WASHINGTON, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La intensa ola de frío que azota desde la semana pasada a Estados Unidos y Canadá ha congelado las enormes y fuertes corrientes de agua de las cataratas del Niágara, en la frontera de esos dos países.
Las imágenes del inusual acontecimiento son impresionantes, aunque es posible que ya las capas de hielo comiencen a ceder por el aumento de las temperaturas.
Se espera que el aire helado y vórtice polar, que ha afectado a cerca de 240 millones de personas en los Estados Unidos y el sur de Canadá, se aleje durante esta semana. En este mes, el frío ha provocado la muerte de al menos 20 personas.
En décadas, el norte y noreste de Estados Unidos no había experimentado temperaturas tan bajas, llegando a los 30 grados bajo cero.
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