2012, pero las consecuencias han sido mayores en la actual guerra entre Israel y Hamás.

UNICEF estima que 326,000 menores en Gaza necesitan ayuda psicológica.

Los niños y adolescentes que se refugian en los centros de la ONU, al menos pueden asistir a sesiones grupales, pero otros cientos de miles afectados por la guerra se tienen que buscar la vida sin ayuda en los barrios devastados.