lunes, 11 de noviembre de 2013

Filipinas declara el estado de calamidad tras el azote del tifón Haiyan y reabre el aeropuerto de Tacloban tres días después de ser declarado en ruina


El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró hoy el estado de calamidad en todo el país a raíz de la devastación causada por el tifón Haiyan, que azotó el archipiélago filipino el pasado viernes.
Aquino, quien visitó la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, donde según cálculos de la gobernación provincial podrían haber muerto unas 10.000 personas, hizo el anuncio durante un mensaje emitido por televisión.
Con esta declaración, el Gobierno filipino podrá imponer precios máximos a los artículos de primera necesidad y controlar los artículos para evitar la especulación y el acaparamiento de bienes, como medicamento o productos derivados del petróleo, informó el canal “GMA”.
La creación de fondos especiales destinados a la reparación de las infraestructuras y servicios públicos y la concesión de préstamos sin intereses a los sectores más afectados de la población, son otras de las medidas aplicables.
“Sin duda, Tacloban se levantará otra vez”, declaró el congresista Martin Romualdez al canal filipino sobre la tarea de recuperar la ciudad más golpeada por el fenómeno meteorológico.
Al menos el 70 por ciento de los edificios de Tacloban, incluidos varios del aeropuerto como almacenes y la torre de control, quedaron destruidos tras el paso del tifón Haiyan el pasado viernes.
La falta de víveres de primera necesidad ha hecho que la situación en la población sea insostenible, a la par que miles de personas buscan y ruegan por un asiento en los helicópteros militares para abandonar la ciudad.
El pillaje y los saqueos en los supermercados han sido un continuo en la ciudad, en la que los medios locales reportaron que una turba de gente desesperada atacó un convoy de la Cruz roja con un cargamento de ayuda.
El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, declaró que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas cercanas es una de las “principales prioridades”.
Efectivos de la Policía Nacional de Filipinas y el Ejército han sido enviados a la zona para asegurar la paz y el orden en la región.
Mientras las cifras extraoficiales y los reportes de campo hablan de decenas de miles de víctimas mortales en la isla de Leyte, el Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres prosigue con el lento recuento oficial de fallecidos.
El balance oficial de víctimas por el paso del tifón ‘Yolanda’ por el centro de Filipinas se aproxima ya a las 2.000, según el último dato ofrecido este lunes por el Centro Nacional para la Gestión y la Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
Según ha indicado el portavoz de este organismo, Rey Balido, hasta el momento se han contabilizado 1.774 víctimas mortales –frente a las 255 que había censadas hasta las 6:00 horas de hoy– en todo el país, 1.660 de las cuales se han producido solo en las Bisayas Orientales.
Además, 2.487 personas han resultado heridas y otras 82 permanecen desaparecidas, ha precisado el portavoz y recoge el portal ‘Inquirer’.
El último informe del organismo gubernamental filipino cifra  el número de afectados en casi 9,7 millones de personas y 615.000 desplazados, de los cuales 433.000 se encuentran alojados en los 1.444 centros de evacuación.
Haiyan, que hoy golpeó el territorio vietnamita tras perder intensidad a su paso por el Mar del Sur de China, se adentra debilitado como tormenta tropical en las provincias del sur de China.
Reabre el aeropuerto de Tacloban tres días después de ser declarado en ruina
Las autoridades filipinas lograron hoy reabrir parcialmente el aeropuerto de Tacloban, arrasado por el tifón Haiyan y declarado en ruina hace solo tres días.
La aerolínea estatal “Philippine Airlines” reanudó en la tarde de hoy los vuelos a esta ciudad devastada por el fenómeno meteorológico, donde según estimaciones de la gobernación provincial podrían haber muerto unas 10.000 personas, informa el canal “GMA”.
De momento, solo aviones con turbohélice podrán viajar desde Cebú a Tacloban, indicó la compañía de aviones filipina.
El portavoz de Aviación Civil de Filipinas, John Andrews, declaró en un comunicado que los vuelos servirán para evacuar a la población en riesgo y para aprovisionar a los servicios de emergencia de material médico, de seguridad y de primera necesidad tales como agua y comida.
Entre los primeros pasajeros del vuelos comerciales se encuentran personas que buscan desesperadamente a sus familiares tras días sin poder contactar con ellos, personal de ONG y medios de comunicación.
Al menos el 70 por ciento de los edificios de Tacloban, entre ellos varios del aeropuerto, como almacenes y la torre de control, quedaron destruidos tras el paso del tifón Haiyan el pasado viernes.
“La devastación aquí es absoluta”, declaró el ministro de Interior, Manuel Roxas, tras arribar a Tacloban, la población más castigada por el fenómeno meteorológico, a unos 580 kilómetros al suroeste de Manila.
Hasta el momento, las instalaciones del aeropuerto eran solamente utilizadas por los militares y cuerpos de emergencia que transportaban el material y personal mediante helicópteros del Ejercito.
Cebú Pacific, por su parte, ha decidido no volar aún a Tacloban, pero sí ha reanudado los vuelos a Kalibo y Busuanga, otras zonas afectadas por la tormenta.
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