jueves, 13 de febrero de 2014

LAS LÁGRIMAS DE GAIA.

Gaia llora amargas lágrimas de sal…
Ha pedido a los elementos que le presten su ayuda, el viento huracanado se encarga de repartir su mensaje por el mundo rugiendo con voz atronadora, el cielo se viste de negro llevando luto por ella, las nubes intentan arroparla con un algodón grisáceo para refrescar su fiebre, los relámpagos hieren el cielo adoptando formas demoníacas, la tierra se cubre con un manto de nieve inmaculado al igual que las mujeres orientales enseñan su duelo y la lluvia cae sobre ella para mitigar el escozor de sus ojos: cada gota del mar enfurecido es una lágrima salobre de impotencia furibunda, dolor y desesperanza… Las olas embravecidas rompen con fuerza contra todo se presenta a su paso, llevándose cualquier obstáculo sin piedad para las víctimas y vomitando con rabia la basura humana. Toda la naturaleza está en un sin vivir, los seres inocentes no recuerdan haber visto semejante desastre, callan y se esconden esperando que los hombres sin consciencia recapaciten. Respeto y amor ¿tan difícil es aprender que Gaia está viva, que sufre con tantos atropellos? El hombre la pisotea, perfora sus entrañas y sacan su substancia álmica sin un ápice de remordimiento.
Gaia sólo quiere volver al dulce tiempo en que todos vivían en armonía con ella, ella que desde la misma creación ha colmado de bienes a sus criaturas sin pedir nada a cambio.
Gaia llora amargas lágrimas de sal.


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