En Francia, por ejemplo, a penas se publica, por no decir nada, del citado acontecimiento, importante ya que en éste la violación de los Derechos Humanos y de los derechos a la libre expresión de los ciudadanos está a la orden del día.
Para suerte del público lector, la información sobre la Marcha de la Dignidad en Madrid, publicada por los citados medios alternativos a los que están al servicio de los grandes capitales, puede ser corroborada con fotografías y vídeos publicados en las redes sociales que, a propósito, son también una alternativa frente al amordazamiento de la prensa de corte imparcial.
Para Estados Unidos y la Unión Europea (UE) el tema de la violación de los DDHH durante la Marcha de la Dignidad, en la que participa un aproximado de dos millones de personas que llegaron a Madrid de todos los rincones del país ibérico, no es tan importante como sí lo fue en Ucrania.
EE y la UE no amenazaron al Gobierno de España con sanciones por reprimir a los manifestantes como sí lo hicieron con el Gobierno de Ucrania pues, según ellos, este país viola los derechos y libertades de los que salieron a protestar en contra de la decisión de Víktor Yanukóvich de posponer la firma del Acuerdo de Asociación y Libre Comercio con la UE, lo que sirvió como detonante de la crisis político-económica en Ucrania.
Como podemos observar, en estos dos casos, el de España y Ucrania, Occidente muestra con tal descaro el doble estándar de su política exterior: donde le conviene defiende los Derechos Humanos; donde no, no.
En Ucrania si le convenía defenderlos pues, el trofeo, Crimea, era de gran importancia, ya que ello significaba acabar con el poderío naval de Rusia en esa zona y un significativo acercamiento a sus fronteras, algo similar a lo que intentó hacer bendiciendo el ataque genocida por parte de Georgia contra la República de Osetia del Sur en agosto de 2008.
“Rusia nunca ha cuestionado la pertenencia de Crimea a Ucrania”, según el embajador ruso Nikolái Sofinski en Lima, Perú.
Pero ese asunto, continuó el distinguido diplomático, tomó otras dimensiones en los últimos tres meses. “En Kiev hubo un golpe de Estado. Las fuerzas que tomaron el poder abogan por la xenofobia, la rusofobia”, precisó Sofinski, lo que provocó que la población de Crimea rechazara a las nuevas autoridades y optara por Rusia para protegerse.
Cabe destacar que el 96 % de los participantes en el referendo del 16 de marzo pasado, votó por independizarse de Ucrania e integrarse a Rusia, lo que refleja el uso por parte de los habitantes de Crimea del derecho a la autodeterminación de los pueblos, según normas internacionales. Rusia ha reconocido los resultados del referendo y esto no significa una expansión de este país como intentan hacerle creer a la comunidad internacional EEUU y la UE.
El cuestionamiento del referendo por parte de las nuevas autoridades de Ucrania aludiendo que la población de la península votó por temor a la supuesta ocupación militar de Rusia, no resiste crítica alguna.
“Existen acuerdos con Ucrania sobre el desplazamiento de nuestra flota en Sebastopol. Tenemos el derecho de desplegar en ese lugar hasta veinticinco mil soldados. Lo que hicimos fue fortalecer, dentro de este parámetro legal, la cantidad de efectivos en la zona hasta llegar a los veintiuna mil soldados. Esas unidades estuvieron en bases rusas”, precisó el embajador ruso.
A la posición de los que derrocaron al presidente legítimamente electo Víktor Yanukóvich, se sumó el embajador del Reino Unido en Lima, James Dauris:
“Las medidas tomadas por el Presidente (Vladímir) Putin hoy para intentar anexar Crimea a Rusia son una flagrante violación del Derecho Internacional y envían un escalofriante mensaje a todo el continente europeo”, dijo Dauris.
Añadió que la declaración del Primer Ministro británico David Cameron del 19 de marzo pasado refleja cuán seriamente los países de Europa y de todo el mundo ven lo que Rusia está haciendo.
“La violación de la integridad territorial de Ucrania es completamente indefendible”, dijo el diplomático británico.
Occidente por fin se acordó del Derecho Internacional. Es un buen augurio, la verdad. Pero es una lástima que no lo haya tomado en consideración antes de bombardear Yugoslavia; antes de la intervención en Iraq bajo los bien conocidos y absolutamente falsos argumentos; de la incompatibilidad de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para la invasión en Libia; del reconocimiento de Kosovo pese a las advertencias de Rusia entre otros.
“¡Cuántas vidas se pudo salvar en este caso! y evitar golpes al corazón del sistema internacional basado en el orden y las reglas, del cual depende toda nuestra seguridad y estabilidad”, dijo Nikolái Sofinski en respuesta a las declaraciones de su homólogo británico.
rz/lj
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario