EL FUTURO DE EGIPTO
Por Erika Pais especial para Antimafia Dos Mil
Tras la celebración del referéndum en Egipto y el anuncio de candidatura de Al Sisi a la presidencia, se puede asegurar que el ejército egipcio estaba en busca de realización de sus objetivos durante y después de la revolución egipcia.
Entonces, se puede decir que el ejército egipcio, a base de un plan preciso, intenta mantener su posición en el poder y controlar a su favor las evoluciones del país. Pero, en este sentido, hay muchos problemas en el camino del ejército.
Egipto se debe cambiar y entretanto el importante problema es el “papel limitado” del ejército en este cambio. Si el ejército egipcio actúa como el periodo de Hosni Mubarak, se enfrentará a serios desafíos y no será capaz de influir en las evoluciones del país. Aquí, se deben indicar unos puntos importantes:1) “El silencio del ejército hacia la revolución de 2011 en Egipto” y “dejar solo a Hosni Mubarak”, por cualquier razón, muestran que el ejército y las autoridades egipcias han aceptado la necesidad del cambio en el país árabe. Este asunto muestra además que el ejército egipcio y los líderes nacionales y extranjeros del país creen que no se puede gobernar Egipto según el método del periodo de Mubarak. Por lo cual, aunque el ejército egipcio fue el importante factor en la supervivencia del régimen de Mubarak desde 1982 hasta 2011, ahora no actúa en la política completamente como el gobierno del ex dictador de este país. Es evidente que hay unas diferencias entre las actuaciones del ejército en las dos épocas. Pero, ¿cuáles son estas diferencias?
2) Aunque el ejército egipcio destituyó ilegalmente a Mohamed Mursi, el presidente egipcio, es claro que el ejército no podría hacerlo sin la resistencia de las multitudes de manifestantes (que por fin llegaron a unos 15 millones de personas). Por consiguiente, los observadores políticos creen que por lo menos la mitad de los activistas egipcios apoyaron al ejército en el derrocamiento de Mursi y los Hermanos Musulmanes. También, tras la destitución de Mursi en el julio pasado, se vio que casi la mitad de los ciudadanos activos de Egipto apoyaron a los Hermanos Musulmanes.
En la actualidad, a base del resultado del referéndum constitucional en Egipto, el ejército obtuvo el 37 por ciento de los votos favorables de egipcios cualificados, 2/17 por ciento más de los Hermanos Musulmanes en las elecciones pasadas. Pero, cabe mencionar que además del ejército, los seguidores del ex régimen, el opositor movimiento Tamarod (rebelión, en árabe), el frente de Anqaz (Frente de Salvación Nacional, FSN) y algunos grupos religiosos como
Jame Al Azhar, todos juntos realmente recibieron estos votos. Por supuesto, el ejército no recibió pocos votos, pero es evidente que el opositor movimiento Tamarod y el frente de Anqaz han recibido más votos de los militantes. Cuando los seguidores del movimiento Tamarod y el frente de Anqaz acepten el ejército como uno de sus líderes, los militantes podrán ser los dueños de todos de estos votos. Si Tamarod, Anqaz y los activistas en la revolución de febrero de 2011 separan su camino del ejército, se podrá ver que el ejército obtuvo menos votos de estos movimientos. Este asunto muestra que el ejército no goza de un buen respaldo popular. De este modo, es cierto que los militantes no serán capaces de reconstruir la época de dictadura de Mubarak.3) En Egipto, se han cambiado mucho las condiciones internas y regionales, y este asunto causó que el ejército se enfrentara a muchos problemas para elegir su camino y realizar sus objetivos. En la época de Hosni Mubarak, EE.UU. y sus aliados árabes tenían hegemonía en este país. Además, en aquella época, la región de Egipto fue tranquila y las fronteras africanas y asiáticas de este país fueron seguras. Muamar el Gadafi gobernó en Libia y el canal de Suez y el
mar Rojo estuvieron tranquilos. Ahora, las condiciones han cambiado. EE.UU. ha perdido su influencia en este país sensible. Se han realizado muchos cambios en las regiones árabes alrededores de Egipto, como Libia, Túnez, Siria, Irak, Yemen y Arabia Saudí. Entonces, el ejército no puede quedar inmune de los avatares en el mundo árabe. El Ejército egipcio sabe bien que Mursi y los Hermanos Musulmanes a pesar de llevar 85 años programando para llegar al poder, fueron derrocados tras adoptar algunas políticas erróneas a nivel nacional e internacional. Por lo tanto, no hay garantías para que el gobierno militar no tenga un destino igual tras cometer algunos errores políticos. El Ejército de Egipto trata de manifestarse independiente en el escenario internacional. El restablecimiento de las relaciones militares de Egipto y Rusia tras unos 40 años, aunque no estén profundas, así como el silencio del gobierno ante la crisis siria, muestra la perspicacia del Ejército. En el ámbito nacional, el nuevo gobierno trató de pronunciarse el resultado y fruto de las demandas y peticiones populares. Asimismo, otorgó más autoridad al Parlamento y hizo énfasis en considerar las necesidades públicas como la alimentación, sanidad, educación y vivienda, así como los derechos de ciudadanía en la nueva Constitución, objetivos que no son alcanzables según la mayoría de los analistas políticos. Teniendo en cuenta que anteriormente en la sociedad egipcia los Hermanos Musulmanes eran pioneros en prestar atención a las necesidades públicas, se puede concluir que el Ejército está en busca de presentar un nuevo discurso político y atraer el apoyo de todas las fuerzas nacionales.
4) El Ejército no cuenta con un amplio espacio para actuar debido a sus antecedentes. De todas maneras, las fuerzas armadas de Egipto se consideran uno de los pilares de los ex regímenes de Mubarak y Sadat y por otra parte son respaldados por los elementos restantes de la época de dictadura. Por otra parte, los altos comandantes militares del país son también los grandes poderes económicos que respaldaban al régimen de Mubarak. Este historial es inaceptable no sólo para los grupos islámicos sino también para los nacionalistas y los jóvenes revolucionarios del país.
5) Algunos, a base de los cambios realizados en las conversaciones regionales, piensan que el ejército egipcio también pueda ser un símbolo de democracia, pero se equivocan. Recientemente, los países occidentales, al referirse al referéndum constitucional de Egipto, dijeron que el ejército pueda ser un símbolo de democracia en la región. Pero esta creencia no es correcta, ya que los militantes por lo menos durante 40 años han estado lejos de las áreas de
conversaciones regionales. Desde los 30 últimos años, el ejército egipcio en la región no adoptó una postura clara hacia el Islam. En esta época, el ejército mantuvo su silencio ante los movimientos anti-sionistas e incluso apoyó a los sionistas indirectamente. El ejército no tuvo una postura clara hacia las evoluciones regionales y en algunas situaciones no intentó actuar como un poder regional aunque pudiera. En esta época, Mubarak y el ejército guardaron silencio ante todos los cambios regionales. Entonces, es imposible que ahora el ejército cambie su postura anterior y esté en busca de establecer democracia en el país. Los generales del ejército egipcio son los mismos que se educaron unos años en las universidades militares de EE.UU., tienen relaciones con el ejército estadounidense y actúan a base de las estructuras militares de los Estados Unidos. Por lo cual, es un error estratégico que pensemos que el ejército egipcio trata de establecer un régimen diferente en este país. El ejército ni es capaz de reconstruir las estructuras de la época de Mubarak, ni puede actuar fuera de las estructuras estadounidenses. Al referirse a estos puntos, se puede decir evidentemente que el ejército no es capaz de crear un movimiento coherente, sólido y lógico en Egipto. Aunque el ejército pueda ser el importante elemento en la política de Egipto durante los siguientes años, a menudo cambiará sus posturas en diferentes situaciones. Este asunto puede dañar el prestigio y potencia del ejército durante un corto plazo.6) Hay muchas contradicciones entre las diferentes relaciones exteriores de Egipto. Los estadounidenses todavía no
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