lunes, 27 de enero de 2014

EE.UU: “Nadie mide los Niveles de Radiación Que Llega from Fukushima”

Los Residentes de la costa oeste de EE.UU. sí muestran muy Preocupados Por los Posibles Efectos de la catástrofe de Fukushima en sus Información aguas y Denuncian Que el Gobierno no ha Realizado AUN Ninguna medicion de los Niveles de Radiación.

Segun El Portal Infowars , Varios Informes indicano Que se ha Producido sin AUMENTO de los Niveles de Radiación en la costa oeste de EE.UU. en Las Ultimas Semanas.
Ken Buessler, es Experto en la medicion de Partículas radiactivas en El Oceano y FUE el autor del Estudio de Muestras de Agua Subterránea y marina de los alrededores de Fukushima Que se realizó desde del accidente de marzo del 2011.
“Las Predicciones hijo Bastante los bajas y ningún hijo Motivo de Preocupación directa, Pero Nadie Hace Mediciones de ESTOS Isotopos un lo largo de la costa oeste [...]. Es muy Fácil provocar Alarma, Lado de la ONU, Sobre la radiactividad, y del Otro, debido cols desconocimiento De Los Datos. Nadie no está Midiendo [la Radiación] he aquí porción del tanto debemos alarmarnos “, senala Buesseler.
Asímismo, el Experto Recuerda Que el pecado sin extenso y cuidadoso monitoreo, no podra saberse la CANTIDAD de Radiación de Fukushima Que Llega REALMENTE una las costas de EE.UU., ni de Como podria afectar a la Vida en el Océano.
“Los Efectos de Fukushima Irán aumentando debido una Que La Parte Delantera De Una gran Columna de vapor Proveniente de la planta nuclear un Llegara pronto California, e Irán aumentando Con Los años”, advierte el Científico.
De acuerdo estafa Infowars, Buessler sí ha Reunido estafa Funcionários de Diversos departamentos del Gobierno federal de EE.UU. y “Todos Dijeron Que No Es Su Responsabilidad Medir la Radiación del Océano Pacífico. Este Problema en sí no está diluyendo Entre Las Grietas de la Responsabilidad del Gobierno “, advierte Buessler. ”Es Un Problema de Salud y Seguridad”, denuncia.

Los fenómenos extremos se multiplican

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/24/actualidad/1390576443_240678.html


alejandro carra / madrid
Día 26/01/2014 - 15.52h

En el último mes se han batido récords de temperaturas altas y bajas en diversos puntos de ambos hemisferios y los científicos apuntan al cambio climático

Este pasado 2013 ha sido el más cálido en todo el planeta desde que se comenzaron a tomar datos en 1880. Si vamos más allá de la singularidad y buscamos la tendencia histórica, nos encontramos con que de los 10 años más cálidosde este periodo de 134 años, nueve corresponden al siglo XXI. Y el que queda descolgado del milenio, 1998, tampoco quedó precisamente lejos de sus colegas. Con estos datos del Instituto Goddard de la NASA, no queda mucho margen para el escepticismo sobre el calentamiento global. Un aumento de la temperatura del planeta que Christopher Field, director del Departamento de Ecología Global de la Carnegie Institution for Science y catedrático de la Universidad de Stanford (EE.UU.), advierte que provocará un «incremento del riesgo de padecer fenómenos extremos». Algo que este convulso invierno va confirmando.
Desde que el solsticio llegó, los fenómenos y calamidades meteorológicas se han sucedido a lo largo y ancho del planeta. Y ha dado lo mismo que se tratase del hemisferio norte, que del sur. Cuando ni siquiera ha llegado a su ecuador, este invierno que sufrimos ya se ha ganado su capítulo en los libros de registros «históricos».
Las sucesivas «ciclogénesis explosivas» originadas en el Atlántico Norte -«Dirk» y «Erich»- han dejado inundaciones en todo el sur del Reino Unido «como no se habían sufrido en más de dos décadas»; en España hemos visto «olas gigantes» que rompían «récord históricos de los últimos quince años» y en Francia han soplado vientos huracanadossobre los Pirineos Atlánticos de casi 230 kilómetros por hora, que en Bretaña y Normandía dejaron a 240.000 personassin suministro eléctrico.
En el otro extremo del termómetro, los moscovitas han disfrutado de un inicio del invierno «como no recordaban».Las temperaturas sobre cero que se han vivido en la parte europea de Rusia hicieron temer incluso por la nieve de los Juegos Olímpicos de Sochi y se enviaron camiones gigantes a las cumbres circundantes para recogerla. El Servicio Meteorológico de Rusia aseguró que con la que ha caído habrá suficiente nieve el 7 de febrero. Por si acaso, las autoridades han almacenado 16 millones de metros cúbicos del imprescindible elemento.

Vórtice polar

Al otro lado del Atlántico, el comienzo del invierno ha sido también extremo e histórico. El primer aviso lo dio justo antes de la Navidad una tormenta de hielo sobre la ciudad de Toronto, al sur de Canadá -no al norte- que los diarios regionales calificaron «como la peor de toda su historia», y que dejó a 250.000 personas sin electricidad. Y solo fue el inicio de una secuencia de olas de frío «históricas». Porque el 1 de enero, «Hércules» desplomaba el termómetro en esa misma ciudad hasta los 29 bajo cero y apenas una semana después le seguía el «vórtice polar», desplazado desde el Polo Norte por un frente de altas presiones del Pacífico que habitualmente nunca sobrepasaba Alaska, pero que en esta ocasión le abría el camino al ciclón ártico hacia el sur de Canadá y norte de Estados Unidos.
A su paso, todo el Medio Oeste y la región de los Grandes Lagos -cataratas del Niágara incluidas- quedaban convertidos en un gigantesco carámbano. Nueva York registraba temperaturas «nunca vistas en 118 años» y en zonas de Dakota del Norte y Minessota el frío y el viento dejaban sensaciones térmicas de 50 grados bajo cero. Más de 200 millones de norteamericanos se veían afectados por una secuencia gélida que el meteorólogo Ryan Maue presentaba bajo la afirmación de que «los que tengan menos de 40 años no habrán visto nunca una igual».
Tampoco está en la memoria de ninguno de los californianos un invierno como el que están viviendo. «Desde hacía un siglo», en este Estado de 40 millones de habitantes no se padecía una sequía como la que sufren; tanto que el gobernador, Jerry Brown ha declarado el estado de emergencia. Y estamos hablando de la temporada de lluvias, que aunque parezca increíble es en la que se encuentran. Cuando la época supuestamente «fresca y lluviosa» termine, y la primavera dé paso al verano, habrá que buscar un topónimo aún más siniestro para renombrar al infierno del «Valle de la Muerte».

El horno del cono sur

Pero si descontrolado anda el tiempo en el hemisferio norte, no están mejor las cosas al sur del ecuador. En Brasil, a la presidenta Rousseff le costaba esta pasada Navidad contener las lágrimas al observar desde el helicóptero la catástrofe de las inundaciones de los estados de Espíritu Santo y Minas Gerais, donde 50.000 personas tuvieron que abandonar sus casas por las «peores inundaciones de los últimos 90 años». Y cuando dejó de llover, fue para dar paso a unas temperaturas sofocantes. En Río de Janeiro la llegada del nuevo año trajo una ola de calor que provocó sensaciones térmicas de 50 grados; encontrar una ducha libre en las playas de Ipanema y Copacabana era poco menos que tarea imposible.
Más al sur del continente, el mazazo ardiente sufrido por los argentinos se ganó igualmente a pulso el calificativo de «histórico». En Buenos Aires, si el año 2013 se despidió con la ola de calor «más duradera de los últimos 107 años», este recién iniciado 2014 va ya por la tercera, y con sensaciones térmicas de 43,5 grados este pasado jueves. Pero peor ha sido en Santiago del Estero, al norte del país, donde se han alcanzado temperaturas de 50 grados, que es lo que suele medirse en los desiertos del Sahara o del Gobi. Al lado de estos registros, hablar del quinto año de sequía consecutivo de Chile y de las decenas de incendios que padece las regiones de Bío Bío y Maule, que han consumido 40.000 hectáreas, parecen algo normal. Pese a que el humo haya cubierto ya Santiago de Chile, la capital del país, y el presidente Santiago Piñera haya tenido que declarar la alerta sanitaria.
También en Australia están conociendo un invierno inolvidable. Melbourne padece la segunda ola de calor «más duradera desde 1830», Adelaida ha sufrido la segunda «más extrema desde 1939» y esta pasada semana todavía se luchaba contra incendios que han devorado en el Estado de Victoria 130.000 hectáreas, elevando lenguas de fuego por encima de los 40 metros, que viene a ser un edificio de quince plantas. Es probable que cuando los rescoldos se enfríen y se haga revisión de los datos, haya que cambiar lo de «segunda».

Más intensas, más frecuentes

Desde la Aemet, Fermín Elizaga, portavoz de la Agencia Estatal Meteorológica, subraya que «lo primero que hay decir es que la variabilidad climática siempre ha estado con nosotros. Los fenómenos extremos en diversas partes del mundo son habituales y antes de atribuir un fenómeno concreto al cambio climático hay que ser muy prudentes, pese a los conocimientos y herramientas científicas actuales. Lo que la mayoría de los científicos admitimos es que el cambio va a provocar un incremento en la frecuencia e intensidad de esos fenómenos extremos. Hay que tener en cuenta que por muy abrumador que parezca, dos décadas no son nada a nivel climatológico para algunas variables. Elúltimo informe del IPCC publicado en octubre 2013 asigna una probabilidad superior al 95% a la influencia del hombre en el calentamiento global y las variaciones que estamos viendo son consistentes con un mundo en calentamiento global. El cambio climático ya se ha producido, y con él un incremento en la frecuencia de los fenómenos extremos. Si antes se producía una ola de calor muy intensa cada 20 años, en el futuro serán probablemente cada 15, o menos».

No queda mucho tiempo

Carlos Duarte, investigador del CSIC, también es de la opinión de que una flor aislada no anuncia la primavera pero un campo florido sí. «Las primeras consecuencias concretas del cambio climático ya llegaron hace algunos años, con la pérdida de hielo en el Artico, que es una señal inequívoca. En cuanto a los fenómenos extremos, su atribución individual al cambio climático sigue siendo compleja, pero la agregación de condiciones climáticas extremas tiene valor de diagnóstico. En la ciencia del clima se están haciendo progresos importantes para poder atribuir, en un futuro próximo, los fenómenos individuales al cambio climático, pero por ahora nos hemos de contentar con la estadística. Un fenómeno extremo no anuncia el cambio climático, pero la agregación de muchos como estamos viendo estos años, sí lo hace», afirma este científico.
Sobre la velocidad a la que el cambio climático se está produciendo, Duarte muestra pocas dudas: «se están acelerando todos los indicadores: ritmo de aumento de temperatura global promedio, tasa de perdida de hielo, aumento del nivel del mar. Y lo están haciendo porque tambien lo hace el factor causal, que son las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Estamos perdiendo un tiempo vital para evitar que las consecuencias excedan los margenes en los que los impactos se pueden gestionar».

46 días de torturas en el desierto Benyamín, un adolescente etíope, relata su cautiverio con una de las sádicas bandas del Sinaí Miles de subsaharianos son asesinados cada año con extrema crueldad


Benyamín, en la sede de una ONG en el barrio cairota de Maady. / RICARD GONZÁLEZ
La península del Sinaí es un territorio de resonancias bíblicas. Considerado santo para las tres grandes religiones monoteístas, allí fue donde Moisés recibió de Dios la tabla de los Diez Mandamientos. Sin embargo, para miles de refugiados e inmigrantes del Cuerno de África, el Sinaí es sinónimo de un infierno de torturas, mutilaciones y, en muchos casos, muerte. Según un reciente estudio de la Universidad holandesa de Tilburgo, en los últimos cuatro años, entre 25.000 y 30.000 personas han sido víctimas de las mafias que trafican con personas en el Sinaí. De ellas, entre 5.000 y 10.000 han muerto. Una de las crisis humanas “más ignoradas” del mundo, dice la ONU.
Territorio desértico y remoto, el Estado egipcio posee un tenue control sobre el Sinaí, que se ha convertido estos últimos años en una base de operaciones para grupos yihadistas, y también para mafias diversas que trafican con órganos, personas, drogas y armas. Estos grupos descubrieron una cruel forma para multiplicar sus ganancias: comprar refugiados etíopes o eritreos “cazados” por la mafia sudanesa de los rashaida y torturarlos brutalmente para forzar a sus familiares a pagar un rescate.
Lo peor eran las palizas diarias. Prefería las descargas eléctricas. Las toleraba mejor", relata el traumatizado joven
Benyamín (nombre ficticio), un adolescente etíope que pudo escapar milagrosamente de su mazmorra, es uno de ellos. La historia de este chico enjuto y de mirada huidiza es especialmente dramática por ser menor de edad, y porque su pesadilla empezó ya en su propio país. A los 15 años fue arrestado y torturado para que delatara a los camaradas de su padre, asesinado por su condición de opositor al régimen. En una sesión de palizas perdió el conocimiento y se despertó en un hospital. Huyó por la ventana del baño y se encaminó hacia Sudán.
Después de cruzar la frontera con el país árabe, un hombre se ofreció a llevarlo al campamento de refugiados de Shagarab. Era un policía que, sin embargo, lo entregó a un grupo de hombres armados, que lo encadenaron de pies y manos y lo encerraron en un recinto con tres docenas de captivos originarios de Eritrea y Etiopía. “En muchas ocasiones son los propios policías y militares sudaneses quienes secuestran y venden a los refugiados. En el tráfico también están implicados eritreos y etíopes. De hecho, algunas abducciones se han producido ya en Etiopía”, explica Stefanie Ruehl, una investigadora alemana residente en Egipto que colaboró con el estudio de la Universidad de Tilburgo, publicado en diciembre.
Tras algunos días de cautiverio, los llevaron en camionetas por el desierto hasta llegar a un barco. Surcaban el Nilo. “El viaje duró varios días. No nos dieron agua y solo algún mendrugo de pan. Teníamos tanta sed que bebíamos la orina que goteaba del piso de arriba, donde habían puesto a las mujeres del grupo, a las que violaban”, evoca el chico. Según el estudio, los encargados de transportar los secuestrados al Sinaí pertenecen a la temida tribu de los rashaida, un clan mafioso que controla el tráfico de armas, drogas y personas en Sudán.
Una vez en el Sinaí, los separaron por nacionalidades y los metieron en dos grandes habitaciones cubiertas por un techo uralita. Entonces empezó la peor etapa del calvario. “Nos dijeron que nuestras familias les debían abonar 24.000 euros a cambio de la liberación. Si no pagaban, nos sacarían los órganos y los venderían. Estaba aterrorizado”, explica Benyamín con una voz temblorosa, apenas audible. En los casos de personas con familiares emigrados a Occidente, el rescate puede ascender hasta los 40.000 euros.
Los traficantes les dejaban teléfonos móviles para que contactaran con sus respectivas familias y amigos. A menudo las llamadas se producen en plena sesión de tortura, y así aumentan la presión a las familias. Con su madre en la cárcel, o quizá también muerta, Benyamín llamó a su tía, pero no contestó. No tenía a nadie que le pudiera ayudar. “En la mayoría de casos se trata de familias muy pobres. No les queda más remedio que vender sus tierras, hacer recolectas en sus aldeas o recurrir a las iglesias. Pocas veces pueden reunir el dinero. Y cuando lo hacen, es habitual que los secuestradores les pidan una suma adicional”, asevera Ruehl.
“Lo peor eran las palizas. Prefería las descargas eléctricas. Las toleraba mejor”, apunta. Las sesiones de tortura eran diarias, y los perpetradores, cinco o seis. Al menos uno era etíope o eritreo y hacía de traductor. El resto, probablemente, beduinos de la zona. El catálogo de torturas de los traficantes da fe del inaudito grado de sadismo al que puede llegar el ser humano. Según el informe citado anteriormente, las torturas incluyen mutilaciones, quemaduras provocadas por plástico fundido sobre la piel, palizas mientras las víctimas están colgadas del techo y humillaciones sexuales como forzarlas a violarse entre ellas.
Otra de maltrato era la privación de comida, agua o cualquier tratamiento médico. “En la habitación había un bidón donde nos hacían orinar. Luego nos forzaban a beber el orín. Era tan asqueroso que el estómago no podría retenerlo y vomitaba. Entonces me obligaban a comer el vómito. Una vez también me obligaron a lamer la sangre de un cadáver”, rememora el traumatizado adolescente.
Las torturas psicológicas también son extremadamente crueles. Por ejemplo, tirar los cuerpos de los confinados que han muerto a los perros, que los descuartizan frente a sus compañeros de penurias. En el caso de Benyamín utilizaron su profunda devoción religiosa: “Al ver que llevaba un collar con la cruz, me ordenaron que quemara una Biblia. Al principio me negué, pero las palizas eran tan duras que lo acabé haciendo”. Cree que sus periódicas plegarias le dieron la fuerza suficiente para poder sobrevivir a un calvario que terminó de forma milagrosa.
“Al despertarnos el día 46 de cautiverio, vimos que no había ningún traficante vigilándonos. Nos vieron tan débiles que se confiaron. La puerta estaba abierta, y el manojo de llaves, en el suelo. Uno pudo cogerlo, y cada uno fue abriendo el candado de sus cadenas”, narra el chico. Salieron del recinto y caminaron media hora, hasta encontrar una camioneta conducida por un barbudo. El jeque Mohamed les llevó a su mezquita, les proporcionó comida y primeros auxilios médicos. Unos días después, gracias a ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, ya tenían la “tarjeta amarilla” que les acredita oficialmente como refugiados.
Antes de que Israel edificara un muro en su frontera con Egipto, muchas víctimas conseguían cruzar al Estado hebreo. Ahora son arrestadas por las autoridades egipcias y deportadas a sus países de origen, o bien se quedan en El Cairo viviendo como refugiados. Actualmente, Benyamín comparte piso con otras víctimas. Vive gracias a las 400 libras mensuales (unos 50 euros) que le concede Cáritas. Sin embargo, su pesadilla aún no ha terminado. “Los traficantes nos llaman al móvil y nos acosan. Alguien de la comunidad eritrea se ha chivado sobre nuestro paradero. Nos vinieron a buscar al apartamento, por lo que tenemos que ir cambiando de vivienda”, cuenta apesadumbrado.
“La policía egipcia no ha hecho nada para acabar con este problema a pesar de que tenemos identificados a los culpables. No sabemos si no es una prioridad o están untados por la mafia”, denuncia Ruehl. Se estima que el lucrativo negocio del tráfico de personas en la región ascendió a unos 450 millones de euros entre 2009 y 2013. “En la actual campaña antiterrorista en el Sinaí, el Ejército ha destruido algunas de las casas de torturas, pero no ha detenido a ninguno de los responsables”, asegura Ahmed Abu Draa, un conocido periodista egipcio con base en la península que ha escrito varios reportajes sobre el tema.
Sin familia ni un país al que poder regresar, Benyamín no es capaz de imaginar un futuro mejor. Su única demanda es simple: “Solo quiero poder vivir sin miedo”.
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Aves atacan a palomas blancas que el Papa soltó invocando paz


Llenos de emoción. Dos niños acompañaron al Papa Francisco en la liberación de dos palomas de color blanco como gesto del llamado de paz en Ucrania que el pontífice hizo durante el angelus. (Foto: Reuters)


Deforestación. Un triste récord del mundo

 Un rincón de bosque tropical en Bolivia. | Corbis
El problema de la deforestación afecta prácticamente a todo nuestro planeta, de manera que resulta difícil establecer plusmarcas de tala de bosques en los distintos continentes. La Universidad de Maryland acaba de denunciar al Chaco paraguayo como la zona mundial en que la pérdida de bosque avanza con mayor velocidad.

El Bosque imprescindible

Cuando se habla de la importancia ecológica de los bosques suele recurrirse al tópico de su función como "pulmón del planeta". Es cierto que los bosques producen oxígeno, pero su influencia sobre el clima a nivel global es aún más trascendente. Los bosques atraen la humedad y provocan la lluvia en un verdadero "efecto esponja".
Hasta hace apenas dos siglos, un cinturón de bosques recorría el ecuador de nuestro planeta extendiéndose por las zonas tropicales africanas y sudamericanas. Primero fue África quien sufrió una progresiva "europeización" al perder por explotación colonial importantes masas verdes. Ahora le toca el turno a la Amazonia, y también a otros reductos menos conocidos, como el bosque arbustivo del Chaco paraguayo.
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Una de las series documentales del inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente que produjo en su día mayor impacto en nuestro país fue la titulada Prisioneros del bosque. Reflejaba la vida, a veces paradisíaca y a veces terriblemente dura de los habitantes de los bosques ibéricos. El reducto del bosque es a la vez prisión, pues sus habitantes dependen de su abrigo y recursos, y también símbolo de una libertad perdida por quienes tuvieron que abandonarlo y luchar en la llanura, como nuestros primitivos homínidos antecesores.

Humanos no contactados

Para las organizaciones preocupadas por los derechos de los últimos indígenas aún no contactados de nuestro planeta, como Survival, la más terrible consecuencia de la deforestación es que, en algunos rincones inexplorados, acarrea la extinción de esas poblaciones humanas. En este caso son los indios ayoreos quienes se ven acorralados por la talas del bosque arbustivo del Chaco paraguayo, el record del mundo de velocidad de destrucción del manto vegetal que constituye el único hogar que conocen.
Para evitar caer en la tentación de pensar que el problema que comentamos es algo muy lejano a nuestra cultura, recordemos que también las masas forestales europeas se enfrentan a amenazas muy preocupantes. El macizo forestal de la Selva Negra alemana es presa del fenómeno de la lluvia ácida, que arrastra al suelo las partículas de azufre procedentes de la contaminación industrial, y nuestros propios bosques ibéricos deben soportar cada año la terrible amenaza de los incendios.
Sigamos en la dinámica del absurdo. Los bosques amazónicos talados lo son generalmente para convertirlos en explotaciones ganaderas, mientras muchas llanuras pobladas por fértiles praderas permanecen sólo incipientemente explotadas como pastizales. Verdaderamente resultan inexplicables tantas políticas cortas de miras que no optimizan los recursos naturales y llevan al Bosque, y a los hombres del Bosque, al borde de la extinción.

Hay que defender los Bosques

Ya en la primera Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro el año 1992 se fijó la lucha contra la deforestación como uno de los objetivos fundamentales de la protección de la Naturaleza a nivel global. Lamentablemente el arrollador alarde informativo en torno al llamado Cambio Climático se impuso de tal manera en la movilización de la opinión pública que todo lo demás, incluida la protección de los bosques, quedó relegado a un segundo plano.
Todo ello a pesar de que el Bosque forma parte importante de los sistemas de fijación del dióxido de carbono que se produce tanto en las combustiones industriales como en las emanaciones de los volcanes. Estas últimas son la principal fuente de liberación del gas carbónico a la atmósfera, el fenómeno tan temido por los que anuncian catastróficos efectos climáticos debidos a su aumento.
Volviendo al Chaco paraguayo y a otros ecosistemas boscosos similares y próximos al mismo, habitados por indígenas no contactados, no sólo se talan los Bosques por concesiones legales más o menos polémicas, sino también por laviolencia ejercida por verdaderas mafias de las industrias madereras ilegales, que no se detienen ni siquiera ante la presencia de seres humanos indefensos ante sus ataques devastadores.
Algunos defensores del Bosque han pagado su esfuerzo con la vida. En Brasil, el cauchero Chico Méndes fue el primer asesinado, el año 1988 inmediatamente después de recibir el Premio Global 500 de la ONU, pero no olvidemos al biólogo español Gonzalo Alonso Hernández, recientemente muerto a los 49 años en Río de Janeiro debido a su lucha contra deforestadores y cazadores furtivos.
Desde nuestra mucho más segura Europa es difícil imaginar que los defensores de la Naturaleza corran tan grave peligro de ser asesinados por las mafias, pero los datos son suficientemente reveladores.
Al menos veinte personas entre 2011 y 2012 han sido víctimas de su valor y su altruismo. No es lo mismo el "ecologismo de salón" del que hacen gala algunos movimientos urbanos de los países desarrollados que la lucha de estos héroes en los escenarios, a veces muy violentos, de los ataques ambientales.
Pongamos en su lugar a los verdaderos defensores de la Naturaleza. Muchos se juegan la vida para luchar por el medio ambiente, pero también por la principal de sus criaturas, nuestra propia especie, representada en este momento por los acosados indígenas ayoreos paraguayos, por cuya supervivencia clama Survival.
Miguel del Pino Luengo es Biólogo y Catedrático de Ciencias Naturales.

La marca que nos dice vender felicidad más bien reparte pesadillas

Coca-Cola es así


Público.es


"Gracias por compartir felicidad", nos dice el último anuncio de Coca-Cola, pero mirando de cerca parece que Coca-Cola de felicidad más bien reparte poca. O sino que se lo pregunten a los trabajadores de las plantas que la multinacional pretende cerrar ahora en el Estado español o a los sindicalistas perseguidos, y algunos incluso secuestrados y torturados, en Colombia, Turquía, Pakistán, Rusia, Nicaragua o a las comunidades de la India que se han quedado sin agua tras el paso de la compañía. Por no hablar de la pésima calidad de sus ingredientes y el impacto en nuestra salud.

Cada segundo se consumen 18.500 latas o botellas de Coca-Cola en todo el mundo, según datos de la propia empresa. El Imperio Coca-Cola vende sus 500 marcas en más de 200 países. Quién se lo hubiese dicho a John S. Pemberton, cuando en 1886, diseñó tan exitoso brebaje en una pequeña farmacia de Atlanta. Hoy, en cambio, la multinacional ya no vende tan solo una bebida sino mucho más. A golpe de talonario y campañas multimillonarias de marketing, Coca-Cola nos vende algo tan preciado como “la felicidad”, “la chispa de la vida” o “una sonrisa”. Sin embargo, ni su Instituto Coca-Cola de la Felicidad es capaz de esconder todo el dolor que ocasiona la compañía. Su currículo de abusos sociales y laborales recorre, como sus refrescos, todo el planeta.

Ahora, le ha tocado el turno al Estado español. La compañía acaba de anunciar un Expediente de Regulación de Empleo que implica el cierre de cuatro de sus once plantas, el despido de 1.250 trabajadores y la recolocación de otros 500. Una medida que se toma, según la multinacional, “por causas organizativas y productivas”. Un comunicado de CCOO, en cambio, desmiente dicha afirmación, y señala que la empresa tiene enormes beneficios de alrededor de 900 millones de euros y una facturación de más de 3.000 millones.

Las malas prácticas de la empresa son tan globales como su marca. En Colombia, desde 1990, ocho trabajadores de Coca-Cola han sido asesinados por paramilitares y 65 más han recibido amenazas de muerte, según ‘El informe alternativo de Coca-Cola‘ de la organización War on Want. El sindicato colombiano Sinaltrainal ha denunciado que tras dichas acciones se encuentra la multinacional. En 2001, Sinaltrainal, a través del International Labor Rights Fund y la United Steel Workers Union, consiguió interponer en Estados Unidos una demanda contra la empresa por dichos casos. En 2003, la corte desestimó la petición alegando que los asesinatos tuvieron lugar fuera de Estados Unidos. La campaña de Sinaltrainal, de todos modos, había conseguido ya numerosos apoyos.

El rastro de abusos de Coca-Cola lo encontramos prácticamente en cada rincón del planeta donde tiene presencia. En Pakistán, en 2001, varios trabajadores de la planta de Punyab fueron despedidos por protestar y los intentos de sindicalización de sus trabajadores en Lahore, Faisal y Gujranwala chocaron con las trabas de la multinacional y la administración. En Turquía, sus empleados denunciaron, en 2005, a Coca-Cola por intimidación y torturas y por utilizar una rama especial de la policía para dichos fines. En Nicaragua, el mismo año, el Sindicato Único de Trabajadores (SUTEC) acusó a la multinacional de no permitir la organización sindical y amenazar con despidos. Y casos similares encontramos en Guatemala, Rusia, Perú, Chile, México, Brasil, Panamá. Uno de los principales intentos por coordinar una campaña de denuncia internacional contra Coca-Cola fue en 2002 cuando sindicatos de Colombia, Venezuela, Zimbabwe y Filipinas denunciaron conjuntamente la represión sufrida por sus sindicalistas en Coca-Cola y las amenazas de secuestros y asesinatos recibidas.

Aunque la compañía no es únicamente conocida por sus abusos laborales sino, también, por el impacto social y ecológico de sus prácticas. Como ella misma reconoce: “Coca-Cola es la empresa de la hidratación. Sin agua, no hay negocio”. Y ésta succiona hasta la última gota allá donde se instala. De hecho, para producir un litro de Coca-Cola, se requieren tres litros de agua. Y no sólo para su bebida sino para lavar botellas, maquinaria… Agua que a posteriori es desechada como agua contaminada, con el consiguiente perjuicio medioambiental. Para saciar su sed -una embotelladora de Coca-Cola puede llegar a consumir hasta un millón de litros de agua por día, la empresa toma unilateralmente el control de acuíferos que abastecen a comunidades locales dejándolas sin un bien tan esencial como el agua.

En la India, varios estados (Rajastán, Uttar Pradesh, Kerala, Maharastra) se encuentran en pie de guerra contra la multinacional. Varios documentos oficiales señalan la disminución drástica de los recursos hídricos allá donde ésta se ha instalado, acabando con el agua para el consumo, la higiene personal y la agricultura, sustento de muchas familias. En Kerala, en 2004, la planta de Plachimada de Coca-Cola fue obligada a cerrar después de que el ayuntamiento denegara la renovación de su licencia acusando a la compañía de agotar y contaminar su agua. Meses antes, el Tribunal Supremo de Kerala sentenció que la extracción masiva de agua por parte de Coca-Cola era ilegal. Su cierre fue una gran victoria para la comunidad.

Casos similares se han dado en el Salvador y Chiapas, entre otros. En el Salvador, la instalación de plantas de embotellamiento de Coca-Cola han agotado recursos hídricos tras décadas de extracción y han contaminado acuíferos al deshacerse de agua no tratada procedente de dichas plantas. La multinacional siempre ha rehusado hacerse cargo del impacto de sus prácticas. En México, la compañía ha privatizado numerosos acuíferos, dejando a comunidades locales sin acceso a los mismos, gracias al apoyo incondicional del Gobierno de Vicente Fox (2000-2006), antiguo presidente de Coca-Cola México.

El impacto de su fórmula secreta sobre nuestra salud está también extensamente documentado. Sus altas dosis de azúcar no nos benefician y nos convierten en “adictos” a su brebaje. Y el uso del aspartamo, edulcorante no calórico substitutivo del azúcar, en la Coca-Cola Zero, se ha demostrado, como señala la periodista Marie Monique Robin en su documental ‘Nuestro veneno cotidiano‘, que consumido en altas dosis puede resultar cancerígeno. En 2004, Coca-Cola en Gran Bretaña se vio obligada a retirar, tras su lanzamiento, el agua embotellada Dasani, después que se descubriera en su contenido niveles ilegales de bromuro, substancia que aumenta el riesgo de cáncer. La empresa tuvo que apartar medio millón de botellas, que había anunciado como “una de las aguas más puras del mercado”, a pesar de que un artículo en la revista The Grocer señalaba que su fuente era agua tratada del grifo de Londres.

Los tentáculos de Coca-Cola, asimismo, son tan alargados que, en 2012, una de sus directivas, Ángela López de Sá, alcanzó la dirección de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. ¿Qué postura va a tener, por ejemplo, la Agencia ante el uso del aspartamo cuando la empresa que hasta hace dos días le pagaba el sueldo a su actual directora lo usa sistemáticamente? ¿Conflicto de intereses? Lo señalábamos ya antes con el caso de Vicente Fox.

La marca que nos dice vender felicidad más bien reparte pesadillas. Coca-Cola es así, dice el anuncio. Así es y así se lo hemos contado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 26 de enero de 2014

Noticias que tal vez pasaron desapercibidas para algunos


Resumen Noticias Internacionales
Recopilación de noticias y documentos actuales  de gran interés, de los que muchas veces no se informa en los medios oficiales o pasan desapercibidos, pero que son fundamentales para conocer la realidad de los tiempos que vivimos.