martes, 21 de abril de 2015

PROFECIAS: ENERGIA NUCLEAR EL GRAN FLAGELO DE LA HUMANIDAD


LA CARRERA POR ARMAS NUCLEARES DE LA QUE CASI NO SE HABLA
El tiempo, atención mundial y esfuerzo dedicado al acuerdo entre Estados Unidos e Irán sobre las ambiciones nucleares de éste último, han dejado en las sombras un creciente peligro de proliferación de armas de igual o mayor potencial en otra parte del mundo.
La región del sureste asiático, caracterizada por la volatilidad política, ha sido testigo de una escalada armamentista signada por una clara rivalidad en potencial nuclear.
De acuerdo con analistas, esta región del mundo se está convirtiendo en escenario de una carrera por la supremacía nuclear entre tres potencias: India, Pakistán y China (aunque técnicamente no clasifique como parte del sureste asiático, esta nación comparte una larga frontera con las otras dos).
La rivalidad entre estos tres países es de por sí suficientemente peligrosa, sin contar con las históricas enemistades que han atormentado el pasado que tienen en común.
"Controlar y disuadir"
Primero está el caso de Pakistán. El país está marcado por una inestabilidad económica y política, y al mismo tiempo está enfrascado en un duelo de fanfarronadas militares con India.
Submarino nuclear
El gobierno paquistaní aprobó hace poco la compra de ocho submarinos chinos. No está claro si tienen capacidad de ser equipados con misiles nucleares.
Se cree que tiene uno de los arsenales nucleares de más rápido crecimiento en el mundo. Un reporte reciente advierte que triplicó el número de cabezas nucleares que tenía hace una década.
Para la clase gobernante de Pakistán, exhibir su fortaleza nuclear es parte de su estrategia militar y política para "abofetear" a India.
Pakistán tiene una doctrina extraoficial en materia nuclear, pero formalmente habla de "controlar" y "disuadir".
El gobierno paquistaní aprobó hace poco la compra de ocho submarinos chinos. No está claro si los mismos tienen capacidad de ser equipados con misiles nucleares.
La compra representó una transacción de miles de millones, una de las operaciones armamentistas más grandes de China.
Esta negociación amenaza con intensificar la creciente batalla por la supremacía militar en el Océano Índico, una parte del mar que desde hace mucho tiempo ha sido fuente de tensiones en la región.
De igual forma, la operación arroja luz sobre otra área de conflicto: China ha sido uno de los principales proveedores de armas a Pakistán, y de acuerdo con el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, la mitad del armamento paquistaní importado es de procedencia china.
Historia turbulenta
China y Pakistán han estado cerca durante décadas, una relación fundamentada en la mutua sospecha sobre India.
Los paquistaníes han probado misiles que aparentemente pueden portar ojivas nucleares. Poseen el misil de rango medio Shaheen-III, el cual puede atacar objetivos a una distancia de 2.700 kilómetros aproximadamente, dejando a India dentro de su rango de fuego.
Por otra parte, un artículo de The New York Times señaló hace poco que Pakistán estaba desarrollando armas nucleares de acciones tácticas de corto alcance, las cuales también dejan a India dentro del rango de fuego.
Primer ministro de India, Narendra Modi
El primer ministro de India, Narendra Modi, confirmó recientemente que su país sigue la doctrina de no utilizar armas nucleares, a menos que primero sea atacado con ellas.
Al respecto, vale la pena decir que nadie debería subestimar la enemistad entre estos dos países, teniendo en cuenta el pasado turbulento que han compartido, en el cual se registran guerras abiertamente declaradas en 1947, 1965 y 1971.
En cuanto a India, analistas estiman que tiene unas 110 ojivas y continúa expandiendo su programa nuclear, aunque a un ritmo más lento.
El país tiene una estrategia mixta, combinando misiles de corto y largo alcance, submarinos nucleares y cruceros misilísticos. Su primer artefacto nuclear fue probado en 1974.
Una pieza fundamental en esta estrategia es que India, tal como confirmara su primer ministro, Narendra Modi, tiene una doctrina de No Accionar Primero (una política universal en la que una potencia nuclear se compromete a no utilizar armas nucleares como medio de guerra, a menos que primero sea atacado por un adversario utilizando armas nucleares).
El poderío nuclear de China es un asunto que preocupa a India, por cuanto posee armas estratégicas más avanzadas y su ejército es más numeroso. Y por supuesto, también les inquieta la cercanía entre China y Pakistán, su enemigo más antiguo.
China cuenta con 250 cabezas nucleares. Hay consenso en la comunidad internacional sobre la tendencia creciente de su poderío nuclear en los próximos años".
Las estimaciones indican que en la actualidad China cuenta con 250 cabezas nucleares, distribuidas en misiles de corto, mediano y largo alcance. Su sistema combina plataformas de lanzamiento en tierra, aire y mar.
El programa nuclear chino comenzó en la década de 1950, en el despertar de la guerra de Corea. Se cree que su primera prueba nuclear tuvo lugar en 1964. Hay consenso en la comunidad internacional sobre la tendencia creciente del poderío nuclear de China en los próximos años.
Como doctrina sobre el uso de su armamento nuclear el gobierno chino siempre ha sostenido que su política de No Accionar Primero tiene un carácter defensivo. Además, este país suscribió el Tratado de No Proliferación Nuclear, el cual desde 1968 restringe la posesión de armamento de este tipo, y debe firmar el acuerdo internacional para prohibir la realización de pruebas nucleares.
¿Un coctel letal?
La feroz competencia nuclear en el sureste asiático es vista por muchos como una receta para generar inestabilidad en la región, la cual ya está cargada con suficientes problemas.
Misil estadounidense
Estados Unidos y Rusia aún conservan el predominio de las armas nucleares (más del 90% del arsenal mundial), sin embargo, en el sureste asiático estas tres potencias se han convertido en una preocupación creciente.
El elemento nuclear es un componente potencialmente letal que se suma a un coctel que ya es explosivo por las disputas territoriales y las organizaciones terroristas que se mueven a lo largo de la frontera común.
La capacidad de las potencias mundiales para influir en esta situación se ve empañada por la ausencia de India y Pakistán entre los firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear.
La inestabilidad política y económica de Pakistán también arroja grandes y serias interrogantes. El país se encuentra permanentemente presionado por grupos activistas radicales que generan temor ante la posibilidad de que lleguen a poseer material nuclear, a pesar de que el gobierno paquistaní ha sido enfático en garantizar la seguridad de sus instalaciones nucleares.
En el plano general, Estados Unidos y Rusia aún conservan el predominio de las armas nucleares (más del 90% del arsenal mundial), sin embargo, en el sureste asiático estas tres potencias siguen siendo una preocupación creciente, de la cual quizás tengamos que estar más atentos en los próximos meses.



NUEVE PAÍSES AMENAZAN AL MUNDO CON SUS ARSENALES ATÓMICOS.
05.04.2015
Irán representa una pequeña fracción del creciente peligro que para todo el planeta supone el arma nuclear.
Desde el mismo arranque de la era atómica –materializado en agosto de 1945 con el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki– un grupo de físicos, ingenieros y otros especialistas del decisivo Proyecto Manhattan empezaron a publicar en Chicago una revista para explicar los grandes debates generados por esta nueva tecnología apocalíptica y defender la necesidad de un estricto control internacional. Dos años después, el comité del Boletín de Científicos Atómicos fue más allá y creó un símbolo para divulgar sus trascendentales preocupaciones: el reloj del Juicio Final (Doomsday Clock).
Al poner en marcha esta metáfora sobre el peligro de una deliberada destrucción del planeta, el reloj marcaba siete minutos para la medianoche. En 1949, con el primer ensayo nuclear de la Unión Soviética, las manecillas empezaron a moverse hacia el punto y final. Desde entonces, el reloj se ha ajustado en más de una veintena de ocasiones, con márgenes de 2 a 17 minutos según los diversos avatares de la proliferación nuclear durante y después de la Guerra Fría. Y según la última puesta en hora realizada en enero, con la supervisión de 18 premios Nobel y forzada también por los efectos del cambio climático, ya solo faltarían tres minutos para lo peor.
De acuerdo a este preocupante diagnóstico, Irán representa una fracción más bien reducida del endemoniado problema que representa el creciente arsenal nuclear para todo el mundo. Por un lado no han prosperado las buenas intenciones generadas tras el final de la Guerra Fría para que Estados Unidos y Rusia pudieran avanzar por la senda de reducir en todo lo posible esa terrible categoría de armas de destrucción masiva. De hecho, los dos gigantes nucleares se encuentran desde hace tiempo embarcados en un cuestionado proceso de modernización de sus respectivos arsenales.
Por otro lado, el panorama geoestratégico se complica todavía más con la conducta atribuida a países en el vagón de cola de la proliferación nuclear como India, Pakistán, Israel o Corea del Norte. Estas naciones –con muy diferentes motivaciones, estratégicas y diferentes grados de estabilidad interna– están compartiendo un empeño similar deexpandir y perfeccionar sus armas nuclearescomo una forma legítima para garantizar su seguridad nacional.
Esta amenazadora realidad, según argumenta el Boletín de Científicos Atómicos, tiene responsables: «Los líderes mundiales han fracasado a la hora de actuar con velocidad o en la escala que se requiere para proteger a los ciudadanos ante una potencial catástrofe. Estos fallos de liderazgo político ponen en peligro a toda las personas en la Tierra». Con el agravante de haber desaprovechado las oportunidades generadas tras la caída del Muro del Berlín.

Cuatro «cerebros»

La lucha para acabar con la amenaza de las armas nucleares fue renovada en enero de 2007 con la ayuda de cuatro «cerebros» de la política exterior de Estados Unidos: Henry Kissinger, George Shultz, Sam Nunn y William Perry. La iniciativa bipartidista de estos pesos pesados inspiró la formación del grupo de presión Global Zero que, con respaldo de una multitud de líderes internacionales, aspiraba a hacer realidad la utopía de un total desarme nuclear.
En 2009, el presidente Obama hizo suya la agenda de reducción de armas nucleares en el mundo. Y de hecho, la Casa Blanca ha venido encabezando los esfuerzos para encontrar una solución negociada a las ambiciones nucleares de Irán y dotar de mayor validez al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). En 2010, Estados Unidos llegó a firmar el tratado New START con Rusia, que limita a un máximo de 1.550 el número de cargas estratégicas para cada uno de los dos signatarios.
Desde entonces, las relaciones entre Washington y Moscú no han hecho más que deteriorarse, especialmente tras el pulso planteado por Putin en Ucrania. Y esas tensiones están agotando rápidamente la buena voluntad solicitada por Kissinger y sus colegas para avanzar en materia de desarme nuclear. Por ejemplo, la Casa Blanca y el Kremlin cesaron en diciembre de 2014 todas sus decisivas actividades de cooperación para garantizar la seguridad de materiales nucleares.
En lugar de un mayor desarme, Estados Unidos y Rusia se han embarcado en un inquietante esfuerzo para modernizar sus arsenales. Tras seis años de apostar por la no proliferación con vistas a una cumbre del TNP prevista para mayo de este año, se espera que la Administración Obama destine 348.000 millones de dólares durante la próxima década para la puesta a punto de sus armas nucleares. Mientras que Rusia dentro de su hostil beligerancia también está invirtiendo casi un tercio de su creciente presupuesto de defensa en mejorar su arsenal nuclear.
La Casa Blanca insiste en que este esfuerzo es necesario para lograr un arsenal nuclear más pequeño, flexible y que facilite los objetivos iniciales de desarme. Es verdad que el número de cabezas nucleares operativas se ha reducido sustancialmente desde la plusmarca de 64.500 cargas alcanzada en 1986 hasta las 10.000 existentes en la actualidad. Sin embargo, la terrible posibilidad de que alguna de estas armas termine siendo utilizada sería cada vez mayor. Un peligro asociado a la imposibilidad de recrear los protocolos de confianza mutua asumidos por Washington y Moscú durante la Guerra Fría.
En 1986, el llamado club nuclear se limitaba a tan solo siete potencias, incluido el desmantelado programa de Sudáfrica. Ahora, ese club nuclear ha terminado por ampliarse hasta nueve miembros, con toda clase de complicaciones adicionales y sin ninguna intención a renunciar a estas prerrogativas de fuerza por parte de sus nuevos socios.

Utilización accidental

China, cada día más implicada con sus vecinos en disputas sobre jurisdicción marítima, es especialmente cautelosa sobre el tamaño y capacidades de sus fuerzas nucleares, además de no compartir detalles sobre su doctrina de empleo. A pesar de haber realizado su primer ensayo hace medio siglo, el desarrollo de su arsenal nuclear ha sido más bien limitado y lento. Sin embargo, desde 2007, el régimen de Pekín ha multiplicando sus capacidades en términos de misiles y submarinos, en contra de sus compromiso de no utilizar este tipo de cargas en un primer ataque.
Pakistán, desde su primer ensayo nuclear en mayo de 1998, destaca como uno de los países más preocupantes en el club nuclear. Su inestabilidad interna y la incapacidad del gobierno central para controlar todo su territorio contrastan con un esfuerzo sostenido para ampliar su capacidad como primer Estado islámico con armas nucleares. Con más de un centenar de cargas, abundante uranio enriquecido y múltiples sistemas para su utilización, el arsenal nuclear paquistaní presenta el mayor crecimiento en todo el mundo.
Israel ni tan si quiera reconoce que dispone de sus propias armas nucleares, con estimaciones que abarcan entre 80 y 200 cabezas. Pese a su extrema discreción, Israel está desplegando su nuevo y móvil misil Jericó III con un alcance de 6.000 kilómetros. Además de ser uno de los pocos países con arsenal nuclear que tiene capacidad triple para utilizar estas cargas a través de misiles móviles, aviones y submarinos.
Corea del Norte se le atribuyen diez cargas nucleares, con capacidad para incorporar una más cada año. Dentro de su activo programa, que incluye la capacidad de enriquecer uranio y producir el plutonio requeridos para construir bombas, ha realizado ensayos nucleares en 2006, 2009 y 2013. Un peligro completado con el desarrollo de misiles cada vez con mayor alcance y capacidad. De hecho, el régimen de Pyongyang no tiene reparos en amenazar constantemente a sus presuntos enemigos con un holocausto nuclear.
Todo este panorama no hace más que multiplicar las posibilidades de una utilización accidental, no autorizada o inadvertida de cargas nucleares, sin olvidar la posibilidad de un ataque terrorista con estas armas de absoluta destrucción masiva. Solamente Estados Unidos y Rusia mantienen centenares de cargas nucleares en alerta, dispuestas a ser utilizadas en cuestión de minutos. Tres minutos hasta la medianoche, según el reloj del Juicio Final.


RUSIA EMPRENDE MANIOBRAS SIN PRECEDENTES DE SUS FUERZAS NUCLEARES.
13.02.2015

Unos 9.000 militares y 1.000 piezas de armamento forman parte de los ejercicios militares que han iniciado las Tropas de Misiles de Designación Estratégica de Rusia.
Las Tropas de Misiles de Designación Estratégica que forman parte de las fuerzas nucleares de Rusia han comenzado a realizar maniobras a gran escala en doce regiones del país, informa RIA Novosti citando un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
En los ejercicios militares, que empezaron el 12 de febrero,participan más de 30 regimientos de tropas de misiles estratégicos. La principal tarea para las fuerzas que realizan las maniobras es la respuesta rápida al ataque de un potencial enemigo.
Se calcula que alrededor de 9.000 militares y 1.000 piezas de armamento participan de los ejercicios, entre las cuales hay misiles intercontinentales Topol-M y misiles balísticos intercontinentales Yars.
Fuente: Rt Noticias.

En su nuevo artículo, la revista 'The National Interest' ha destacado cinco ejemplos del armamento nuclear estratégico y táctico de Rusia que por sus capacidades "deberían dar miedo a los países de Occidente".
Rusia está invirtiendo grandes cantidades de dinero en el desarrollo de sus fuerzas nucleares estratégicas y tácticas, escribe el experto militar estadounidense, Dave Majumdar, en su nuevo artículo publicado por la revista 'The National Interest'. En su publicación el experto destaca cinco sistemas de armas nucleares rusas que representan una amenaza real para EE.UU. y los países de la OTAN.

INCOMPRENSIBLEMENTE, NOS ENCONTRAMOS CON OTRA REALIDAD, REALIDAD QUE ES PRODUCTO DE LA MISMA INCONCIENCIA E INCOHERENCIA DEL HOMBRE, GASTOS MILLONARIOS EN POST DE LA AUTODESTRUCCION DE LA MISMA ESPECIE...

DRAMA MUNDIAL:
HAY 62 MILLONES DE CHICOS EN EL MUNDO EN SITUACIÓN DE RIESGO EN 71 PAÍSES.
Unicef solicitó 3.100 millones de dólares para 2015, una cifra récord, para asistir a los cada vez más chicos en situación de violencia, hambre, enfermedad y abuso.
El fondo de la ONU para la infancia, Unicef, pidió 3.100 millones de dólares para 2015, el mayor monto jamás solicitado, para poder asistir a 62 millones de niños que se encuentran en situación de riesgo en diversas crisis humanas de todo el mundo.
Este pedido -que representa un aumento de 1.000 millones de dólares en las necesidades de financiación con respecto al llamamiento humanitario de la institución del año pasado- será destinado a asistir a niños de diversas partes del mundo que deben hacer frente a conflictos complejos y destructivos, a desastres naturales y a otras situaciones de emergencia, incluida la epidemia del ébola.
Los conflictos llevaron a estos niños a una extraordinaria situación de peligro debido a la violencia, el hambre, la enfermedad y el abuso, y cada vez son necesarios más recursos para abordar la situación, argumenta la agencia humanitaria de Naciones Unidas.
Algo más de 1 de cada 10 niños del mundo -lo que en números absolutos representan 230 millones- viven en países y zonas afectadas por conflictos armados. En total, Unicef quiere ayudar a 98 millones de personas, de las cuales alrededor de dos terceras partes (62 millones) son niños, en 71 países distintos.
La mayor parte del pedido del organismo se la llevan Siria y los países colindantes. Se solicitan 903 millones de dólares para la respuesta regional dirigida a proteger a los niños en situación de riesgo y ofrecer asistencia vital como vacunas, agua y saneamiento, y educación.
Asimismo, Unicef pide 500 millones de dólares para acelerar sus labores en el corazón de las comunidades afectadas por el ébola. El dinero será utilizado para ampliar los esfuerzos dirigidos a aislar y tratar todos los casos rápidamente, evitar nuevos brotes, y seguir promoviendo comportamientos saludables para prevenir la propagación de la enfermedad.
En Nigeria, donde los ataques de grupos armados se han intensificado en los últimos años, lo que ha provocado que más de 1 millón de personas en el noreste hayan tenido que huir de sus hogares, Unicef pide 26,5 millones.
Un año después del inicio del conflicto en Ucrania, Unicef hace un llamamiento por 32,45 millones de dólares debido a que el país hace frente a una crisis humanitaria, ya que 5,2 millones de personas viven en zonas de conflicto, hay más de 600.000 desplazados internos y unos 1,7 millones de niños están afectados.
El llamamiento incluye también otras graves crisis olvidadas que no reciben fondos suficientes, pero que han puesto a los niños y las niñas en una situación de necesidad desesperada, entre ellas la de Afganistán (solamente financiado en un 35 % en 2014), los territorios palestinos ocupados (solamente financiado en un 23 % en 2014) y Níger (solo financiado en un 35 % en 2014).
En 2014, Unicef vacunó a 16 millones de niños contra el sarampión; distribuyó tratamientos a 1,8 millones de niños desnutridos; dio apoyo psicológico a casi 2 millones de niños, y abasteció de agua potable a 13 millones de personas.
Dos millones de niños recibieron también una mejor educación, un elemento crucial de la respuesta de emergencia de Unicef, ya que ayuda a restablecer una sensación de normalidad entre los niños y les ofrece una esperanza para el futuro, según la organización.
Fuente: EFE

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