Un grupo internacional de artistas realizó una instalación gigante en Pakistán para hacer entender a los operadores de drones estadounidenses que no matan insectos, sino a seres humanos, entre ellos a niños.
Los militares estadounidenses que operan los drones de combate Predator se refieren a las matanzas de humanos como ‘aplastar insectos’. Eso se debe a que las imágenes captadas por las cámaras de los drones son muy borrosas, por lo que a ojos de los operadores los cuerpos de los humanos muertos parecen insectos aplastados.
Un grupo de creadores de Pakistán, EE.UU. y Francia representados por el famoso artista callejero JR se estableció como objetivo poner fin a esta insensibilidad. Para ello colocaron la imagen gigante de una niña mirando hacia el cielo. “Cuando la capte la cámara de un dron, lo que el operador verá en su pantalla no será un punto anónimo en el paisaje, sino la cara de una víctima infantil inocente”, dice lapágina web del proyecto.
Los autores no revelan la identidad de la niña representada, pero según la Fundación para los Derechos Fundamentales, que ayudó a realizar el proyecto, se trata de una niña que perdió a sus padres y a dos hermanos en un ataque de dron.
Desde el año 2004, cuando los militares estadounidenses empezaron a usar drones en Pakistán, muchas de las víctimas de los ataques eran miembros de la población civil. Según los autores de la instalación, solamente en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste de Pakistán, donde realizaron el proyecto, en más de 380 ataques con drones perdieron la vida por lo menos 3.500 personas, de las cuales al menos 200 eran niños.
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