Entre el 30 de agosto y el 7 de septiembre, en SOTT hemos registrado hasta cuatro bolas de fuego en distintas zonas del planeta. Eso equivale a una bola de fuego cada dos días. Algunas llegaron a convertirse en meteoritos al chocar contra la superficie terrestre. ¿Estamos prestando la debida atención?
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© Porjai Jaturongkhakun / YouTube
Como seguramente en su medio de comunicación habitual no le habrán informado de lo que está ocurriendo en nuestro cielo, le invitamos a repasar los avistamientos de bolas de fuego de los últimos días.

Francia, Bélgica e Inglaterra

Este 30 de agosto, la Sociedad Americana de Meteoros y la Asociación Internacional de Meteoros recibieron más de 50 informes acerca de un evento de bola de fuego sobre el Canal de la Mancha, que es el brazo de mar del océano Atlántico que separa el noroeste de Francia de la isla de Gran Bretaña. Lo siguiente es un mapa de calor sobre la trayectoria del meteoro a partir de los informes de los testigos.
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Meteoritos en Turquía


Lectores de Sott.net en Turquía nos informaron de que un meteoro iluminó el cielo nocturno de la ciudad oriental de Bingöl este 2 de septiembre sobre las 23:06, hora local. El meteoro parece haber estallado cerca porque los residentes locales más tarde encontraron lo que creen que son los meteoritos. Varios sitios de noticias turcas en línea reportaron el incidente.
"Un gran rayo de luz cubrió todo el pueblo de Sarıçiçek la noche anterior. El pueblo entero se iluminó como si fuera de día. Primero se pensó que era debido a conflictos armados [...] No podíamos entender qué era exactamente. Pero a la mañana siguiente, vimos que meteoritos habían caído en los techos de nuestras casas."
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Varias cámaras de seguridad registraron el evento:



La desinformación es total. Muchos curiosos, entre ellos niños, recogieron estos meteoritos desprendidos del meteoro, los olieron, los tocaron... la pregunta del millón: ¿es peligroso tocar estas piedras del espacio exterior? Parece que ningún organismo oficial en Turquía puede responder a esta pregunta pero, según informan en la versión en inglés de Sott, ingenieros turcos advierten que
estas piedras pueden ser peligrosas al tacto.

Aquí están algunas fotos de los meteoritos encontrados por ciudadanos turcos, que compartieron con medios de comunicación locales:
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Meteoro en Finlandia


El 4 de septiembre, el fotógrafo Markus Kiili estaba filmando un vídeo sobre la aurora boreal en Laponia, Finlandia, cuando fue testigo de un impresionante meteoro surcando el cielo.
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© MARKUS KIILI
El fotógrafo Markus Kiili tuvo la suerte de capturar esta foto impresionante.
Las increíbles imágenes muestran una línea de color blanco brillante cruzando a toda velocidad por el cielo verde y azul, en un raro momento que fue sólo visible por unos pocos segundos. La suerte que ha tenido este fotógrafo de poder registrar este momento es enorme.

¿Son consciente, por tanto, los lectores de que seguramente hayamos tenido muchas más bolas de fuego en estos días que por desgracia no han podido ser registradas por nadie?

Alarma social en Tailandia

La caída de un meteorito causó, este 7 de septiembre, alarma social en Bangkok. Los usuarios de redes sociales empezaron a difundir vídeos donde se podían ver la bola de fuego cayendo desde el cielo. A nadie se le ocurrió pensar que se tratara de un meteorito, por lo que se dispararon las versiones de que podía tratarse de un accidente aéreo o un ataque militar. 


La alarma se despejó cuando, oficialmente, el vicedirector del Instituto Nacional de Investigación Astronómica, Sarun Posayachinda, confirmó lo evidente: caída de meteorito.

Según informa ABC: "Además de en Bangkok, el fenómeno pudo observarse desde diferentes ciudades del centro del país situadas a más de un centenar de kilómetros de la capital tailandesa."

¿Intenciones celestiales?

Lo más interesante de todo esto es ver cómo los testigos de estos fenómenos tienden siempre a pensar que se trata de conflictos militares. Parece que las élites nos tienen bien amaestrados para nunca vislumbrar la verdadera situación del planeta, y el silencio de los medios sobre estos avistamientos contribuye a nuestro adoctrinamiento.

Como bien dice el astrónomo Victor Clube: "No necesitamos la amenaza celestial para disfrazar las intenciones de la Guerra Fría; ¡sino que necesitamos la Guerra Fría para disfrazar las intenciones celestiales!"

Más que temer las bombas de Occidente, deberíamos temer las bombas que llegan desde el espacio exterior... y tal vez lo segundo sea consecuencia de lo primero. Escuchemos lo que Laura Knight cuenta al respecto:
"Al final, tanto el pueblo como la élite buscan un paradigma que reste importancia a las catástrofes cíclicas, pero lo hacen por diferentes razones. La gente quiere aliviar la enorme presión de una gran catástrofe certera pero impredecible, mientras que la élite quiere permanecer en el poder. El compromiso que sirve a ambos objetivos es la ilusión de una élite que es capaz de proteger a la gente de cualquier desastre.

Esta mentira funciona bien durante los periodos de calma entre dos grandes catástrofes. Sin embargo, la historia muestra que cuando las hambrunas, los terremotos y las plagas han atacado y cobrado bien caro, cuando los volcanes hacen erupción o los cometas flamean en el cielo o las tormentas de meteoros y las anomalías del tiempo aumentan, se derrumba la ilusión, la raison d'être [razón de ser] de las élites (es decir, proteger a las personas) colapsa y el objetivo ha sido y siempre será, en última instancia, las clases dominantes. Y ellos lo saben. Así que cuando Anaxágoras, Sócrates o Critias mencionaron estos hechos incómodos, fueron silenciados a través del ridículo y la calumnia, e incluso la muerte.

Los síntomas de un aumento de la actividad cometaria son sistemáticamente ocultados por las élites como fenómenos causados por el hombre. Las estelas de condensación de aviones debidas a mayores concentraciones de polvo cometario en la atmósfera son descritas como 'chemtrails' [estelas de productos químicos], rociadas por las agencias gubernamentales, las explosiones de cometas sobre nuestras cabezas cada vez más frecuentes se presentan como pruebas de misiles y el clima cambiante debido a una disminución de la actividad solar provocada por el acercamiento del compañero del Sol y a su enjambre de cometas acompañantes es etiquetado como "calentamiento global antropogénico".

Al atribuir la causa de esos eventos inducidos cósmicamente a los hombres, las élites mantienen la ilusión de que tienen el control. Los "chemtrails" se pueden detener si se detienen las 'fumigaciones', las pruebas de misiles pueden ser detenidas si se puede obligar a los militares a hacerlo, el calentamiento global se puede reducir mediante el control de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, las estelas de condensación provocadas por el aumento de la actividad cometaria, las explosiones cometarias y las perturbaciones solares y climáticas cósmicamente inducidas no pueden ser cambiadas por la élite. No sólo eso, si el público se da cuenta de esto, también puede empezar a pensar que los "dioses están enojados" y tratar de encontrar la verdadera razón, para acabar deduciendo finalmente que el verdadero problema es la corrupción y la violencia de la élite en sus esfuerzos para obtener y mantener un mayor poder."
La frecuencia de avistamientos de bolas de fuego en todo el mundo sigue aumentando.

Es cuestión de tiempo que una de estas bolas de fuego impacte de lleno sobre la superficie terrestre con consecuencias catastróficas que dejarían al meteorito de Cheliabinsk en una mera anécdota.

Muy a nuestro pesar, el espectáculo de fuegos no artificiales en nuestro cielo promete no defraudar, mientras la población mundial siga permitiendo que los psicópatas gobiernen nuestro mundo.
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© Ferran Martín /La Información